EXTRA 1 .- La Verdad de Abdón.

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Muchos meses atrás. . .


Era el quinto trago que llevaba por la noche, al tomárselo de tajo se pide otro y voltea a ver a su compañero de trabajo, este le observa fijo, Abdón se encoge de hombros y lleva la mirada al frente, su amigo nuevamente trata de persuadirlo de lo que está por hacer.

-Abdón, no soy ese tipo de amigo, compañero o conocido que se mete en los problemas de los demás, pero piensa bien las cosas, ya tienes una esposa que te quiere y estas por tener pronto a un hijo, no crees que te estas arriesgando el pellejo en esto –el sexto trago de Abdón está aquí y este enfoca la mirada en el líquido amarillento. –Es que no sé porque te empeñas en joder la vida de esa mujer, ¿Por qué? –el repentino golpe a la barra del bar toma por sorpresa a su compañero de trabajo y este enmudece en segundos.

-Anette, no vino a este mundo para ser feliz, y punto –el egoísmo de Abdón deja perplejo a su compañero. –Si yo digo que ella no será de nadie, es porque no será de nadie.

- ¿Por qué ese empeño tuyo, Luke? –el cruel de Abdón sonríe de lado y voltea a ver a su amigo. –Ella solo necesita paz, tranquilidad, ¿Por qué carajos te empeñas en querer joderle la vida a esa pobre mujer?

-Por qué me da la gana –el tono de voz arrastrado de Abdón deja saber a su compañero que este ya va pasado de tragos. –Frida nunca debió irse y dejarme, su maldito deber era quedarse conmigo, siempre, fuera lo que fuera –su compañero se coloca de pie de pronto, con brusquedad, saca dinero de sus bolsillos deja algo para la cuenta y pasa apoyar su mano en el hombro de Abdón, este voltea, ambos se miran fijo.

-Tu, no tienes ningún jodido derecho de perjudicar la vida de nadie, esa mujer te amo en su tiempo, te idolatro, pero tu solo la maniatabas, la herías e incluso impediste que ella te diera un hijo, amigo, tu estas mal de la cabeza y ojala, esto no te salga mal, porque nadie te salvara, ni siquiera tu propia esposa, que al enterarse de todas las porquerías que has hecho, pensara en el bienestar de su hijo, no en el tuyo.

-Si claro como digas –Abdón sacude su hombro apartando el agarre de su compañero y sonríe con esa sonrisa retorcida y de una persona que claramente no está bien de la mente.

-Ojalá nada se te escape de las manos, ojalá recapacites a tiempo y ni siquiera consideres ir a la ciudad solo para arruinar la poca felicidad que esa pobre mujer ha encontrado.

Abdón lleva la mirada al frente, se da un sorbo largo de su trago y enfoca la mirada al frente una vez más, su compañero lo deja solo en la barra del bar, la música del fondo, esa que debería ser un poco alegre no hace más que empeorar el momento e incluso la mente retorcida de Abdón, ese que no deja de armar ese dichoso plan contra la mujer que una vez intento ser buena para él, esa que lo veía con ojos llenos de amor, esa a la cual él, logro joder con sus acciones.

-Tu eres mía, Anette –dice en un susurro y sonríe. –Y te desapareceré de la vida de ese ricachón, porque tú eres mía y de nadie más.



Años atrás. . .


La rubia se encontraba una vez más en el jardín de la casa, observando fijamente los árboles en la distancia, la lluvia cae a cantaros sobre ella, pero esta no le importa, al bajar la mirada observa como las gotas de sangre que caen sobre el suelo se disuelven y una vez más se limpia un poco, solo para intentar aminorar la sangre que brota de su nariz. Sus pensamientos se vuelven oscuros, dolorosos y lo único que desea es que irónicamente un rayo caiga sobre ella y la termine de exterminar del mundo terrenal.

Por Favor, Solo Ámame ·Saga Por Favor #1· ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora