Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada

39. ¿Que quieres hacer?

POV Calle:

- ¿Qué quieres hacer?- Pregunto María José después de algún tiempo sin decir nada.

- En realidad lo que sea, me gusta esto; podríamos quedarnos aquí el resto del fin de semana y sería feliz.

- Pues fácil hacer que seas feliz, Daniela.

- no es fácil, antes tuve que encontrarte.

- Me alegra que lo hayas hecho.

Quedamos otra vez en silencio por un rato, María José acariciaba mi cabello y yo sólo escuchaba su respiración tranquila.

- Vamos a hacer algo, Daniela.

- ¿Que?

- Una fogata, asamos bombones engordamos juntos, es muy romántico, ¿no?- Reí.

- Me parece perfecto- le dije algo emocionada.

De cualquier manera estar con María José me hacía feliz, era demasiado feliz, a decir verdad, siempre pensé que amar a alguien no hacía la diferencia de tu felicidad, pero claro que había diferencia y me tomó 21 años descubrirlo.

Nos levantamos al sillón y salimos de la pequeña cabaña no sin antes ponernos la ropa extra que llevamos, hacía mucho frío.

María José comenzó a caminar por un sendero de tierra, no sabía dónde íbamos, supuse que sólo iríamos a buscar madera para la fogata.

Saqué mi mano de mi chamarra y la metí a la bolsa junto con su mano que estaba más calientita.

Caminamos por unos 10 minutos hasta que llegamos a un lugar donde había bastante ramas tiradas en el suelo y llevamos todas las que pudimos de regreso.

María José las acomodó en un espacio a un costado y volvimos adentro a buscar con que encenderlo y los bombones.

- Es poco, no durará mucho, pero será entretenido mientras dure.

- Okey- dije y sonreí.

Me encantaba la experiencia que María José tenía en esto, se notaba que había venido cientos de veces mientras yo era tan torpe como para la cocina. Espero en algún momento encontrar algo en lo que sea buena para que María José no piense que soy un fracaso.

Después de varios intentos, logró que la fogata se encendiera y nos sentamos cerca junto a una manta que había traído de la sala.

Me senté lo más cerca de ella que puse y me recargue en su hombro.

- Me gusta esto, Poché.

- A mi también y más porque estás aquí- dijo y tomó mi mano para entrelazar nuestros dedos- estás fría.

No pude evitar reír por eso.

- No pasa nada, ya entraré en calor- dije ruborizándome.

- ¿Te ayudo con eso?- Pregunto levantando una ceja.

Reí y me acerqué a sus labios para besarla. Mientras sacaba mis manos de las bolsas y las pasaba por su cara.

- Espera- dijo alejándose un poco- No comeremos si seguimos así.