Capitulo 9
Victoria se quedó esa tarde conmigo, vimos una película. Los niños vinieron a la puerta y Carolina los sacos de mi pieza.
-Niños siga quieren ver televisión
-Si vece. Dijeron entrando.
-Niños vamos, que pena, no vuelve a pasar y los saco jalándolos de la mano.
Escuche llorar a Ana miles. Diego solo gritaba, se escucharon unos correazos y todo quedo en silencio.
-Gabriel, yo soy una mujer muy independiente, me gusta tener solo amigos.
-Me parece bien, pero si te soy sincero, me gusta mi soledad, que respeten mi espacio, no tengo celular, ni redes sociales.
-Bueno señor ermitaño, entonces te dejo solo. Salió y cerró la puerta.
Me levante era ya de noche, estaban perdiendo las velitas, se colocaban en faritos, Carolina las prendió en el balcón de su cuarto, cada uno cogió una velita y le pedía un deseo a la virgen.
Observe desde la puerta. Los niños me vieron y me dijeron.
-Vece las velitas, venga prenda una.
Diego me dio una velita roja.
-No se le olvide el deseo y rezarle a la virgencita.
-Niños si quieren pueden ver tele en mi pieza, no le veo problema. Dije
-No.dijo Diego. Mi manita, va a colocar cable, cierto.
-Si, les prometo que la próxima semana, vamos a tener cable, ese va hacer mi regalo de navidad. Dijo Carolina
Fui a la cocina, lave la losa que ensuciamos y la deje en su lugar. Carolina, entro junto con los niños ivan hacer arepas rellenas.
-Veci mi manita va hacer arepas, que rico um, um, um.
-Gracias, puedo ayudarles. Que tengo que hacer.
Hicimos arepas de promasa, rellena de ensalada de pollo. Jugamos con la masa, volvimos la cocina un desastre, pero cada quien hizo su arepa a su antojo, Carolina las puso en la parilla, se encargo de la cocción.
Fui a la fabrica en la mañana tenia mi propia oficina, tenia un secretario, un auxiliar. Me dedique a la venta de cemento. MI proyecto era abrir nuevos mercados.
Al medio día fui al casino, vi a Carolina, estaba en su oficio, trayendo y llevando losa, me quede observándola, Carolina era para mi la mujer perfecta. Fingia total indiferencia
En la noche me la encontré en la zona de patios.
-Hola Carolina, como te fue hoy.
-Bien y a usted Ingeniero.
-Bien, estoy acoplándome, Victoria me dijo que le estuvo indagando sobre mi vida.
-No... no se preocupe, yo le dije que no sabia nada de usted. Que le dijo ella.
-Eso, exactamente, Carolina gracias, por brindarme tu amistad, yo me siento muy a gusto aquí, con los niños, contigo.
-No se preocupe ingeniero, son niños y me da pena que sean tan confianzudos.
-A mi me agrada mucho su compañía. La tuya también, la tome por la cintura y le dije y no me diga Ingeniero, me agradaba mas cuando me decía Gabriel. En ese momento fuimos interrumpidos por sus hermanitos.
-Feliz cumple, cumpleaños, Dijeron en coro los niños, le traían un sobre.
Carolina los abrazo y les recibió el sobre, habían ahorrado la plata de su descanso.
-Para que te compres lo que quieras dijo Diego, no sabíamos que regalarte.
-Feliz cumpleaños le dije dándole un abrazo y un beso en la mejilla. La invito a salir, donde le gustaría ir.
-Claro manita, vaya, yo me quedo con mi hermanita. Dijo Diego
-Está bien, acepto, no nos podemos demorar mucho. Dijo Carolina
Salimos a comer, ella se puso un vestido, tacones, traía el cabello recogido. Me pareció hermosa, sencilla pero hermosa. Eso era lo que más me atraía de ella.
Camínanos unas cuadras.
- ¿Que le provocaría comer? ¿Cuál es su comida favorita?
-Una ensalada de frutas.
-Bien señorita, sus deseos, son órdenes.
Tome un taxi y la lleve a un centro comercial, allí había una barra de ensalada, la preparaba cada quien a su gusto. Ella La preparo con cereal fruta, queso y helado. Solo quise fruta y helado.
Nos sentamos al lado de una fuente, había bastante gente, me sentí extraño, ese plan era nuevo para mí.
-Feliz cumpleaños. Carolina, espero que cumplas muchos más, que todos los anhelos de tu corazón se te cumplan.
-Gracias, ingeniero. Perdón Gabriel.
Se le cayó el helado en el vestido, una porción muy pequeña, yo le ofrecí una servilleta.
-Qué pena, se me rego.
-No pasa nada le dije, le tomé una mano, estaba muy nerviosa. Tranquila. Le dije
-Es que no me gusta los sitios con demasiada gente, siento que me observan. Dijo Carolina
-Claro, que sí, tu eres una mujer muy bonita. No pasas desapercibida
-No pues, yo creo que lo observan es a usted. Se sonrió.
No le solté la mano, aproveché para aclarar el mal entendido con Victoria.
-Carolina, usted me agrada mucho, esta es una etapa nueva para mí, me encanta hablar, me siento en confianza, Siento que me estoy enamorando, solo que no quiero pasar por aprovechado.
-Ingeniero, le hizo daño el helado, pidió de ron bromeo.
Le solté la mano, hubo un silencio total.
-Lo lamento, usted también me agrada mucho y me da mucha confianza, pero es que yo no sé nada de usted y usted tampoco de mí, es que mi pasado no es muy agradable, es un oscuro pasado. Dijo Carolina
-A mí me pasa igual, un oscuro pasado, no me gustaría que le hiciera daño, no me perdonaría que algo le pasara por mi culpa.
-No se preocupe, no creo que sea ni la mitad de lo que me ha tocado vivir. Agacho la cabeza, vi como dos lagrimas corrían por sus mejillas.
-No te preocupes la abrace contra mi pecho, si te duele recordar, después hablamos de eso, hoy estamos celebrando tu cumpleaños. ¿Qué más te gustaría hacer?
-No sé, ir a la rueda volante, pero con mis hermanitos.
-Bueno, el fin de semana vamos, no se diga más.
Enci Silva
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LA CAIDA DEL CIEGO
ActionEn un mundo caótico, donde las personas tenemos que liderar, no importa sobre quien pasemos, solo lo importante es subsistir. Gabriel lo tenía todo, pensaba que el mundo y un Dios soberano, lo habían privilegiado. Tenía todo lo que un ser humano pod...