Capítulo 40
Estaba ocupado preparando la llegada de mi hijo. Faltaba un mes para que naciera. Alicia, se la pasaba controlándole la presión a Caro.
No se ocupó más de Ana mile, de ella se ocupó mi tía, las dos congeniaron bien.
Los últimos días Caro no dormía, él bebe la ahogaba. Me levantaba, se sentaba en una mecedora y allí amanecía, Mi hermana decía que era normal, para mí no lo era, Valore a mi madre, me imagino como seria Alexander con ella en los embarazos.
Los días pasaron volando. Caro estaba en sus últimos días de gestación.
En la madrugada se paró al baño, me dijo:
-Amor mira que tengo un dolor bajito, mas maluco.
Le ayude a sentarse en la mecedora, la arrope con una cobija.
-Te voy hacer una aromática.
Le preparé la aromática y le traje una pasta para el dolor.
-Tomate un acetaminofén, le ofrecí un vaso de agua.
Me acomode en el sofá, observándolo.
-Amor ya me siento mejor, duérmete tranquilo. Me dijo
Me acomode en el sofá, me acaricio la cabeza, me dormí. Amaneció y la escuche en el baño.
- ¿Linda como seguiste? Le pregunte
-Me sigue doliendo, cada vez es más intenso. Se quejaba Carolina
Me acerque la ayude a salir del baño, estaba sudando.
-Tranquila, linda, voy a llamar a mi hermana acomódate en la silla. Ya vengo.
Llame a mi hermana ella vino enseguida.
- ¿Que sientes Caro? Pregunto mi hermana
-Un dolor bajito, se calma y empieza más intenso. Dijo Caro
-Una contracción, respira, respira por la nariz y vota por la boca lentamente. Lentamente. Gabriel esta en trabajo de parto. Dijo mi hermana
-En que te ayudo, que tengo que hacer. Le dije
-Nada tranquilizarte solo cálmate. Esto durara un poco está empezando. Dijo Mi hermana
-Caro tienes que ser fuerte mujer, cada vez que sientas el dolor que dices me avisas, para llevar un conteo. Dijo mi hermana
-Ok. Alicia tengo mucha sed. Se quejó Caro
-No puedes tomar agua, ni comer nada de aquí en adelante, ahorita te voy a poner suero. Todo está muy bien. Le decía mientras le limpiaba el sudor de la cara. No me le vayas a dar nada Gabriel, esto es muy serio, no puede comer nada ni beber quedo claro. Si Dijo mi hermana muy seria
Caro se quejaba de la sed. Tomé un algodón lo humedecí con agua y le puse en la boca. Hice lo mismo varias veces.
-Amor, no te preocupes yo, voy a estar bien. El dolor es un poco intenso, pero me da descanso. Me dijo Caro tomándome de las manos
Las contracciones cada vez fueron más seguidas., me tomaba la mano con fuerzas, llorando. Llame a mi hermana.
-Estas seguras que no hay una manera que no le duela tanto. Le dije
-Vamos a la mesa de parto ya todo está preparado.
La ayude a llegar hasta la sala de parto. Estaba su amiga, ella era una pediatra, dos enfermeras mi hermana.
-Gabriel, sal y nos espera afuera. Dijo mi hermana
-Linda... no le pude decir nada.
-Va a nacer tu bebe, colabora espéranos afuera. Me aconsejo mi hermana
Me quede afuera junto con mi hermano, mi padre, mi tía y mi primo. No tenía paz, se me hacia una eternidad. Escuchamos llorar a un bebe.
-Nació dijo mi padre, ya eres papá. Me dijo mi padre abrazándome.
Me abrace a él, era una alegría indescriptible, nació mi hijo. Al cabo de un rato, Alicia lo trajo, nos lo presento.
-Tu hijo Gabriel, bebe este es tu papa.
Lo tome en mis brazos, era tan pequeñito, tan tierno, estaba calientico. Lo tome con seguridad para darle confianza. Y decirle Bienvenido.
-Hola hijo, bienvenido a la familia, este es tu abuelo, tu tía y tu tío, este par esta medio locos, pero no te preocupes, yo estoy aquí para cuidarte, protegerte, quererte y enseñarte a caminar por el sendero más seguro, no escatimare esfuerzo en ayudarte a buscar tu camino. Te amo. Tu eres mi tesoro más sagrado, te convertiste en mi motor. Doy gracias a la vida por permitirme conocerte. Te amo. Te amo no se te vaya olvidar nunca.
-Ve y se lo llevas a Caro, debe estar ya esperándolo. Me dijo mi hermano
Entre en la habitación caro estaba acostada en la camilla.
-Hola linda. Vinimos a visitarte, ella es tu mama, le dije colocándolo en sus brazos.
-Es tan pequeñito, tan hermoso, huele tan rico, me gusta el aroma de los bebes. No te parece. Dijo Caro.
-Si es un angelito, muy hermoso se parece a su madre. Cómo te sientes le dije dándole un beso.
-Bien amor, bien, todo salió muy bien, tiene un peso normal, esta sanito gracias a Dios. Le rogué tanto a la virgencita que naciera bien.
-Qué bueno, linda tienes hambre. Te traigo algo de comer. Mi tía te está haciendo un caldo. Dijo que era muy saludable. Tu sabes cómo es ella.
-Si tengo sed. Pero tu hermana dijo que esperara, me saco unos exámenes. Ella es un poco exagerada, que no me vaya a escuchar porque se pone brava. Ella se preocupa mucho por mí, y esta como loca por él bebe.
-Mi papa está igual, si vieras como lo miraba. Mi hermano, se quedó pasmado, primera vez en su vida que lo dejaron sin argumentos.
-Te amo, gracias por acompañarme todo este tiempo. Me dijo con una sonrisa
-También te amo linda, gracias a ti por este hermoso bebe, me hiciste muy feliz.
Mi hermana entro, trayendo los exámenes y mi tía le trajo el caldo.
-Tía bajo en grasa, los puntos deben sanar. Dijo mi hermana
-Claro sobrina y el ombligo del bebe debe sanar también. No me vengas a enseñar tú, yo parí dos hijos. Dijo mi tía
Las mire, mire a caro. Le recibí el caldo a la tía
-Linda te lo voy a cucharear.
-Tengo mucha sed. Se quejó de nuevo caro
Te voy a traer una agüita de Jamaica, para que te refresque.
Dijo mi tía.
Mi tía y mi hermana se encargaron de Carolina, hasta que cumplió la dieta, yo me encargue de ayudarle con él bebe, ayudándole a bañarlo vestirlo, cambiarlo, de la alimentación se encargaba Caro. En las noches dormía poco, ella le daba de comer y yo lo paseaba por la habitación para sacarle los gases. Me sentía muy compenetrado con ellos. Su aroma como decía caro, era delicioso, su piel una porcelanita, muy suave y su pelo era una lanita, la siesta después del almuerzo la hacía con ellos, él bebe dormía encima mío. Los tres nos acomodábamos para dormir juntos en la cama.
Enci Silva
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LA CAIDA DEL CIEGO
ActionEn un mundo caótico, donde las personas tenemos que liderar, no importa sobre quien pasemos, solo lo importante es subsistir. Gabriel lo tenía todo, pensaba que el mundo y un Dios soberano, lo habían privilegiado. Tenía todo lo que un ser humano pod...