Capitulo 39

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Escapar de las garras de mis abuelos no es tarea fácil, pero en cuanto ambos estaban más del lado de la ebriedad que la sobriedad fue mi oportunidad de tomar alguna de mis cosas e irme de la mano de Bajhor. En este momento vamos de camino al puerto, allí donde se encuentra su famoso yate, ¿Qué más sorpresa puede traer este hombre consigo? No solo irrumpió en una fiesta familiar si no que les hizo saber a todos que yo soy literalmente de él.

Las luces de las farolas iluminan el camino oscuro que hemos tomado, a la distancia por el retrovisor observo un poco lejos la ciudad, ya el sonido suave de las olas se escuchan y el olor a mar se siente ligeramente, la brisa alborota un poco mi cabello pero yo solo me dedico a cerrar los ojos para disfrutarle un poco más, ya que de verdad esto me hacía falta.

-Amor, ¿De verdad no mareas? –esbozo una sonrisa.

-No Bajhor, por enésima vez, yo no sufro de eso –abro mis ojos, volteo a verle, este tiene una sonrisa de lado en su labios. –Así que por eso no te preocupes, deberías preocuparte por otras... –este baja un poco la velocidad y se detiene.

-¿Cómo cuáles? –esa voz se torna ronca y a mí me estremece por completo. –Tengo un camarote listo para ambos, por si eso es lo que debo preocuparme.

-Wao, que hábil eres –sonrió y él me imita.

-Siempre, honey –nos miramos fijo, reprimo una sonrisa más amplia y enfoco mi mirada al frente.

-Continua –señalo al frente, nuestro pequeño entorno se volvió un poco fogoso. –Siento como si el aire se me acaba –siento tan deprisa su aliento chocando a un lado de mi oreja y sus dientes rozan mi lóbulo.

-¿Te mueres de ganas, amor? Porque yo si estoy que te desnudo en este preciso momento –los sentidos se me vuelven un desastre pero busco un poco de calma en mi interior.

-Quiero ver el camarote, así que... –vuelvo a señalar al frente. –Apresúrate antes de que esto se vuelva un desastre –volteo a verle, sus grises claros viéndome fijamente, sonríe.

-Como usted lo ordene, madeimoselle.

En total silencio vuelve a su lugar y retoma el camino. Yo trato de sacudir mis pensamientos morbosos y carnosos con este hombre, y me enfoco al frente, ya se observa más de cerca el muelle y hay muchos yates, unos grandes, otros pequeños y algunos botes.

Al estacionar, ambos bajamos de su intrépido coche, aunque no es como su extravagante coche de ciudad este que ahora tiene alquilado también grita mucho dinero por todos lados. Bajhor me señala al frente, subimos un par de escalones y comenzamos a caminar por los largos caminos de madera del muelle, la luz de la luna ilumina nuestro alrededor y realmente se ve hermosa reflejada en el ancho mar.

Me estoy repitiendo mentalmente, ¿Cuál de estos yates es el del pelinegro? Caminamos y caminamos y caminamos hasta que de pronto un señor de cabello canoso y con muy buen porte aparece de un no tan escandaloso pero si llamativo yate. Una sonrisa se expande en sus labios y de inmediato se acerca y saluda al hombre junto a mí, se nota la buena relación que ambos tienen, yo simplemente mirotee un poco más el yate de donde salió.

Por Favor, Solo Ámame ·Saga Por Favor #1· ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora