||Steve "Voyeur" McGarrett||

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[Pairings: McDanno]

La primera vez que sucede, Steve está convencido que es un accidente. Después de todo, Grace se había marchado con su madre y Stan a unas vacaciones por Australia y Danny había quedado deprimido ante la noticia por no poder ver en un tiempo a su monito. El jefe del Five-0 sólo había querido ser buen amigo y no dudó en pedirle al rubio quedarse en su casa.

Claro, el hombre de Jersey se había negado más de una vez a tal idea. Steve debió reducir su lista de reglas considerablemente para hacer que Danny aceptara. No se arrepiente de su decisión, Danny era lo más importante primero.

La cuestión recayó sobre él la primera noche, cuando por debajo del volumen del televisor en la sala Steve fue capaz de oír leves quejidos masculinos. Quejidos pequeños y ahogados de Danny. El moreno, preocupado de una posible pesadilla, no duda en bajar por las escaleras para ayudar y ofrecer un poco de vago consuelo; solo para terminar con la imagen casi desnuda de su mejor amigo en su sillón.

Su cuerpo entero se paraliza y tiembla como si hubiera recibido una descarga eléctrica, no lo entiende. Ha visto otros hombres desnudos antes: compañeros de la Marina, colegas, civiles e incluso en una mala porno. Ver el cuerpo de Danny, o una parte de él, no debe provocar tal reacción. Pero lo hace. No lo entiende.

Su respiración se vuelve pesada en su pecho y las yemas de sus dedos pican con la idea de ir hacia su mejor amigo para tocar su piel tibia que brilla por el sudor, sentir el pelo rubio de su estómago y vientre bajo en su palma, deleitarse con los músculos de su cuerpo compacto.

Danny gime nuevamente, bajo y ronco, y Steve no duda en huir tan silencioso como había llegado allí. Su miembro duro como roca entre sus piernas le roba el sueño el resto de la noche.

Si hubiera sido ese el único altercado, tal vez Steve podría haberlo ignorado, fingir demencia y hacer de cuenta que nunca había visto el cuerpo de Danny Williams desnudo.

Oh, pero su compañero era un hombre cruel y la acción se repite y se repite durante su estadía. Al principio son sólo accidentes de un marine que debe tener la situación bajo control, queriendo comprobar que los gemidos provenientes de entre los labios de su compañero eran de placer y no de terror a causa de una pesadilla o un recuerdo doloroso del oficio.

¿Luego? Luego simplemente se convierte en un hábito que Steve odiara hasta la próxima vez. Porque cuando escuche ese pequeño sonido bajo las olas rompiendo la costa, Steve otra vez bajará con una excusa en su mente. Irá lento y observará oculto entre las sombras, sus ojos vagaran cada toque, su lengua saboreará cada suspiro ahogado y su cuerpo inevitablemente reaccionará ante el digno espectáculo que Danny le brindaba sin saberlo y se marchará una vez que el rubio hubiera terminado, con el cuerpo temblando por el placer y los gemidos como melodías en sus recuerdos.

Luego, en la seguridad de su habitación, Steve caería en un acto parecido con el nombre de Danny entre sus labios.

McDanno Drabble's Donde viven las historias. Descúbrelo ahora