McDanno Drabble's

||Right Meow||

N/A: Continuación del drabble Gatástrofe.

[Pairings: McDanno] AU; Cat!Danny, Cat!Steve.

No es como si Kono estuviera molesta, en realidad se necesita de mucho para enfadarla de verdad y para cuando eso sucede no hay tormenta que se le pueda comparar; bien es conocido la ira que las mujeres Kalakaua guardan en su interior. Pero, volviendo al caso, éste pequeño asunto no es algo que la esté volviendo loca.

La cosa es que luego de acoger a un pequeño gato rubio callejero gracias a la mascota de su primo -A.K.A Steve- y adoptarlo para ella misma, el otro gato ha tenido la malsana costumbre de colarse en su hogar y acosar al pobre Danny.

Kono casi podrá decir que es divertido, sino fuese por el hecho de que Steve no posee decoro alguno -como intentar montar a Danny en repetidas ocasiones- u horarios de visita razonable -como entrar en la casa a las cuatro de la mañana- para que ella se lleve el susto de su vida al verlo pasearse cual ladrón por su sala de estar.

Eso, y pobre de aquel tonto bastardo que intente acercarse mucho a Danny. En reiteradas ocasiones, Steve a atacado todo aquel que ha querido poner sus manos sobre su compañero felino, Jerry y Lou pueden dar fe de ello tras sufrir bajo la furia de los colmillos y garras del gato de su primo.

Primo que ahora se encuentra frente a ella con gesto avergonzado por perder a Steve la tarde anterior y no tener noticias de su mascota en todo el día ¿Y dónde podrá estar sino más que metido en su casa sin que ella lo notase?

Kono podrá tener mucha paciencia, pero ese gato entrometido se la está poniendo difícil.

- ¿No lo has visto por allí? -pregunta Chin entrando, mirando a su alrededor en busca de su gato.

Kono se encoje de hombros.

- Luego de la décima vez deje de prestarle atención, sinceramente -responde ella colocando sus manos sobre sus caderas- Ahora que lo mencionas tampoco he visto a Danny, aunque su plato de comida está vacío.

Chin frunce el ceño con sospecha y camina hacia el patio trasero, pero no encuentra nada que pueda decirle dónde están los felinos.

- Steve... -llama el hombre adjunto a un silbido suave, pero no recibe respuesta alguna- Steve, ven...

Pero nadie se acerca a ellos.

- Iré a ver a mi habitación, Danny tiene la mala costumbre de esconderse en mi armario cuando tu gato no lo deja tranquilo -dice ella pese a que Chin frunce el ceño ofendido, a pesar de que Steve lo ha abandonado aún sigue siendo su compañero de apartamento.

Kono ignora a su primo de la mejor manera que puede y ambos se dirigen hacia la habitación rumbo al armario de doble puerta, abren ambas y no duda en ponerse en cuclillas para retirar ropa que nunca usa y zapatos incómodos para eventos familiares.

Lo que encuentra, ciertamente, no es lo que espera. Chin tampoco parece serlo.

Allí, recostado contra una esquina del armario viejo está Danny lamiéndose el pelaje dorado rodeado de pequeños gatitos que duermen apilados contra su cuerpo. Steve a su lado los mira fijamente, tal vez debatiéndose entre dejarlos espiar o comenzar a lanzar zarpazos y mordidas.

Los primos no pueden evitar quedar boquiabiertos.

Kono, claramente, es la primera en reaccionar ante tal evento.

- ¡Mira! ¡Danny está teniendo gatitos!

- ¿Qué Danny no es macho? ¿Cómo es eso biológicamente posible?

- Que importa ¡Gatitos! -exclama ella feliz al ver cuatro pequeños mininos, tres de pelaje marrón y uno rubio.

Cuando Kono estira su mano para acariciar alguno, Steve la muerde.