33. ¿Me respondes una pregunta?

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POV Calle:

El jueves, llegué al hospital tranquila, llevaba a la escuela al corriente, a pesar de no haber visto a María José esos días.

A mediodía, me mandó un mensaje preguntando si podía verla en la sala de residentes, dijo que era algo importante, así que en cuanto salí de la clase, subí por el elevador hasta el piso 11.

Caminé hasta el fondo del pasillo donde estaba su sala y tu que esperando que sólo estuviera María José, no tenía ganas de dar una explicación de porque la buscabas.

Para mi fortuna, fue ella, quizás sabía que debía estar a punto de venir.

- ¡Calle!- me dijo al verme- ven- me tomó del brazo y prácticamente me arrastró dentro de la sala.

- ¿Que pasa?- No te confundida por su emoción.

- ¿Sabes que fecha es, no?- Pregunto como si fuera obvio y vi detrás de ella un ramo bastante grande de rosas.

Ay, Daniela, ¿Que olvidaste ahora?

Intente recordar, pero nada, la fecha simplemente no me sonaba, y no era tan distraída.

- Dios, Daniela, ¿lo olvidaste?- Preguntó mirando seria.

- Eh, supongo que si- dije culpable y agache la mirada.

Se acercó a mí y me abrazo fuerte con su barbilla sobre mi cabeza, amaba cuando lo hacía.

- Ni siquiera sabes que hoy no teníamos nada especial o ¿si?

La miré con mi poco de pena y me encogió de hombros cuando me soltó. Nunca había sido buena para las fechas.

- Sé que es quizás algo sin importancia, porque tú y yo lo tenemos en claro, sabemos que tenemos una relación, pero... ¿Podemos hacerlo formalmente? Y estoy segura de que soy irresistible y no podrás decirme que no, pero lo haré por confirmar. Daniela, sabes que me encantas y sé que te encantó, ¿quieres ser mi novia oficial?

- Creí que no había necesidad de preguntarlo- le respondí bromeando y la abracé del cuello para besarla.

- ¿Quieres ir a mi casa?, tengo muchas ganas de hablar contigo en algún lugar que no sea el hospital- dijo riendo.

- Me encantaría- dije enseguida y ella sonrió por mi respuesta.

- Hasta en la noche entonces. El ramo de rosas es tuyo, preciosa, ¿lo guardo?

- Por favor- dije emocionada y la volví a abrazar.

Nunca en mi vida me habían regalado flores, no antes de ella y me hacía sentir como la chica más afortunada por tenerla.

Salí del hospital y fui a tomar el resto de mis clases y no vi rastros de María José en todo el día.

A las 5 pm que salir le mandé un mensaje y ella me esperaba en su auto ya, así que la alcance y nos fuimos a su casa.

Ir a su casa ya no hacía que me pusiera nerviosa, sabía que no pasaría nada de nada, así que daba igual.

- ¿Poché?- pregunté durante el camino, ya que no decíamos mucho.

- Dime.

- ¿Me respondes una pregunta?

- Las que quieras- dijo divertida sin mirarme.

- ¿Por que vives tú sola?

- Daniela preguntas, lo olvide- dijo riendo y mirándome de reojo.

- No, solo, curiosa.

- Vivía con mis padres aquí, pero a mi papá lo despidieron de su trabajo y le ofrecieron algo bueno en otra ciudad, intentaron convencerme de hacer mi residencia en otro hospital, pero no quise, siempre ha sido como mi segunda casa y me partía el corazón o estudiar ahí.

- Se fueron y te quedaste sola- terminé de decir por ella.

- Exacto, mi hermana pequeña bueno, bueno, no es pequeña, tiene 19, se fue con ellos. A veces creo que me hace falta compañía, luego llegaste tú- sonrío de lado y me miró en un semáforo en rojo.

Mis mejillas se ruborizaron y sonreí. María José no es nada de lo que todo el mundo piensa.

- ¿Qué hay de ti? Sé que tu familia vive aquí, pero es todo.

- Pues si, vivo con ellos y mis dos hermanos, soy la del medio, ese hijo al que no quieren y olvidan- dije bromeando, la verdad no era así.

- Para eso tienes a tu novia, no te preocupes- dijo tomando mi mano y dándole un apretóncito.

Sonreí como tonta después de lo que me dijo y seguimos el corto camino que aún quedaba para llegar a su casa en silencio.

Se estacionó en su cochera y las dos bajamos, aunque casi me tropiezo con las flores.

Intenté llegar a la puerta de su casa sin caer y entramos.

Deje las flores sobre la mesa y seguir a María José a la cocina.

- Muero de hambre- dije riendo.

- También yo, pero no tengo nada de comida, tendremos que ir por pizza.

- Me encanta, pizza y María José- le dije antes de tomarla de los medios y besarla, me gustan sus besos. Era como un punto de equilibrio perfecto entre los lento y desesperado.

- Vamos, Daniela, se nos hará tarde- me dijo alejándose un poco de mí.

Salimos de su casa y subimos otra vez a su auto para ir a comer. Después de ordenar pizza de queso, que al parecer era la favorita de Poché, considerando que siempre pedí a la misma nos sentamos a perder el tiempo mientras no estaban nuestra comida.

- Entonces... ¿solo tienes una hermana?- Pregunté para comenzar nuestra conversación.

- Sí y no te la presentaré- dijo riendo- el problema es que es igual de guapa que yo pero sin lo inteligente.

- Deberías bajarle un poquito a tu ego, eh- dije negando con la cabeza.

- Está bien, bueno, ella es más linda, se dedica a modelar, está obsesionada con su cuerpo aunque es perfecto, no como el mío, que se alimenta de pizza- dijo riendo.

- Interesante- respondí sin saber qué más decir.

- No, Daniela, nada de interesante, eres mía.

Rodé los ojos y reí. Egocéntrica y encima posesiva.

- No me refería a eso.

- Eso espero- dijo riendo.

- Otra pregunta.

- ¿Cual?

- ¿Siempre sales con estudiantes o es la primera vez?- Pregunté lo más seria que pude.

Me miró con cara de pocos amigos y negó con la cabeza.

- Yo no tengo nada que ver con los maestros, me hubiera dado lo mismo si te conocía en mi hospital o cualquier otro. Pero no, no suelo hacerlo.

- Lo siento- Dije creyendo que se había enojado y en ese momento nos trajeron la pizza- ¿cuál es tu favorita, la de queso?- aproveché para cambiar de tema.

- Si- dijo mientras tomaba un pedazo y lo dejaba en su plato.

¿Podrías acaso ser más estúpida, Daniela?

3/4

Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora