Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada

15. ¿Y Maria Jose?

Lo prometido es deuda. Aquí tiene que lo disfruten.

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Quería suponer que el "es suficiente" de Poché, ayudaría para que llegara a clase más seguido, y que paso, a al menos el día después de vernos, el resto ya lo sabrán después.

El miércoles llegué faltando cinco minutos para las tres a mi clase de clínicas quirúrgicas encontré a una Poche sonriendo y saludando a mis compañeros, debía ser una broma.

Impresionada, entré a la sala y pase a su lado dedicándole una tímida sonrisa, ¿algo cambiaba entre ella y yo después los últimos días?

Creí que al menos en el salón, no cambiaría y seguí caminando a mi lugar de siempre, pero mi residente no me dejó como me tomo por la muñeca y me jaló de regreso a su lado.

Era demasiado extraño, sentía miradas curiosas de mis compañeros sobre nosotras después de que puse no soltar a mi brazo hasta darme un beso en la mejilla a milímetros de mis labios.

¿Podría ella y la residente del primer día ser la misma persona?

Me aparte un poco de ella, volví a sonreír y fui a mi lugar.

Poché me siguió y se sentó detrás de mi.

El profesor llegó y comenzó a dal el tema de ese día.

Después de un rato, Poché debió aburrirse y comenzó a dibujar circulitos en mi espalda con sus dedos, ay, dios, Poché, hoy tenía intenciones de poner atención en clase.

La hora pasó mucho más rápido de lo que esperé, debía tener a Puche más seguido para que eso pasara.

- Doctora, ¿alguna cosa que quiera agregar?- preguntó el profesor refiriéndose a Poché.

Paro en seco de lo que hacía y tanto un momento en contestar.

- No doc, todo esta perfecto- contesto ¿nerviosa? Quizás ni siquiera sabía de que había sido la clase.

- Entonces terminamos, nos vemos mañana- se despidió y salió de la clase.

Comencé a guardar mis cosas para salir.

- ¿Vamos por café?- me preguntó Poché a mi lado.

- Solo piensas en eso, ¿no?- pregunte divertida.

- No siempre, a veces también en ti- dijo guiñándome un ojo. Hola rubor.

- Calla, Poché- dije negando con la cabeza.

- Lo que ganó por intentar se amable- dijo burlándose- acompáñame a pase de consulta entonces, luego te dejo libre.

- ¿Me lo pides o me lo ordenas?- pregunte entrecerrando los ojos.

- Te lo pedí, pero sé que dirás que sí, vamos- me dijo que la seguí hasta el piso 15.

Comenzó a entrar en algunas habitaciones, revisando las fichas de cada paciente y haciendo algunas preguntas ocasionales.

Me encantaba verla así, haciendo su trabajo, me daba esperanza de que algún día podría estar como ella; era muy inteligente, amable y divertida con sus pacientes, cosa que aún me asombra. Como estaba equivocada de la verdadera personalidad de Poché .

- Si me mirabas así la primera vez que vimos a Mario, ahora entiendo porque te descubrió- me sonroje  y mire  a otro lado.

- No se de que hablas- intenté mentir.

- Si sirve de algo, yo te miraría igual, Daniela, eres hermosa- dijo mientras acariciaba mi cabello.

¿Donde quedó mi Poché malhumorada?

- Vamos abajo, debes volver a casa.

Pedimos el elevador, bajamos y fuimos a la entrada principal.

- Gracias por acompañarme- me dijo

- Gracias por dejarme quedar- dije sonriendo- me tengo que ir nos vemos.

Fue un momento bastante incómodo, no sabía si debía besarla para despedirme o sólo irme así.

Me acerqué tímidamente y le di un beso en la mejilla, ella me devolvió el beso en ese.

Esperé el autobús que me lleva a casa, me puse mi pijama y me fui a la cama, no tenía ganas de estudiar hoy, ya mañana tendría tiempo para eso.

Mi celular sonó me lo tome, era un mensaje de Poche.

"Que tengas linda noche, Daniela"

¿Sabría Poché lo que me causará cualquier cosa que hiciera? Y lo más importante ¿Podría Poché sentir todo lo que yo siento cuando esta cerca?

Me quedé pensando en esas dos cosas y caí en un profundo sueño, tanto, que me quedé dormida y no llegue a primer hora de clase, eres un caos, Daniela.

A la hora del profesor Cuevas, entro a clase a tiempo una novedad y no se avisó que Poche no estaría aquí después que alguno de mis compañeros preguntaron por ella.

Podía escuchar mi corazón rompiéndose.

Tuve que soportar en la clase completa, era algo aburrida y más en la reciente detrás de mí.

- María José... ¿María José esta bien?- le pregunté al profesor cuando termino la clase y me miro extrañado, pero lo pensó y me contestó.

- Esta bien, aunque con mucho tabajo por el momento, o al menos eso me dijo hace algunas horas.

El doctor se dio la vuelta y salió.

Debería de de bajar de preocuparme, María José podía cuidarse sin que una torpe estudiante intentara estar cerca.

Intenté enviarle mensajes, pero no respondía, quizás era sólo eso, estaba ocupada sin tiempo para mí.

Y así pasó la semana, sin rastro de María José por la clase o en mensajes, había intentado ir a fugar días pero porque eso no me lo permitió hasta qué María José volviera. Genial.

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Miércoles o jueves y domingo, estaré subiendo un capítulo para que esté pendientes.

Disfruten.

P.S. Recuerden que si tienen una duda déjeme lo saber.