Conflictos familiares

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Capítulo 39

A las dos horas mi hermana me busco llorando.

-Gabriel, respóndeme Gabriel grito

-Que paso, mira Solimán me llamo, que Sebastián le está haciendo un escándalo a Jean Paul en la mansión de Alexander. Vamos. Por él.

- ¡Se enloqueció! Llame a mi padre. Le conté lo que estaba pasando, salimos con los guardaespaldas de mi padre. El llamo a Alexander, le dijo que mi hermano estaba bravo porque el alemán se había metido con una novia de él, ya vamos por la cosa de tragos.

Llegamos, mi padre nos dijo que lo esperamos dentro del carro.

Vi como discutían los dos hermanos, Sebastián, lo sujetaban dos guardaespaldas, Salí del automóvil, le dije a mi hermana que no saliera. Di órdenes de no dejarla salir.

-Buenas noches salude. Tome a mi hermano de un brazo.

-Vamos, te pasaste de copas, mañana será otro día. Lo lleve al carro.

-no yo no me voy junto a ella y se montó en la camioneta de los guardaespaldas.

Mi hermana agacho la mirada. La vi muy triste.

-Papa vamos, (Mierda me equivoque, pense rápidamente, le puse la cereza al pastel) Señor Alexander, que pena no se preocupe, que no le vuelvo a decir así. Tío vamos, ya no hay más que hacer aquí.

-Hijo necesito hablar contigo, permíteme explicarte.

-No, qué pena con usted, pero yo no lo conozco, el papá que yo conocí, que quise no se parece a usted. Que tenga buena noche, pero no se preocupe, usted ya tiene mi reemplazo, ay está el alemán, digno hijo suyo. Tome a mi tío del brazo y nos subimos al carro, abrace a mi hermana.

Mi padre le pregunto a mi hermana.

- ¿Estas embarazada de Jean Paul?,

-Papa yo...

-Solo contesta sí o no.

Los hombres de Alexander nos vieron marchar, mi primo ordeno abrir las puertas.

-Sí, contesto llorando

Acabas de sentenciar la muerte de tu primo, si Alexander se da cuenta, ese joven tiene las horas contadas, y Sebastián le acaba de poner la lápida. Mi hermana lloro.

-Tranquila, no te preocupes. Papá acabemos con este operativo, llama a Jean y dile que es hora de regresar a casa. Le dije

-Jean Paul está decidido a encontrar al papá. Dijo mi padre

-Si claro eso era antes, pero ahora va hacer papá eso le cambia los planes a cualquiera le dije

-Si claro, como no, como se los cambio a ti, sigues retando a Alexander, no te importa tu hijo.

Llegamos a la mansión y mi padre le dio a Sebastián motivos para estar enojado.

- ¡Que irresponsabilidad!, como se te ocurrió, no pensaste en tu tía, en tu hermana, le pusiste una lápida a tu primo. Ve y revisa las cámaras, sigue la señal de su celular, mira si podemos hablar con él. Se lo serviste en bandeja de plata a Alexander.

-Claro señor, ya voy, y mi hermanita no es irresponsable. Tanto teatro yo no me quiero casar con el lloraba, pataleo, mentiras, falsa es lo que es, no me quiero casar, pero quiero ser tu puta.

Mi padre le dio un bofetón que callo en la silla.

-Mira cómo te expresa de tu hermana, respeta, peleamos contra Alexander y no somos diferentes a él.

-Puto vamos a mirar las cámaras le dije. Y lo jale del brazo

Fuimos y todo estaba en calma Jean Paul no se veía por ningún lado.

-Gabriel, si llamamos al solimán, y le preguntamos por Jean.

-Si buena idea. Márcale y me lo pasas.

-Solimán con Gabriel, como esta, necesito que me hagas un favor si se puede, pero lo más discreto posible.

-Claro joven dígame.

-Necesito al alemán. Le dije

-No joven, él ya la está pasando muy mal, es mejor que lo dejen en paz. Su padre le pego una humillada delante de todos.

-Sí, que vaina, mi hermano, está muy enojado, quiero saber qué fue lo que paso. Me quede muy preocupado.

-No se joven, le grito, que estaba embarazada y él no le quería responder. Y se le fue encima. El alemán solo lo detuvo por los brazos y él lo cogió a patadas. El alemán no le respondió, no hizo nada. No entendimos nada, su padre también nos interrogo, pero no sabemos nada.

-Bueno gracias quede en las mismas. Le dije y colgué

Miré a mi hermano y le dije:

-No te preocupes está bien eso parece, como siempre Alexander lo trato mal, pero parece que no sospecha nada.

Me timbro el celular y era Jean Paul.

-Gabriel me pasas a Alicia.

-Hola primo, no, me parece que hablen por teléfono, es mejor que dejemos las cosas así por ahora Alexander está a punto de descubrirnos,

-Pásamela un minuto. Insistió Jean Paul.

Fui a su habitación y le dije.

- Jean Paul Quiere hablar contigo. Le dije pasándole el celular.

-Bien, y tu como estas decía mi hermana.

-Yo te lo iba a decir, pero todo se complicó. Estas bien.

-Si te escribo por mensaje. Bueno. Colgó y me paso el celular

-Está bien, me voy a dormir. Que duermas me dijo

La abrace.

-Tranquila, no te preocupes, vamos a estar pendientes de él, pero por favor aléjate de él, por lo pronto, Ahora si vas experimentar porque yo me alejo de caro y tú me lo reprochas.

Se fue a dormir. Me fui en busca de mi hermano y le dije:

-Bueno puto esta vez la libramos, pero papá tiene toda la razón, dejemos de ser tan impulsivos, ven apaga todo vamos a dormir.

En la mañana mi hermana estaba feliz contadnos.

-Dijo que va a venir hablar con papa. Va estar pendiente de mí. Dijo estar feliz de ser papá.

-Hermanita me alegra por ti.

En las horas de la tarde lo vi hablando con mi padre, mi tía estaba feliz, iba a tener un nieto. Mi hermana igual las cosas le estaban cambiando. Y de qué manera. Jean Paul tenía una familia, nunca supo que era eso, ahora lo iba a experimentar.

Solo en el mundo y de pronto se encontró con una mama. Un hermano, una novia y un hijo.

Enci Silva

LA CAIDA DEL CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora