||Robo Imperdonable||

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[Pairings: McDanno, Kono/Adam] Kingdom!AU. King!Danny, General!Steve.

Todos se encuentran en el Gran Salón frente a él como si se tratase de un pequeño montón de hormigas nerviosas, interrumpidos de sus deberes cotidianos expresamente a pedido del Rey y su General. El hábito común del castillo puesto en pausa por la alarmante noticia del grave hurto a la monarca. Las expresiones faciales variando de la sorpresa hasta el miedo, aunque nadie puede culpar al aire paranoico luego de que el Rey fuera secuestrado por el mercenario Marco Reyes hacia un año.

Steve se pasea como un animal enjaulado por la plataforma elevada dónde su Rey espera a que él encontrase al vil ladrón que osó, en su mera estupidez, robar un bien preciado. Con los brazos cruzados a la altura de su pecho y endureciendo sus facciones, el General mira a cada hombre y mujer bajo su cargo, leyendo a cada uno para averiguar quién había sido preso de la codicia de los muros del castillo; averiguar solo con una mirada quien había traicionado a Danny.

El General McGarrett, mano derecha y guarda personal del Rey Williams, se detiene en un gesto firme y brusco; tal y como lo haría frente a un batallón invasor.

- ¿Alguien quiere comentar algo? -pregunta con los dientes apretados y el ceño fruncido.

Una mujer menuda y de rechonchas mejillas sonrosadas, da un paso al frente vacilante. Las miradas de los criados del castillo se fijan en ella con temor obvio de quedar bajo las fauces del General McGarrett, quien no se ve precisamente feliz con la noticia de que su Rey había sido saqueado.

- Señor, no he visto presencia extraña en el castillo ni criados fuera de su turno de trabajo -dice ella con voz baja. Steve no se suaviza de todos modos- Pero me veo en la necesidad de preguntar que fue robado para tanto revuelo.

Las miradas se fijan en el General, quien aprieta los dientes furiosos.

- Una juego de té.

Su escasa respuesta enmudece a todos.

[•••]

No importa lo que digan Kono o Mary, Steve está seguro que no está haciendo un drama por algo tan tonto como el robo de una tetera y varias pequeñas tazas de té. No lo hace y Danny lo apoya totalmente ¿Quién ha sido tan desgraciado como para adueñarse de su juego de té?

Y no cualquier juego de té.

Uno que el mismo Steve le había regalado a Danny cuando éste aún era un príncipe. Es especial para ambos.

Quien lo hubiera robado merece morir por su osadía.

- Lo encontraré... -promete Steve mientras, poco a poco y con total devoción, desnuda a su Rey sobre su lecho.

Danny asiente con el mismo fuego en sus ojos azules.

- Y cuando lo hagas, quiero a ese bastardo muerto -demanda Danny mientras sus manos del rostro de su General.

Steve asiente con el mismo amor enfermizo que le hizo jurar lealtad a su mejor amigo el día de su coronación.

- Si, mi Rey.

[•••]

- Estás muerto...

- Lo sé.

Kono hace una mueca rota con los labios hacia el pobre Adam, quien sólo había querido ayudar a su Rey con una pequeña sorpresa.

¿Quién iba a decir que una pequeña sorpresa como lo era limpiar personalmente los trastes sucios de su Rey terminaría con una cacería en su contra?

- Danny no estará feliz... -dice Kono con una sonrisa triste- Y sí Danny no es feliz...

- Steve me asesinará -completa Adam.

Tal vez no es tan malo la idea de huir por un tiempo del Reino Williams.

McDanno Drabble's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora