¡Hey, Bajhor Hunther! ¿Podrías llegar a caer en aquello que te juraste nunca caer? ¿Podrías llegar a sentir atracción por algo que para ti no es atractivo? ¿Llegaras a implorar por un amor que no te mereces?
Frida Kayenston sabe lo que es vivir con...
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Fabian caminaba de un lado a otro, su mano izquierda, esa donde lleva un vaso lleno de licor tiembla, suspira una y otra vez, se da un sorbo tras otro, afloja nuevamente su corbata, se da un más sorbo.
-Deberías tomar asiento y pensar las cosas con más calma –la calmada voz de Tabatha se escucha desde la puerta. –Nada logras con estar de ese modo, si actúas impulsivamente las cosas resultaran peor.
-Una semana –dice Fabian. –Una semana desde que mi hija fue secuestrada –Fabian enfoca su mirada en Tabatha. –Y en este momento me siento el peor padre de este mundo –por fin esté toma asiento y Tabatha entra en su totalidad a su despacho. –No he hecho las cosas bien, pero quiero remediar todo.
- ¿Por qué tu hija ha sido secuestrada? ¿En serio? –Tabatha toma asiento dándole el frente. –Debiste cambiar y remediar desde hace un buen tiempo –Fabian quiere hablar y ella no se lo permite. –Qué vergüenza, que vergüenza sentí cuando tu hija dijo todo eso el día del hospital –se ven fijos. –Sé que tienes tus jodidas aventuras Fabian, pero por lo menos deberías ser discreto.
-Tabatha, no es el momento.
-No, si es el momento, Fabian –esté le mira a los ojos. –Todo este lujo es gracias a mí, al dinero de mi familia y repito, a mí –este enmudece. –No voy a ser una mala agradecida, porque mis acciones las has sabido manejar de la mejor manera, Fabian, pero no merezco tu falta de atención hacia mí y mucho menos tu falta de respeto a mi persona y el apellido de mi familia, ¿Bien? –Fabian no dice nada. –Tienes tres hijos Fabian, tres y lamentablemente uno de ellos se encuentra secuestrado, si has tardado en tener corazón y buena relación con ellos, entonces el momento es ahora.
- ¿Y que se supone que debo hacer? –Tabatha se coloca de pie.
-Escuchar y apoyar a Fido, dejar de mimar a Verona y comprender y aceptar las decisiones de Frida –la mujer se acerca a él rodeando el escritorio, se coloca de cuclillas. –Te perdone hace muchos años ya, tus mentiras, tu infidelidad y aunque no soy una mujerzuela que por lo que veo es lo que últimamente buscas, soy tu esposa y soy la única que ha estado apoyándote en momentos como estos y no te olvides de ello, Fabian.
Tabatha se coloca de pie, toma el vaso con licor que tenía Fabian y lo lleva hasta el mini bar, esta le da un fugaz vistazo a Fabian y se encamina a la salida del despacho.
-Gracias –escucha muy bajo. –Gracias... –y con esto sale.
BALIÁN HUNTHER.
Intento no manejar con tanta velocidad, pero la verdad es que de un modo u otro manejar de ese modo me trae adrenalina al cuerpo y logra que los tragos amargos se minimicen un poco. Ya hace una semana y un día mas que no sabemos de Frida, Bajhor está hecho un desastre, no sale de su despacho y cada que llego está muy ebrio con toda esta situación, hoy por lo menos tengo un chance de hacer mis cosas, Varsha estará con él y por un lado me siento tranquilo.
