la locura del amor

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Capítulo 16

Nos dijeron que la cena estaba cérvida me dirijo junto con mi hermano al salón de eventos. Después de cenar estaba tomándome un trago de wiski en las rocas.

-Puto, ¿quiénes serán los Judas que nos traicionaron?, el viejo le dio duro, él se sentía ganador, tocara segunda vuelta

-No sabría decirte, te dejo un segundo voy al baño.

Me incorpore y me dirijo al baño. Al salir decidí llamar a Carolina, pensaba quedarme en el apartamento de mi hermano. Estaba buscando a mi hermano para que me préstate el celular cuando, vi a Carolina, Azucena y a señor Molano. No pude evitar mi cara de asombro. La cara de satisfacción de Azucena lo decía todo

-Ingeniero Arango. Como le va, le presento a mi amiga Carolina, me dijo Azucena.

-Por eso nunca me hablo de su familia, que bonito, lo mandaron de espía a la fábrica de cemento y yo le serví de parapeto para incorporarse, Me alegro que se diviértera.

La tome del brazo y la jale hacia los baños.

-Tranquilo no tiene que esconderme, yo ya entendí, el hijo del magnate, puede decir que yo soy la mesera, o la señora que le limpia su habitación.

Salió corriendo por la cocina, seguramente por esta área entraron, la seguí y le dije:

-Carolina, Carolina le grite. Déjame explicarte

-Que vas a explicarme, no te preocupes, la gente de la alta alcurnia no le dan explicaciones a los plebeyos

--No actúes como la cenicienta, sin perder un zapato.

-Tengo que perder un zapato, te lo regalo, lo dijo y se agacho y me lanzo un zapato, lo esquive.

Mi hermano nos miraba asombrado, me detuvo, me tomo por el brazo, me dijo:

-Qué mujer tan hermosa, de razón que te tiene atrapado, déjala que se le pase, tiene su carácter. No tiene una hermanita que me presentes,

-No, tiene un hermano bromee, estaba de un mal carácter, pero tenía que disimular, había mucha gente de la farándula, prensa y demás

Le hice caso y decidí tomarme unos tragos con él, el día siguiente era 31, la pase también con él, con toda mi familia llame varias veces a Carolina pero no me contesto.

El primer día del año fuimos al club, jugué tenis con mi hermano. Me quede en el apartamento de él.

-Ya llamaste a la princesa Zulia.

-No le digas así, se llama Carolina.

-Se parece a la princesa Zulia, ella fue una heroína, peleo contra los

conquistadores, Los Españoles llegaron y mataron a gran parte de su pueblo, entre ellos a su padre, ella decido enfrentarlos, les gano con 2000 hombres al mando, su estrategia fue dividir su hombres en dos bandos, uno lo comandaba ella y el otro lo comandaba Guamaray después de ganar esta batalla Surgio una historia de amor entre ellos, se casaron, las tribus se dividieron y esto lo aprovecho los conquistadores y la atacaron, Zulia sabía que iba a perder, decide luchar hasta morir, antes de ser esclavizada, Guamaray sobrevino y se une a otras tribus para continuar la resistencia.

-Muy valiente la princesa Zulia. Se parece a ella en eso es valiente, a ella le a tocado luchar para sacar a sus hermanos. Carolina no me responde, préstame tu celular la vuelvo a llamar.

Le marque a su celular pero estaba apagado. Esto era algo nuevo para mí, definitivamente, estaba enamorado de Carolina, no la iba a perder, tenía que encontrar una forma de acercarme a ella

-Dale tiempo, después la llamas. Me aconcejo

-Ay hermanito, si vieras lo que es estar así, todo me estaba muy bien entre nosotros, pero siempre ay terceros que solo quieren hacer daño. Le dije

-Hermanito te veo tan diferente, la princesa Zulia te cambio, Qué tal si nos enfrentamos en Gears of War

-Quieres perder, no te cansas hermanito no tienes dignidad.

-He mejorado, tengo nuevas jugadas.

Nos dedicamos esa tarde a recordar nuestra adolescencia, era un juego de Xbox one.

El dos de enero fui de nuevo a la empresa, mi hermano me consiguió, el uniforme y me dio un pantalón de él.

-Necesito un Jeans petrolero, así es el uniforme, mando a su guardaespaldas a comprarlo.

Llegue a la empresa, todo como siempre, le pedí a mi auxiliar que me comunicara con el ingeniero Martínez-

-Ingeniero Arango, como sigue, que buena la velada del 31, me tome mis buenos wiskis. Dijo

-Ingeniero Martínez, me alegra que la haya pasado bien en la reunión de mi familia. Necesito pedirte un favor. Le dije

-Claro ingeniero, como negarle un favor al dueño del aviso. Dijo Martinez

-Necesito que hable con la señora que maneja el casino, quiero que despida a Azucena, la Joven que sirve en la barra. Le dije

-Claro yo vi el escándalo que hicieron en la cena, y los otros dos que hago con ellos. Dijo Martinez

-De ellos me ocupo yo. Dije

-Bueno ingeniero sus deseos son órdenes. Dijo Martinez

Fui y almorcé, me senté con el ingeniero Martínez, ya no tenía que fingir, todo está descubierto, la lambonería de algunos fue evidente.

Encí Silva

LA CAIDA DEL CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora