34. ¿Podriamos volver a la normalidad?

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POV Calle:

- Oye, perdón por lo que dije, sólo, no era mi intención, sabes que de verdad me gustas- dije después de un rato sin cruzar palabra y me sonrío de lados.

- Podemos ignorar los últimos 5 minutos, si hacemos algo después de cenar.

La miré entre cerrando los ojos, no entendí exactamente a qué se refería y no quería malinterpretar de su comentario y terminar enojada porque no era lo que imaginé.

- Nada malo Daniela- me dijo después de ver lo que hacía.

- Ya lo sabía- Dije como si fuera obvio.

Terminamos de cenar, el ambiente se puso un poco tenso después de la tontería que le había preguntado, aunque yo intenté no darle mucha importancia.

María José pidió la cuenta, dejó un billete y salimos del lugar, aún sin decir mucho. ¿Debía ser yo la que hablara o esperar a que María José le hiciera?

Caminamos hasta su auto y me abrió la puerta para subir, hasta enojada seguía siendo encantadora.

- Gracias- susurré antes de qué cerrara la puerta y luego subiera también.

- ¿Podemos intentar volver a la normalidad?-Preguntó María José con frustración.

- Hecho- respondí de inmediato.

- Bien, ¿qué tal tu día?

- Fue aburrido, pero siempre lo es, normalmente mejora cuando te veo, pero supongo que lo he echado a perder.

- Ay, todo esta bien, pequeña- me dijo y guiño un ojo.

Yo solo sonreí y no dije más, me gustaba como podía ser que un mal momento se convirtiera en uno bueno.

Siguió conduciendo por un tiempo hasta que llegamos a su casa, guardo su auto y bajamos. Había estado aquí hacía un par de horas y sentía que había pasado días, supongo que es el efecto María José que hace que pasaran las horas rápido.

- Vamos, ve a la sala, ahora te alcanzo.

Camine dudando, tenía un ese sentimiento de culpa que odiaba y María José parecía estar bien otra vez. Me senté en uno de los sillones en la espere unos minutos hasta que regresó unos minutos después con vasos de agua, me pasó uno y se sentó a mi lado con las piernas cruzadas sobre el sillón. Me gustaba cuando María José no era la doctora del hospital.

- ¿Me cuentas de ti?- pido María José después de ver que ninguna de las dos hablaba.

- ¿Que quieres saber?

- Bueno, tu ya me lo preguntaste, así que ¿tu con quien sueles salir? ¿Residentes guapas?- Preguntó sarcástica elevando las cejas.

- No necesariamente. Mi novia es residente, pero he salido con otras personas sin nada que ver.

- Ah ¿si? ¿Que tipo de persona?

- ¿Necesitas saber?- Asintió como si lo pensara- pues sólo había salido con dos personas antes de ti, una fue una amiga de la preparatoria, con la que me di cuenta que estaba en irremediablemente enamorada, se lo dije y comenzamos a salir, pero ella quería demasiado de mí y yo no estaba dispuesta darlo, supongo.

- ¿Y la otra?- Me mordí un poco mi labio y gire la mirada a la derecha para respirar tranquila sin sentir su mirada sobre mí.

- Era un amigo de mi hermano. Tenía un par de años más y era un completo perdedor, pero si estuve con él. En fin. ¿Era necesario saberlo?

- Quiero saber de ti, Daniela, siempre buscas el pasado de alguien para poder conocerlo un poquito mejor, pues eso es lo que quiero, quizás no es la mejor pregunta, pero te conozco un poquito más.

- ¿Y tu me dirás qué hay de ti?

- He salido con algunas personas, no sé cuántos- dijo y se encogió de hombros- normalmente salía con chicas del hospital- me dijo y algo dentro de mí se quebró, ¿y si sólo era una más de las chicas con las que ella salía?

- Oh- dije bajito.

- Aunque tenía mucho sin hacerlo, la mayoría sólo buscaban experimentar y no estoy para eso- dijo rodando los ojos.

- ¿Tu ego no te lo permite?- Me miro mal- Olvídalo. ¿Con quién fue la última persona que saliste?

- Una residente de medicina interna.

- Creí que cirugía y medicina interna no se llevaban bien.

- Fue ahí la razón para dejarla- intente reír.

- ¿Entonces nunca ha salido con un hombre?

- No, mi historial está limpio- dijo bromeando.

No dije más porque no sabía que debía decir. Seguía teniendo esa sensación de que no era importante para María José.

- ¿Daniela?- Me habló después de unos minutos de sólo mirarla.

- ¿Que pasa?

- ¿Quieres helado?- me ofreció.

Sonreí, era genial como siempre la comida mejoraba la atención de algún momento extraño.

Ella se levantó para ir a la cocina y yo la seguí, saco un par de platos y el helado, los sirvió y regresamos a la sala comer. María José seguía sentada como hacía un rato y yo aproveché eso para acostarme entre sus piernas, que más daba.

- ¿Te puedo hacer una pregunta?- Hablo después de un rato.

- Claro.

- ¿Qué especialidad piensas tener? Porque si es medicina interna, tendré que dejarte, cariño- me dijo riendo.

- Rayos, pensaba en eso- dije bromeando- oye, no sé ni siquiera qué pasará mañana con mi vida, no me hagas esas preguntas.

- Lo siento, no sabía que llegabas a ese nivel de despistada.

- ¿Qué pasará ahora, María José? Quiero decir, ¿el doctor no te regañara?

- El no tiene porque saberlo- Dijo guiñándome un ojo.

- Pero mis compañeros creen que tenemos algo desde hace mucho.

- Pues tenemos algo, ¿no?

- Sí, pero y ¿si le dicen el maestro?

- Hey, tranquila. No me dirán nada ni a ti, Judith dice que el doctor no le interesa la vida de sus residentes, así que, mejor para nosotras, ¿no? Además, en seis semanas, termina el semestre, no importa- me dijo y me dio un beso en la frente para tranquilizarme.

- Gracias- le dije bajito- por dejarme estar contigo.

- No digas nada, Daniela.

Me levante del sillón y me senté frente a ella para poder besarla, al menos me dejaba hacerlo.

Puse mis manos sobre sus mejillas y sólo pasamos los minutos así, en un suave y lento beso. Nada además de eso nos importaba.

4/4

•***•

Bueno, hasta aquí llegó los capítulos. Nos leemos el miércoles espero que lo hayan disfrutado. Y recuerden que si tienen alguna duda lo pueden preguntar, me lo pueden decir en confianza, gracias chicos. Besos!!

Mi doctora favorita (Calle y Poché)- Pausada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora