||De Coronas y mujeres||

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[Pairings: McDanno] Kindom!AU, Viñeta; Fem!Danny, Alive!John.

El Rey John McGarrett, soberano de la Isla de Oahu y magnate de sus tierras allegadas, camina por los pasillos de su castillo con gesto preocupado; pues hoy en día su hijo y heredero al trono ha faltado nuevamente a otra rutina de armas con su maestro Sir Chin Ho Kelly.

John sabe como es Steve, sabe que su muchacho es un hombre centrado y da honor a su palabra. Por lo que ausentarse de su entrenamiento por ley real no es algo que él haría solo porque sí, eso mismo puede esperarlo de su hija Mary que siempre encuentra un modo de sacarle canas verdes ¿Pero Steve? Sin duda John no lo hubiera esperado de él.

Ciertamente el Rey se encuentra preocupado no en vano. Después de todo, Steve se ha comportado extraño luego de que se dio la noticia de que, como príncipe heredero, está en una fecha límite para entablar matrimonio con una buena mujer.

En días posteriores, bastas princesas y doncellas de alcurnia pasearon por sus pasillos y pasaron sus tiempos con su hijo mayor con el anhelo de cautivarlo y convertirse en su prometida. Claro que ninguna pudo llamar su atención, a menos que se hablara de Lady Williams.

Danni Williams es una mujer simple, de una familia humilde que se ha dedicado a servir y proteger tras
generaciones. De largo cabello rubio acompañado de ojos tan azules como el mar que rodea su reino, de pechos generosos, esbelta cintura estrecha y cortas piernas que visten pantalones como lo haría un varón.

Su hermosa figura tal vez es lo primero que vez de ella, pero prontamente su actitud sarcástica y hosca queda en evidencia sobre su belleza exótica.

Para lamento de John, su hijo no parece caer ante los encantos con mujeres como Lady Catherine, Lady Ellie, la joven noble Lori, Lady Alice o la doncella Lynn; quienes no dudan en asentir a sus ocurrencias o verse
encantadas ante sus historias de valentía sobre la frontera a manos de Wo Fat y sus hombres.

En cambio, Steve parece caer bajo una mujer extranjera que no parece tomar su palabra en serio, que se burla de él y que le ha dado un puñetazo en la cara la primera vez que se vieron.

John aún recuerda el Gran Torneo de Verano hace dos años atrás. Su hijo y Lady Williams coincidieron durante la batalla cuerpo a cuerpo, para gran sorpresa del pueblo y señores nobles allí presentes, Steve y Danni combatieron a fuerza bruta sin contenerse. Si bien Steve ganó derrotando a Lady Williams con un
rodillazo al estómago y una patada en las costillas que la sacó de la arena de combate, previamente fue preso de un puñetazo que le rompió la nariz, un dedo discolado, cinco feo moretones en el pecho que duró días.

Lady Williams no es la pequeña mujer que todos pueden ver, el estado en el que dejó al príncipe después del torneo le concedió un lugar en la Guardia Real junto a un puñado de fuertes mujeres leales.

Con Lady Williams cerca, John creyó ingenuamente que el interés de Steve menguaria y se dedicaría a buscar una esposa. Pues, eso no sucedió.

Steve siempre se lo puede ver en compañía de la pequeña dama, quien siempre grita y maldice como
un hombre hacia su soberano. Que durante los entrenamientos, corre en dirección opuesta cada vez que su hijo se presenta. Claro que Steve lo toma como un reto y corre tras ella sin dudarlo, John apenas pudo creerlo la primera vez que lo vio ¿Quién iba a decir que una mujer como Danni, con sus cortas piernas, podía mantener el ritmo de un príncipe entrenado desde su nacimiento?

Otras doncellas se muestran encantadas ante su hijo, siempre amables y educadas. Lady Williams observa a Steve como si fuera un idiota, no duda en llevarle la contraria y siempre tiene un no cada vez que Steve tiene una idea.

John no puede evitar sentir pésame por su hijo, después de todo es un hombre a la espera de una mujer que no parece interesarle su alta alcurnia.

Tan distraído con sus pensamientos, John llega a la recamara Oeste donde la biblioteca personal de su hijo aguarda. Un ama de llaves allí fue donde lo ha visto por última vez, claramente la anciana no advirtió que no está solo. Por lo que John se encuentra la vista de su hijo con Lady Williams.

Ambos están sobre un improvisado nido de almohadas, mantas y cobertores de colores suaves.
Lady Williams está sentada, con la cabeza de Steve sobre su regazo mientras sus dedos recorren sus
hebras castañas. Danni parece concentrada en una historia mientras Steve le presta atención con ojos
cálidos y soñadores

Ninguno parece notarlo, por lo que el Rey baja la mirada y se marcha sin hacer ningún sonido.

Tal vez ahora entiende porque su hijo nunca mostró entusiasmo a la hora de elegir esposa, ya que tal vez siempre tuvo la indicada en mente.

John espera que pronto puedan darle nietos.

Con esa imagen en su cabeza, el Rey John McGarrett vuelve a su habitación con una sonrisa en el rostro.

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