Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada

2. No te acostumbres

-Pueden agradecer al control de estudios del cambio que estoy apunto de anunciar- anuncio algo molesto el profesor- se supone que su grupo debe de ser de solo 10 personas y en vista de que somos 30, asi que tendremos que separarnos en dos clases a partir de ahora.

Sacó un portafolio y busco entre sus papeles hasta encontrar nuestra lista de asistencia.

- Del numero 1 al 10 en la lista, estarán asignados a las 7 am, y estaremos con Samuel y Judith, del 11 al 20, a la 1 pm y estaremos con Carlos y Erik, y el resto, a las 3 pm con Maria Jose- río como si algo le diera gracia con el ultimo grupo, ¿que tenia de gracioso?

Tenía que ser broma, porque yo era el grupo que se quedaba con Maria Jose, al parecer las fuerzas ¿mágicas? del horóscopo tenia razón el día de hoy, las fuerzas cósmicas, o simplemente la vida decidieron regalarme un día con buena suerte.

-Los que no tengan clase a esta hora, nos vemos más tarde, estudien, no quiero verlos si no saben del tema- dijo el doctor y salimos del aula.

Aprovechamos para ir a desayunar algo, teníamos como una hora hasta la siguiente clase.

Antes de las 3 pm, tome las cosas de mi casillero y fui al piso 11 donde se suponía tenía la clase, intenté llegar temprano con la ilusión de ver a la residente antes de iniciar, pero el elevador tardó una eternidad en subir y llegue algunos minutos tarde. Estos elevadores siempre tenían la mala costumbre de hacerte llegar tarde; había 5 en total y siempre funcionaban solo 2.

- ¿puedo pasar?- pregunte a la residente del día anterior al llegar a la sala.

- Claro, pasa- dijo María José sin mucho ánimo, solo estaba ella y 6 de mis compañeros, el doctor aún no había llegado y dudaba que lo hiciera, cuando mandan al residente creen que tienen el derecho de no volver.

- Empezare con ustedes en vista de que los otros tres no llegan. El doctor tuvo una cirugía de urgencia y seré yo la que esté con ustedes este día- nos explicó- sin embargo, me dejo un tema para exponer, pero antes, ¿están aquí...- comenzó a decir y verifico en la lista- Daniel y Daniela?- preguntó mirándonos a todos.

- Yo- levante la mano para que me viera.

- Okey, y supongo que eres Daniela- asentí con una extraña mueca en mi rostro mientras ella reía un poco- vamos, compañera, no me observes así, es broma- dijo riendo- ¿no está Daniel?

- No- le respondí con timidez.

- Entonces, supongo que serás solo tu. Mañana tendrás que venir a guardia conmigo, bueno, en realidad no es una guardia, solo una cirugía a las 9 am te quiero en piso 12 quirófano 2, necesito que estudies acerca de lo que se hará, y quiero dejar algo en claro, si los residentes, internos o el doctor no se los han dicho, no me conocen por ser linda con los estudiantes a los que no les interesa aprender o no muestran tener ni un poco de aprecio por la clase- dijo muy seria a diferente de su comentario anterior. Me gusta más cuando reía.

- Y...- dije nerviosa- ¿sobre qué tengo que leer?

- Investígalo tu- dijo sonriendo con superioridad y miró al resto del grupo.

Lo que tenia de linda, lo tenia de malhumorada, supuse.

Nos explico un tema del programa de la materia y nos dejo salir quince minutos temprano. Todos guardaron sus cosas y se apresuraron a salir a diferencia de mi.

- ¿Daniela?- me hablo estaba por salir- ¿me das cinco minutos?

- Claro- sonreí y regrese a sentarme cerca del escritorio para esperarla.

Salió de la sala y volvió un par de minutos después. Busco algo en su mochila y me paso una hoja.

- Odio esto de hacerla de maestra, simplemente no se me da- dijo medió enfadada al desorganizar todas sus cosas.

- Pues, si sirve de algo, la clase estuvo genial- dije amable.

- Bueno, gracias- dijo seca y sería- en esa hoja está lo básico que debes saber para mañana, te espero puntual y presentable- dijo pasándomela y un poco más relajada.

- ¿Ya no eres tan mala?- intenté bromear.

- No te acostumbres, tendré piedad por ser tu primer día conmigo- Me dedico una sonrisa y se levantó- te veo mañana, espero que no duermas mañana nada por estudiar el tema.

- Ay- me queje- te lo por seguro.

Sonrió de lado y salió de la sala, dejándome con una sonrisa de estupidez infinita en el rostro.