||El Guerrero y su Dragón||

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[Pairings: McDanno] Pre-Slash. Warrior!Steve, Dragon!Danny. AU.

Steve respira ondo en un vano intento de calmar su corazón, sosteniendo con firmeza una canasta vieja con carnes secas contra su pecho mientras se oculta detrás de la corteza de un árbol gigante. Nubes negras en el cielo avecinan una gran tormenta, más esa no es una preocupación para él ¿Cómo podría serlo con problemas más grandes sobre su espalda?

Literalmente hablando.

Le habían encomendado, Joe más precisamente, asesinar a un dragón tras su vuelta a la isla junto a su hermana y sobrina. Una tarea que causaba pavor entre los isleños, quienes no se veían capaces de enfrentar a una bestia como lo es el dragón del bosque.

Lamentablemente, él también había fallado en su misión. No es como si se arrepintiese de ello, dicho sea de paso. Sólo que a la hora de la verdad, el guerrero por excelencia no había podido realizar su misión.

Steve respira una vez más antes de salir de su escondite hacia un claro envuelto en árboles, una laguna de aguas cristalinas y un dragón a los pies de ellas con sus ojos rasgados fijos en su persona; como si siempre supo que él estuvo allí escondido. No le sorprende si fuese eso.

Un nuevo trueno hace resonar los cielos cubiertos de nubes negras, acallando el silencio entre ambos.

Quien viera al dragón fácilmente saldría huyendo de allí ¿Y quien podría culparlos? Pero Steve... Oh, él si puede ver belleza en el monstruo que le habían ordenado matar: Ojos azules como el océano que rodea su hogar, fuertes escamas doradas que brillan con luz propia cada vez que el sol se posa sobre ellas, grandes alas sobre su lomo a juego con garras y colmillos blancos.

Steve ha perdido el aliento la primera vez que lo vio.

- ¡Amigo! -festeja Steve caminando hacia el dragón quien no se inmuta ya por él- Mira lo que traje para ti, sé que ésta no es una zona de caza por lo que creí que tal vez tendrías hambre -dice mientras ofrece los conejos en carne seca que él mismo cazó para el dragón.

El guerrero deja la cesta junto a las patas de la criatura, abriendo la tapa para que el dragón pudiera comer. La bestia hunde el hocico en la pequeña cesta y devora su interior, Steve se siente satisfecho con ello; por la confianza en él.

Repentinamente, y aunque se lo ha esperado desde que despertó aquella mañana, comienza a llover. Fuertes y furiosas gotas de lluvia cayendo del cielo, mojandolo de pies a cabeza. Es mejor que volviera, la tormenta puede empeorar y dificultar su arribo al pueblo.

Pero antes de que Steve pueda irse, una pata del dragón lo toma y lo atrae a su gran cuerpo. El guerrero no teme, sabe que su compañero no le hará daño, pero es la primera vez que la bestia le permite estar realmente cerca.

- Danny... -dice el moreno, usando el nombre humano con el que ha bautizado al dragón- ¿A dónde vamos? -pregunta curioso.

El dragón no responde ¿Cómo va hacerlo de todos modos? En cambio, alza las alas y vuela rumbo a una de las montañas pequeñas de la isla. Steve ríe eufórico ¡Está volando!

¡Y en un jodido dragón! Ésto es grandioso en muchos sentidos.

Su nuevo compañero lo lleva hasta una cueva montaña adentro, el guerrero del pueblo cree que ésta es la guarida de Danny. Steve se siente honrado el que le permitiese estar allí mientras la tormenta se desata, después de todo Danny está cuidando de él.

El dragón lo deja con cuidado sobre el roquerio, lejos de la entrada dónde el viento podría tirarlo al precipicio por accidente.

Steve abre la boca para agradecerle a su amigo el aventón y el que lo refugiara de la tormenta, pero toda palabra queda atascada en su garganta ante lo que ve.

Tiene conocimiento de que muchas criaturas pueden convertirse en humanos, incluido los dragones. Pero éste es la primera vez que puede ver uno con sus propios ojos.

Frente a él, la bestia deja a un lado su forma original para transformarse en un humano ordinario. Huesos crujiendo al cambiar, escamas cayendo para dar paso a la piel suave y desnuda.

Un hombre atractivo, bajito y de músculos compactos, de cintura estrecha y gran trasero. Cabello rubio y los mismos hipnotizantes ojos azules se presenta ante el moreno.

El guerrero no puede dejar de verlos.

Danny humano voltea hacia él, sonriendo altanero ante su asombro.

- Hola, Steve.

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