58. ¿Que hace ella aqui? Parte dos

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- No, la pregunta es ¿quién es ella?- Corrigió quien supe que era su hermana.

- ¿Podemos hablar un momento, Vale? Nosotras solas- dijo María José intentando guardar la compostura.

- Claro- le respondió ella tranquila.

María Jose tomó del brazo a su hermana y la llevó a una sala que estaba al lado de la entrada.

Me quedé parada justo donde estaba sin saber qué hacer, fue muy incómodo que se fueran.

- Entonces, tú eres...- dijo dirigiéndose a mí el papá de María José.

- Oh, cierto- dije nerviosa- soy Daniela, su hija y yo estamos saliendo- dije dudando por si María José no le había contado antes y sentí la intensa mirado de Ana sobre mí.

Me animé a ver a su dirección y tenía una mirada con odio o celos, no sabría decirlo.

La madre de María José me miró y sonrió para acercarse un poco.

- Ya nos lo había dicho ella- sonrió y beso mi mejilla- aunque ella dijo "novia" si no recuerdo mal-me guiña un ojo- no tenemos ningún problema con eso, cariño.

- Oh, bueno, no sabía exactamente que le debía decir- le expliqué y reí nerviosamente.

- Y aquí tenemos también Ana, es amiga de María José- sí, claro, amiga.

- Ya nos conocíamos respondió Ana de malas.

- Sí, hace algunos días.

- Me dijo María José que se quedarían a pasar el fin de semana, así que vamos en lo que se desocupa y dejas tus cosas en la habitación- me dijo amable.

Esperé a que subiera las escaleras para seguirla y es capaz de la extraña e incómodo atención que Ana creo.

- La habitación que tenemos para visitas está ocupada por Ana, así que si no te molesta, te puedes quedar con María José- eso no podría molestar a nadie.

- No te preocupes- respondí.

La habitación era más pequeñas en comparación de su casa, pero imagino que raras veces María José se pasaba por aquí.

Deje la mochila que tenía en el suelo.

- Puedes esperarla aquí, creo que hablara con cada uno sobre Ana es agradable, no se porque hace eso- dijo como decepcionada y salió para volver a la planta baja.

- Las dos sabían que traería a Daniela este fin de semana- habló María José en "voz baja"- y Ana ya sabías que ya no pasara nada.

Escuché a alguien subiendo las escaleras y supuse que sería ella.

- Dios, Daniela, lo siento mucho- dijo con vergüenza- Valentina se enteró que Ana volvió y la invito para que nos arregláramos. No la culpo a ella- yo si- culpo a Ana por venir a pesar de todo.

- Oye, no sé qué tan buena idea es que me quede aquí- dije al verla preocupada.

- Quieres dejarme en mi casa, con mi ex y mi hermana que intenta que volvamos...- levantó la ceja y rio.

- Bueno, no realmente, pero ya ese es tu problema, eres más grande que yo y sabes lo que haces, amor- dije encogiendo me de hombros.

- Tienes razón en eso, pero me ofende tu falta de interés- sonreí.

- Se llama buena autoestima- y le di un beso rápido.

- No quiero que te vayas- me dijo mirándome sería- hablé con Valentina y le expliqué lo que pasaba, no nos molestaran, sólo tenemos que tener a Ana cerca unos días.

No me agradaba la idea, no me gustaba que Ana estuviera aquí por la manera en que miraba a María José. La miraba y sabía que María José también la extrañaba, aunque supuse que mientras yo estuviera aquí, de alguna manera entendería que ya terminó.

La mire por unos momentos dudando y asentí, que más daba.

- Pero si las cosas se ponen más extraña me iré a la central de autobuses.

- Si las cosas se ponen más raras, las dos nos vamos de aquí, ¿te parece?

- Perfecto- le contesté y la abracé- por cierto, tu mamá dijo que podía dormir en tu cuarto.

- Es muy lista, me dejó con la chica más hermosa toda la noche, hoy no nos aburriremos- Dijo al oído y creo un escalofrío que recorrió mi espalda.

- Vamos abajo- Me dijo separándose de mí- creo que la comida está lista.

Asentí resignada, no tenía hambre ni ganas de ver a Ana en la misma mesa.

María José me tomó de la mano y bajamos para alcanzar a su familia que ponía la mesa.

Valentina nos vio y dejo de hacer lo que hacía para acercarse.

- Daniela, yo, en serio lo lamento, no era mi intención poner las incómodas- yo asentí y María José fue ayudar en la cocina- sólo que ellas dos antes eran tan unidos y ahora ni siquiera se hablan. No quiero que recuperen su relación, sólo quiero que sean amigas y espero que no te moleste- me explicó.

- Tienes tus razones para querer hacerlo, no tengo problema, pero no te puedo ayudar.

- Me gusta tu honestidad- me encogi de hombros.

- Solo piensa qué harías tú si estuvieras en mi lugar y lo incómodo que es. Recién me enteré que Ana existía.

- Pongo que mi hermana en serio quería olvidarla.

- ¡Daniela!- escuché que me llamaba María José camine en dirección a la cocina para encontrarla.

No quería estar más tiempo con Valentina. Era increíble lo parecido que era a su hermana, pero tenía algo que no me agradaba.

Como María José ya me había dicho, era más alta, quizás 5 cm a pesar de ser más joven, era más delgada, lo que no le quedaba bien, tomando en cuenta que María José se veía como quería. Sus fracciones eran más finas y sus ojos más grandes. Pero aún sentía que le faltaba ese algo que a María José le sobraba y la hacía perfecta.

- Dime- respondí cuando la encontré.

- Vamos a comer- me dijo y me guió hasta la mesa.

Me senté al lado de ella y frente a Ana que estaba en medio de Valentina y su mamá.

Ana sonrió en mi dirección. La odio.

- Ayúdame con los platos- le pidió su padre a María José quienes nos dieron los platos para poder comenzar a comer- entonces, Daniela- dijo ya sentado- ¿también trabajas en el hospital?

Ana hizo una mueca, debía disfrutar como la novia de su ex "no estaba a su altura"

- En realidad no, aún estoy estudiando.

- Oh, pues bueno, ¿no? Así no la ves todo el tiempo y no te enfada- dijo riendo.

- De cualquier manera no me cansaría- le contesté mirando a María José de reojo.

Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora