- No, la pregunta es ¿quién es ella?- Corrigió quien supe que era su hermana.
- ¿Podemos hablar un momento, Vale? Nosotras solas- dijo María José intentando guardar la compostura.
- Claro- le respondió ella tranquila.
María Jose tomó del brazo a su hermana y la llevó a una sala que estaba al lado de la entrada.
Me quedé parada justo donde estaba sin saber qué hacer, fue muy incómodo que se fueran.
- Entonces, tú eres...- dijo dirigiéndose a mí el papá de María José.
- Oh, cierto- dije nerviosa- soy Daniela, su hija y yo estamos saliendo- dije dudando por si María José no le había contado antes y sentí la intensa mirado de Ana sobre mí.
Me animé a ver a su dirección y tenía una mirada con odio o celos, no sabría decirlo.
La madre de María José me miró y sonrió para acercarse un poco.
- Ya nos lo había dicho ella- sonrió y beso mi mejilla- aunque ella dijo "novia" si no recuerdo mal-me guiña un ojo- no tenemos ningún problema con eso, cariño.
- Oh, bueno, no sabía exactamente que le debía decir- le expliqué y reí nerviosamente.
- Y aquí tenemos también Ana, es amiga de María José- sí, claro, amiga.
- Ya nos conocíamos respondió Ana de malas.
- Sí, hace algunos días.
- Me dijo María José que se quedarían a pasar el fin de semana, así que vamos en lo que se desocupa y dejas tus cosas en la habitación- me dijo amable.
Esperé a que subiera las escaleras para seguirla y es capaz de la extraña e incómodo atención que Ana creo.
- La habitación que tenemos para visitas está ocupada por Ana, así que si no te molesta, te puedes quedar con María José- eso no podría molestar a nadie.
- No te preocupes- respondí.
La habitación era más pequeñas en comparación de su casa, pero imagino que raras veces María José se pasaba por aquí.
Deje la mochila que tenía en el suelo.
- Puedes esperarla aquí, creo que hablara con cada uno sobre Ana es agradable, no se porque hace eso- dijo como decepcionada y salió para volver a la planta baja.
- Las dos sabían que traería a Daniela este fin de semana- habló María José en "voz baja"- y Ana ya sabías que ya no pasara nada.
Escuché a alguien subiendo las escaleras y supuse que sería ella.
- Dios, Daniela, lo siento mucho- dijo con vergüenza- Valentina se enteró que Ana volvió y la invito para que nos arregláramos. No la culpo a ella- yo si- culpo a Ana por venir a pesar de todo.
- Oye, no sé qué tan buena idea es que me quede aquí- dije al verla preocupada.
- Quieres dejarme en mi casa, con mi ex y mi hermana que intenta que volvamos...- levantó la ceja y rio.
- Bueno, no realmente, pero ya ese es tu problema, eres más grande que yo y sabes lo que haces, amor- dije encogiendo me de hombros.
- Tienes razón en eso, pero me ofende tu falta de interés- sonreí.
- Se llama buena autoestima- y le di un beso rápido.
- No quiero que te vayas- me dijo mirándome sería- hablé con Valentina y le expliqué lo que pasaba, no nos molestaran, sólo tenemos que tener a Ana cerca unos días.
No me agradaba la idea, no me gustaba que Ana estuviera aquí por la manera en que miraba a María José. La miraba y sabía que María José también la extrañaba, aunque supuse que mientras yo estuviera aquí, de alguna manera entendería que ya terminó.
La mire por unos momentos dudando y asentí, que más daba.
- Pero si las cosas se ponen más extraña me iré a la central de autobuses.
- Si las cosas se ponen más raras, las dos nos vamos de aquí, ¿te parece?
- Perfecto- le contesté y la abracé- por cierto, tu mamá dijo que podía dormir en tu cuarto.
- Es muy lista, me dejó con la chica más hermosa toda la noche, hoy no nos aburriremos- Dijo al oído y creo un escalofrío que recorrió mi espalda.
- Vamos abajo- Me dijo separándose de mí- creo que la comida está lista.
Asentí resignada, no tenía hambre ni ganas de ver a Ana en la misma mesa.
María José me tomó de la mano y bajamos para alcanzar a su familia que ponía la mesa.
Valentina nos vio y dejo de hacer lo que hacía para acercarse.
- Daniela, yo, en serio lo lamento, no era mi intención poner las incómodas- yo asentí y María José fue ayudar en la cocina- sólo que ellas dos antes eran tan unidos y ahora ni siquiera se hablan. No quiero que recuperen su relación, sólo quiero que sean amigas y espero que no te moleste- me explicó.
- Tienes tus razones para querer hacerlo, no tengo problema, pero no te puedo ayudar.
- Me gusta tu honestidad- me encogi de hombros.
- Solo piensa qué harías tú si estuvieras en mi lugar y lo incómodo que es. Recién me enteré que Ana existía.
- Pongo que mi hermana en serio quería olvidarla.
- ¡Daniela!- escuché que me llamaba María José camine en dirección a la cocina para encontrarla.
No quería estar más tiempo con Valentina. Era increíble lo parecido que era a su hermana, pero tenía algo que no me agradaba.
Como María José ya me había dicho, era más alta, quizás 5 cm a pesar de ser más joven, era más delgada, lo que no le quedaba bien, tomando en cuenta que María José se veía como quería. Sus fracciones eran más finas y sus ojos más grandes. Pero aún sentía que le faltaba ese algo que a María José le sobraba y la hacía perfecta.
- Dime- respondí cuando la encontré.
- Vamos a comer- me dijo y me guió hasta la mesa.
Me senté al lado de ella y frente a Ana que estaba en medio de Valentina y su mamá.
Ana sonrió en mi dirección. La odio.
- Ayúdame con los platos- le pidió su padre a María José quienes nos dieron los platos para poder comenzar a comer- entonces, Daniela- dijo ya sentado- ¿también trabajas en el hospital?
Ana hizo una mueca, debía disfrutar como la novia de su ex "no estaba a su altura"
- En realidad no, aún estoy estudiando.
- Oh, pues bueno, ¿no? Así no la ves todo el tiempo y no te enfada- dijo riendo.
- De cualquier manera no me cansaría- le contesté mirando a María José de reojo.
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Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada
Fiksi PenggemarEl problema con ella, era que al igual que muchos de los medicos residentes en el hospital era: a) Narcisita. b) Odiosamente egocentrica. c) Tenia complejo de Dios. d) Si no eras un residente, no existias ante sus ojos. ¿Como se supone que actuas f...