26. No me ha perdido.

5.5K 334 19
                                    

Los primeros tres días de la semana el profesor no se presentó a clase y María José iba a cubrirlo, realmente no sabía si era una jugada sucia del destino o simplemente era una especie de karma por algo de lo que aún no estaba al tanto. Intentaba ignorar su presencia con todas mis ganas, porque en realidad no quería que María José pensara que estaba desesperada por no estar con ella. Tenía que ser fuerte, o al menos aparentarlo, ¿no?

El miércoles cuando terminó la clase fui la última en recoger mis cosas y salir del aula, Aunque María José seguía en el escritorio sin salir. Diego se quedó a esperarme en lo que terminaba.

- ¡Daniela! El viernes, fiesta, ¡vamos!- digo emocionada.

- Eh... sabes no me gustan ese tipo de fiestas.

- Iran los residentes también- dijo levantando una ceja y mirando me divertido yo me sonroje pensando que María José podía escucharnos.

- Sobre eso...- Apreté los labios, negué con la cabeza y me encogió de hombros.

- Oh... no sabia, Daniela, lo siento.

- Si, no lo sientas, yo a estas alturas no lo hago- Mentí sería mientras salíamos del salón.

- ¿ qué fue lo que pasó? Se veían genial juntas.

- Supongo que verse bien no es lo único que cuenta. El doctor le pidió que volviera a las clases, supongo que le da pena que la vean con una simple estudiante- dije intentando restar importancia.

- Pues, con más razón, te espero el viernes en la fiesta, busca alguien que valga la pena y con menos ego.

- No iré a buscar a alguien, Diego, no seas tonto, pero si iré- le dije después de pensarlo mejor, siempre venía bien una noche desastres, supongo.

- tenía muchísimo tiempo sin arreglarme para salir a una fiesta, lo que dificultaba el proceso. Elegí un vestido negro a medio muslo y unos altos tacones con los que tenía mucho tiempo sin caminar. Me maquillé un poco y bajé a la sala a esperar a mi amigo quien quedó de pasar a recogerme para ir juntos.

- Wow, Daniela, te ves condenadamente bien- dijo Diego sorprendido, lo mire con los ojos entrecerrados.

- No debo recordarte que no me van los chicos, ¿verdad?

- Creo que María José te dejo parte de su ego- dijo bromeando- vamos.

Subimos a su auto y el manejo hasta el lugar donde era la fiesta, al parecer era la casa de algunos de mis compañeros con dinero, considerando el tamaño de la casa y la zona en la que estaba.

Bajamos del auto y caminamos al entrada, donde ya había un montón de gente pasando el rato y evidentemente ebrios, repito, odio estas fiestas donde todos terminan vomitando y haciendo estupideces.

Saludamos a nuestros compañeros y algunos residentes que encontramos por nuestro camino a la cocina para buscar algo de tomar.

Después fuimos a la sala, donde habían un par de lugares disponibles, el problema era que estaba al lado de una chica que he odiado desde siempre por su actitud, siempre busca y encontraba la forma de hacerte sentir inferior a ella.

- Hola, Daniela y amigo de Daniela- sonrió ampliamente y nos dio un beso en la mejilla a cada uno.

Con su cercanía podía sentir el olor a alcohol, aunque no podía juzgarla, tenía un vaso bastante lleno con lo mismo para mí.

Sin pensarlo mucho, di un trago largo a mi vaso vas a terminar con su contenido.

- ¿Qué es tan malo que no vale la pena ser recordado?- Preguntó la chica a mi lado que creía se llamaba Itzel.

La mire sin expresión.

- No son tus asuntos- dije seca iré para seguir hablando con Diego.

La noche siguió pasando y llegaron algunos de mis demás compañeros con quienes era bastante agradable pasar el rato.

En algún momento de la noche, creí ver a María José en la cocina platicando con algunos residentes más; ¿había venido porque quería o porque no había escuchado a Diego y a mi?

- Vamos a tomar algo más Daniela- me pidió Diego después de un rato.

- Vamos- dije; Normalmente me hubiera detenido, pero simplemente me dejé llevar, que más daba.

Regresamos a la cocina y ahí nos quedamos un tiempo tomando aprovechando que María José se había ido.

- ¿Sabes que deberías hacer?-Me preguntó mi amigo arrastrando las palabras.

- ¿Que?

- Deberías besar a alguien para que María José se de cuenta que te ha perdido.

- Amigo, lo peor es que ella aún no me pierde- dije con amargura.

- No te muevas- me advirtió. Volvió a la sala para hablar con la chica que estaba a un lado de nosotros y volvió a la cocina junto a ella.

- Listo- me avisó- ella te ayudará- dijo con una gran sonrisa.

- No quiero ayuda Diego- dije molesta.

- Claro que sí, ¡ya!- me dijo- María José está viendo- terminó con volumen bajo.

Lo miré confundida, pero no me dejaron decir nada más. Sentí como la chica estampo un beso en mis labios y yo termine por seguirla, supongo que el alcohol no me hacía bien, porque en serio, sobria, creo que nadie la besaría por su ego y actitud.

A lo lejos vi como María José en efecto nos veía, después desvió su mirada. Y como pensaba la mandíbula y se despedía de Judith para salir de la casa.

Dios, ahora si estaba todo jodido.

———————————————————————

BEBIS DESDE EL MIÉRCOLES EMPEZAMOS A SUBIR CAPÍTULOS DE DOS EN DOS. Ahora no subiremos un capítulo por día sino dos.

Hasta pronto!! Disfruten.

Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora