McDanno Drabble's

||Demasiado tarde||

[Pairings: McDanno, McRoll] Drama, Pre-Slash.

Catherine intenta sonreír a pesar de que por dentro a gritado y destruido un par de objetos en la residencia McGarrett, se siente tonta y sola a pesar de su ira. Su postura rígida y mueca tensa en sus labios no es lo suficiente para callar o detener a Steve, quien no deja de lado su móvil ni por un segundo desde que llegó de la sede. Obviamente es Danny -otra vez- quien roba la atención del Comandante ¿Quién más puede ser? Si no es el pequeño detective rubio de New Jersey, es Grace sobre la escuela o Charlie para jugar.

Al parecer, sólo un Williams es capaz de robar la atención de Steve y tenerla tanto como lo desearan.

¿Y ella? Ella observa, esperando paciente su turno. Como si no fuera su jodida prometida, como si no tuviera el mismo derecho que Steve de elegir el pastel de su boda, como si no tuviera el mismo derecho de hablar con el sobre las flores o su salón de baile.

No. Ella no había participado en la organización de su propia noche especial.

Porque Danny es a quien Steve decidió acudir, con quien habla y pasa 24/7; como si no fuera Catherine quien lleva su maldito anillo en el dedo.

"Danno quería pastel de chocolate"

Había dicho Steve, mientras ella aún pensaba en la mejor pastelería de la isla para contratar.

"Danny dice para hacer la ceremonia en invierno. Él odia el calor"

Había dicho Steve con una sonrisa boba en sus labios. Ella ha comprendido que la estación del año no va a ser otra luego de su confesión, y nuevamente su opinión no importa.

"No habrá piñas para la entrega de catering"

Catherine no debe ser muy lista para darse cuenta quien había convencido a Steve de tal idea estúpida.

"No hace falta, Cath. Danno me ayudó con mi traje, tal vez deberias llevarlo contigo a elegir vestido. Tiene buen gusto"

Y ella no ha hecho más que aguardar silencio a la espera de que él pudiera interpretarla, que pudiera notar que ella no ha dicho ni una sola palabra al respecto desde que pusieron manos a la obra sobre su casamiento. Pero Steve no lo ha notado, demasiado ocupado complaciendo al detective Williams como para notar siquiera que sus ideas nunca fueron escuchadas.

A pesar de haberle pedido quedarse con él en Hawai, Catherine no puede evitar pensar si Steve no se ha equivocado de dedo. Si es que se ha equivocado de nombre, de labios, de mirada.

A veces, no puede evitar pensar que ha llegado demasiado tarde para ella. Después de todo, no es su nombre el que Steve murmura en sueños con tanta devoción.

Pero mientras pueda tenerlo a su lado, Catherine duda poder dejarlo libre. No mientras el detective Williams viviera y respirara el mismo aire que Steve.

Porque una pequeña parte de ella, aún tiene la esperanza de volver a poseer el corazón del Comandante McGarrett.