La Crónica de un secuestro

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Capitulo 19

Amor hoy tienes que arreglar el local yo me encargo de llamar a los proveedores.

Llame a la inmobiliaria y lleve a Carolina, para que conociera el apartamento, empezamos a hacer los documentos para arrendar. Aproveche y fui entregue mi apartamento. El televisor y la cama se la regale a unos vecinos del primer piso. Carolina llego junto con los niños,

-Hola Gabriel, se va a quedar con nosotros, entregue mi apartamento, regale mi cama y el televisor.

-Se puede quedar con nosotros, dijo Diego.

-Quédese con mi manita, yo duermo con Diego.

-Qué bonita, tu si eres mi amiguita, dame la mano y sellamos esta amistad.

-Qué bueno señorita, ofreciendo mi cama.

-Es nuestro amigo no lo podemos dejar afuera. Dijo Diego.

-Niños a dormir dijo Carolina, fue y los acostó.

-Ingeniero, vamos a dormir, me tomo de la mano y me llevo a su cama.

Me beso, la recosté en la cama.

-Amor te amo nunca pensé ser tan feliz me dijo.

-Hermosa de hoy en adelante solo seremos tu yo, no quiero más dudas, no va hacer fácil, nuestra familia son muy particulares

-Sobre todo la mía, deja que mi hermano se entere, vendrá como un ave de rapiña.

-No te preocupes, estaremos preparados esperándolo, mi familia es más sutil pero igual de problemática.

-Te amo, te prometo que voy a volverme sorda, no les voy aponer cuidado.

Me beso, yo le correspondí, el amor estaba en el aire,

nos dejamos llevar por el deseo, no hubo lugar que no le bese, ella era la forma más bonita de la vida de decirme que estaba vivo, que la sangre corría con fuerzas por mis venas, cuando tenía su cuerpo desnudo junto al mío, todo se detenía, no me importa si se acaba el mundo, el amor me volvió egoísta, no me importaba la educación que había recibido para ser el representante de la familia Arango, ya no quería ese título, se lo dejaba a mi tío o a mi padre, ellos verían que harían. Yo había encontrado un nuevo aliciente para vivir, me sentía complementado con ella, amaba cada uno de sus lunares, desnudos nos cobijó la luna. Me beso intensamente, acariciando cada parte de mi cuerpo, gemí, se colocó encima de mi poco a poco, me fui introduciendo en ella, sentí como su cuerpo se estremeció, la penetre suavecito, no queríamos despertar a sus hermanitos, tenía unos senos muy bonitos, los acaricie. Daniela decía que el sexo oral era algo cochino, jamás lo practique con ninguna de mis novias, Carolina esa noche me beso el pene, haciéndome estremecer, para mí fue algo nuevo, le bese la vagina,

-Tu eres muy hermosa. Me fascinaba como se ponía de calientica, su vagina me atraía, se lubricaba bastante, se ponía muy caliente, me atrapaba, la deseaba,

Termine desarrollándome dentro de ella, no era un deseo solo carnal, deseaba pasar mis segundos, minutos, horas siempre a su lado, al mundo somos lanzados solos, no buscaba un amor, pero lo tenía, me ama y la amo, no es perfecta, pero la quiero con todos sus defectos.

Cansados nos dormimos.

Me desperté carolina no estaba junto a mí,

Me dirigí a la cocina, estaba haciéndonos el desayuno,

-Hola hermosa, como amaneciste, gracias por esa noche tan espectacular.

La abrace, la lleve hacia el comedor.

-Preciosa, hable con mi hermana, me recomendó a una señora, para que te ayude en el apartamento y con los niños.

-Amor yo puedo, mira estoy dejando adelantado el almuerzo, voy a la salsamentaría, Doña Rosita es una buena empleada, con ella me basta en la salsamentaría.

-Preciosa, la señora Mariela, es muy buena con los niños, es muy eficiente en lo que hace.

-Bueno amor, estaba bien como quieras, si eso te hace sentir bien.

-Sí, así tienes más tiempo para mí, vamos a estar unos tres meses así, en semana santa hacemos un viaje, donde te gustaría pasar unas merecidas vacaciones.

-Amor el mar, me gustaría conocer el mar.

-preciosa deja todo en mis manos, ya se para dónde nos vamos.

Salí del apartamento y me dirijo donde mi hermano, quería ver desde su computador las cámaras de vigilancia, Me sentía perseguido, vigilado.

Observamos las cámaras y descubrimos a dos tipos sospechosos.

-Mira este te sigue hasta la fábrica, el otro tipo se queda vigilando la salsamentaría. Me preocupo mucho. El llame del apartamento de mi hermano.

-Hola princesa,

-Hola príncipe como vas,

-Bien, linda, te voy a pedir un favor, no dejes salir a los niños solos, mira bien cuando salgas, ten mucho cuidado, vale.

-Bueno señor, yo también te amo, también cuídate, no quiero que te pase nada, usted sabe señor que usted es mi vida,

-Te amo linda.

-Yo a ti amor. Amor te dejo tengo clientes, bastantes clientes. dijo emocionada

-Que bien, que bien esa era la idea.

Llegue a la oficina y me dijeron que Carolina me estuvo llamando.

Le devolví la llamada, tenía apagado el celular, llamé a la Salsamentaria

-Rosita, con Gabriel, necesito a Carolina, me la pasas por favor.

-Don Gabriel, lloraba, lo que pasa es que unos hombres se llevaron a los niños los subieron en una camioneta, no pudimos hacer nada, nos golpearon a las dos. Se atacó a llorar.

-Carolina, como esta, donde está. pregunte

-Se fue para el puesto de policía. Dios mío que es lo que está pasando.

-Tranquila, yo voy para el puesto de policía. Yo la mantengo informada.

Colgué, me dirijo al puesto de policía, nadie me dio razón de Carolina, según ellos nunca estuvo allí.

Enci Silva

LA CAIDA DEL CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora