¡Hey, Bajhor Hunther! ¿Podrías llegar a caer en aquello que te juraste nunca caer? ¿Podrías llegar a sentir atracción por algo que para ti no es atractivo? ¿Llegaras a implorar por un amor que no te mereces?
Frida Kayenston sabe lo que es vivir con...
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FRIDA KAYENSTON
En cuanto Miguel, el chofer de Bajhor me dejo en la pista del aeropuerto, una sonrisa se formó en mis labios al ver a mi pelinegro esperar por mí. Camino hasta donde se encuentra, junto a un pequeño Jet privado, al llegar rodeo sus hombros y acerco mis labios a los suyos, soy como un imán cuando estoy cerca de él, es verlo y querer tener ese acercamiento con él.
- ¿Nos vamos? –susurra y yo asiento.
-Sí, vamos... –Bajhor asiente y eso hacemos, subimos al Jet y tomamos asiento.
No es algo muy lujoso, pero si muy cómodo, una Azafata nos deja saber que en unos minutos despegaremos yo me acomodo en mi lugar y me recuesto un poco, al voltear noto que ya Bajhor me observaba fijamente, acerca sus labios y deja un beso en mi frente yo suspiro ante esto.
-No salió nada bien, ¿Verdad? –asiento un poco cabizbaja. – ¿Qué ha pasado?
-Descubrió todo lo de mi pasado –muerdo un poco mi lengua, como si no quisiera hablar sobre eso. –Tenía todo en unos sobres, todo Bajhor, por lo menos lo hubiera fingido por un tiempo ¿No? Sentía esa mirada de lastima, es horrible.
-Él fue a verme al House, lo de siempre, que no estemos juntos –quiero decir que lo sabía, pero aparto esa idea. –Tu padre ha llegado como un tsunami que se quiere arrastrar consigo todo a su paso, las cosas no siempre resultan bien cuando haces todo a lo forzoso.
-Quiere que sea parte de sus negocios –digo sin más, Bajhor me mira con sorpresa y luego esboza esa sonrisa arrogante que me encanta para ser sincera.
-Wao, Fabian no espera tiempo, amor –suspiro, la voz del piloto se escucha, estamos por despegar. –Deberías considerarlo –observo fijo a Bajhor, completamente confundida.
- ¿A qué te refieres? Oh no Bajhor, yo no soy buena para esas cosas, lo mío es estilismo, maquillaje todo eso, ¿Yo, llevando el frente de una empresa? No lo creo –él toma mi rostro entre sus manos, deja un beso en la punta de mi mirada.
-Todo eso te pertenece, Frida –se encoge de hombros. –Tienes los mismos derechos que tus hermanos, pero es obvio que Fabian no tiene un control sobre ellos, aunque lo hace ver de ese modo, es todo lo contrario.
- ¿Cómo es que deduces todo de ese modo y sin equivocarte? –este sonríe.
-Tu hermana es una arrogante que solo piensa en ella y su intento de modelo –aquello me hace reír un poco. –Y tu hermano, por Dios, Fido es clase aparte, es como la versión Frida en masculino, en el mismo pensar claro, él no quiere ser parte de lo de vuestro padre.
- ¿Y por qué yo debería? Porque si no me gusta nada de esos temas.
-No lo sé amor, quizás manejar las cosas a tu antojo y no en el de tu padre, enseñarle que no todo se maneja a su estilo, que no puede tener marionetas a su antojo –asiento levemente porque en parte tiene razón. –Pero no te estoy obligando a ello, no lo debes hacer porque alguien te lo imponga, tu eres quien toma sus decisiones, ni yo, ni tu padre, ni nadie Frida, nadie tiene derecho de obligarte a las cosas.
