Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada

8. ¿por qué me haces esto?

Regresé con todo mi ánimo a la escuela en la siguiente semana. Estaba decidida a encontrar a la María José de la que hablaba Mario.

Pasé ansiosa cada una de mis clases hasta que llegó la hora de clínicas quirúrgicas, y llegué cinco minutos antes, lo suficiente, para tirar mi buen ánimo a la basura.

Al llegar a la sala encontré a mis compañeros ya ahí y a María José hablando con una chica que no había visto, y no tenía la menor idea de donde había salido, llevaba ropa blanca al igual que To Dos nosotros, así que supuse que sería una estudiante, pero ¿ por qué una chica guapa qué no era yo hablaba con María José?

La miré como si me estuviera traicionando, aunque pareció no notarlo, y me senté en un lugar lo más lejos posible de la residente y la extraña chica.

¿ por qué yo no podía ser ella? María José se veía tan tranquila, despreocupada y relajada con ella que moría de celos por el simple hecho de verla.

María José ¿Por qué me haces esto?

Si mi corazón fuera un órgano qué siente, seguro estaría hecho pedazos en ese mismo momento.

Baje la mirada para evitar seguir sintiéndome mal y no puse atención hasta que llegó el profesor con 15 minutos de retraso.

Dos de mis compañeros prepararon To Do para comenzar la clase y ellos hicieron el tema, María José cambió drásticamente de humor y comenzó a hacer sus preguntas qué tanto odiábamos.

Lo único bueno, era que la chica extraña ya no estaba.

Hizo quedar mal a mis compañeros de la clase con una pregunta tras otra hasta que llegó a una que no supieron responder y se aseguró de hacerlos sentir como unos totales perdedores.

¿Como es que ella y mi María José podrían ser la misma persona?

Mientras pensaba en eso, me perdí bastante de la clase, sólo escuché cuando el profesor me llamó.

-¿Si?

-¿ no piensas contestar a la pregunta que te acaban de hacer?- preguntó con tono molesto.

Lo mire con pánico esperando que un milagro me salvara, pero obvio no pasó. María José negó con la cabeza mientras me miraba esperando.

- ¿Nos explicas la fisiopatología de la hipertensión endocraneana?- Repitió Maria Jose finalmente, la miré y maldije bajito.

- no lo recuerdo, profesor- dije refiriéndome al doctor, evitando la mirada asesina de María José.

- deberías estudiar más- me dijo con tono reprobatorio y María José me miraba molesta por no contestarle a ella.

Tenía mis razones, sería bastante enojada, y si ella podía hablar con una tonta, yo tenía derecho de ignorarla, ¿no? Si... quizás No, considerando que era la residente y podía hacer de mi vida un infierno.

La clase terminó, guardé mis cosas lo más rápido que pude, necesitaba salir de la sala cuánto antes.

- Daniela- me habló María José bastante seria.

- ¿Si?

- ¿por qué no contestaste? No eres tonta.

- Estaba distraída.

- ¿Porque?

Por ti y la tonta estudiante.

- No lo sé, sólo eso.

- Estudia más, eres de las personas que más espero de tu clase, ¿sabes?- me dijo algo decepcionada.

- ¿Mario sigue en el hospital?- pregunté aún molesta intentando desviar el tema.

- sí, y estará ahí un largo tiempo. ¿Irás a visitarme a guardia esta semana?

- No- dije seca y me fui.

Odio mis impulsos estúpidos que hacen que haga cosas de las que luego me arrepentiré.