||Eres mío, Danno||

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[Pairings: McDanno] Fem!Steve.

Los policías a su alrededor se hacen a un lado rápidamente, despejando el camino del estacionamiento y agachando la mirada como si de aquella manera pudieran salir indemnes de la ira que brota de sus ojos. Ni siquiera Kono junto a Jerry a pocos pasos de distancia se anima a regalarle una pequeña mirada, por lo que la situación tal vez es más seria de lo esperado ¿Pero quien puede culparla por ello?

Danny no ha hecho más que coquetear con la novata de Lukela desde que iniciaron el caso de los perros envenenados en la isla de Hawaii, para irritarle más, la mujer no es indiferente a los ojos azules del detective ni a los músculos de sus brazos, como si nunca hubiera visto antes a un hombre bien dotado. Idiota.

Stephenie lo ha dejado pasar al principio, después de todo Danny es coqueto por naturaleza y siempre tiene una sonrisa y palabras bañadas en encanto para alguna mujer, fuera quien fuera ¿Pero la nueva agente de Duke? Eso no es algo que la Teniente Comandante McGarrett va a pasar por alto, no señor.

Por esa simple razón es que ahora arrastra a Danny como un muñeco de trapo hasta el Palacio, ignorando las protestas de su compañero y la sonrisa de Chin en la entrada. Ingresan sin dudar a su propia oficina y estampa a Danny contra una pared con fuerza, ella es más alta que el detective de Jersey por lo que no duda en usarlo a su favor.

Deja sus manos a cada lado de él para regalarle un ceño fruncido, Danny aún balbucea y trata de poner espacio entre ellos sin lograrlo.

- ¿Qué te sucede, Animal? -dice el rubio, queriendo empujarla.

La Seal no se lo permite de todos modos, tomando sus muñecas como aquella vez que se conocieron y aprisionandolo, regalandole una sonrisa de suficiencia.

- ¿A mi, Danny? -repite Steph con burla y una ceja alzada- Yo no era la que iba de cachondeo con la nueva de Duke ¿Qué no es muy joven para ti?

Danny es quien le regala una ceja alzada en cambio, como si fuera tonta.

Eso la enoja más.

- ¿Carla? -pregunta de forma retórica- Sólo me ofreció un café, Steph. Que tú seas incapaz de invitarme sin tener la escusa de olvidar tu billetera no quiere decir que otras fueran igual, además ¿Y a ti que más te da lo que bebo o dejo de beber? Solo fue un café, Miss Yo-Lo-Controlo-Todo.

La mujer vuelve a empujarlo, callando sus palabras con un beso rudo. Danny protesta contra sus labios pero no la aparta, le regresa el gesto con igual de intensidad.

Stephenie se separa de él con una sonrisa triunfante.

- Eres mío, Danno.

- Eres una celosa, McGarrett -dice él.

La castaña no pierde su sonrisa, se inclina sobre el detective para otro beso.

Luego, vuelve a separarse con el mismo ceño fruncido.

- Pero si vuelve acercarse a ti, le doy un tiro -jura la Seal.

Danny asiente para ella, apartandola mientras peina su perfecto cabello rubio.

- Te creo, cariño.

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