Capitulo 8

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La respiración esta tan, pero tan dificultosa que puede que en menos de cinco minutos yo termine con un paro cardiaco o algo más sencillo, desmayada.

La mano de Bajhor me apretuja el culo y yo no puedo, simplemente no puedo evitar morder mi labio inferior debido a lo delicioso que se siente. Estoy rígida, soy incapaz de moverme un centímetro, el condenado ríe por lo bajito, ¿A qué mierdas está jugando? ¿Qué es esto? ¿Estoy soñando? No, no lo estoy, ¿Por qué lo sé? ¡Pues porque me está agarrando el culo de una magnifica manera!

–Ven.

– ¿Qué? ¿Qué? ¿Dónde? –se aleja un poco, yo aprovecho de bajar mi vestido, al verme, esos ojitos destellan un brillo, ese desgraciado brillo que no hace más que decirte, ¡Alerta, alerta, las bragas irán al piso! – ¿Qué crees que haces? ¿Qué es este jueguito tuyo?

– ¿Miedo? ¿Eso tienes? –chiteo y me cruzo de brazos, este se aleja un par de pasos y apoya su mano en el espaldar del largo sofá. –Tienes un culo tan suave, quede maravillado.

–Idiota.

–Te gusto –se encoge de hombros. –Lo sabes.

–Prepotente –este acorta la distancia y vuelve muy cerquita de mí. – ¿Y ahora qué? ¿Qué más piensas hacerme? Porque ni creas que dejare pasar esa agarrada de mi culo por alto, ¿Ok? –este ríe, por Dios que esos dientes blanquitos son tan preciosos.

–Frida, ¿Por qué calientas y luego te vas? ¿Acaso debería de llamarte microondas? –chasqueo y niego sonriente.

–Olla de presión, señor –me cruzo de brazos, este enarca una ceja. –Yo soy la olla, y usted muy bien podría ser la candela que la calienta, todo dentro se me va cocinando, literalmente –comienzo a caminar a su alrededor, no puedo evitar sentir la molestia de mi parte intima por la humedad que este adonis provoco en mi –Y ¡Bom! La olla avisa que es hora de destaparla.

– ¿Me estás diciendo que...? –se detiene, en el momento justo donde apoyo mi mentón en su hombro y mi mano derecha toma esa sorpresiva y maravilla erección de su miembro.

–Que aun te falta para hacerme estallar –susurro muy cerca de su oído este se estremece, yo paso la punta de mi lengua en su oreja. –Está jugando con Frida, y se está quemando, honey.

La puerta de la oficina se abre, por suerte la agilidad de ambos es inmensa y este de inmediato le da la espalda, yo comienzo a caminar como una idiota buscando algo en uno de los tantos libreros y ese nudo lleno de deseo es tragado con dificultad.

– ¿Tu no aprendes a tocar la puerta? –la voz de Bajhor está un tanto, ¿Ronca? – ¿Qué pasa Bahil? –volteo de inmediato, el menor de los Hunther sonríe al verme.

–Frida mi amor –abre sus brazos y camina hasta mí.

–Mide tu distancia –gruñe ojitos bellos y Bahil chitea.

Por Favor, Solo Ámame ·Saga Por Favor #1· ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora