Alicia la detective

28 3 0
                                    


Capitulo 35

Carolina estaba muy delgada, se veía enferma me preocupe.

-Linda, te veo más delgada, te sientes bien, te estas alimentado bien.

-Si amor, es que no me para nada en el estómago, todo me produce vomito.

- ¿Mi hermana que te ha dado para eso?

-Una gota, pero no me han servido mucho, tu tía me dio un té de llevas y parece que eso si me sentó. No he vomitado después del almuerzo.

-Qué bueno señorita, porque yo quería que hiciéramos unos Waflex. Le acaricie el estómago, Hola hijo, yo soy tu papá, te amo hijo, tienes que dejar a mamá comer. Le di un beso. Vamos la tome de la mano.

-Que bien, a escondidas de tu hermana. Dijo Caro

-Manos a la obra vamos a la cocina.

Fuimos a la cocina, nos encontramos con mi tía.

-Yo les hago los Waffles, soy una experta pregúntale a Antonio. Dijo Tía Alicia

-Bueno tía, vamos a degustar tus Waflex y te doy mi punto de vista. Dije muy serio

Carolina, se me pegaba a mi cuerpo, la abrace. Le di varios besos.

-Qué bonita es tu novia, me encanta verlos así. Dijo Tía

-Que lindos haciendo Waffles, si sabes que Caro está muy débil, debe comer comida sana. Dijo mi hermana.

-Claro, mi tía nos va hacer Waflex de verduras. Dije en tono muy serio

-Qué bueno, pero a mí me da con queso, nitela y fresa. Dijo mi hermano.

Me levanté y me dispuse a ayudarle.

-Tía ven te ayudo, ya somos muchos.

En ese momento llegaron dos empleadas a ayudarle. Ese ambiente familiar me gustaba mucho.

Dormí abrazado a Carolina, en la noche mi hermano me despertó,

-Ingeniero, necesitamos que se reporte aquí. Golpea la puerta, se escuchan varias voces, risas. Abrí la puerta y era mi hermano junto con mis primos, Antonio, Jorge, Sandra y Alicia mi hermana

-No jodas, Caro se te olvido colocar el cartel en la entrada de no molestar. Bromee

Mi hermano, me abrazo y dijo:

-te invitamos a una partida, mi primo Antonio te gana. Si vieras la forma de jugar. Me jalo hacia la sala de juegos

-Vamos Caro, nosotros también, jugamos D1 con mi tía. Dijo Alicia

-No, es que no sé de qué se trata,

-Aprendes yo te explico, es un juego de cartas, nos tomamos un hotelito. Dijo mi hermana

-Linda vamos, le dije y le ayudé a levantarse

Nos divertimos jugando halo, Lo acompañamos con un buen wiski, mi padre nos acompañó, se sentó a dialogar con mi tía Alicia. Al calor de los tragos hablaron se rieron. Termino jugando D1 con Caro, mi hermana y mi tía Alicia.

En la mañana, decidí encender mi celular, tenía llamadas perdidas de Alexander y un mensaje de voz, donde me invita a dialogar con él.

-Papa tu hermano, me ha llamado, me dejo un mensaje invitándome a escucharlo, dice que necesita darme una explicación de los hechos.

-Hijo, necesitamos saber sobre tu primo, tenemos que saber que hizo con él.

-Si sobrino, necesito de tu ayuda, por favor tengo que saber si aún vive, si no donde está enterrado. Dijo mi tía

-Tía tranquilízate. Tenemos que hacer un plan para averiguarlo. Tienes una foto de él, mi hermano, puede proyectar esa imagen, para saber cómo sería en el día de hoy. Les dije

-Si tengo una foto. Ya te la traigo. Dijo tía

Fuimos con mi hermano, escaneamos la foto y utilizamos un programa para saber cómo sería mi primo a la fecha de hoy.

La coloque en la pantalla de mi celular. La miraba se me parecía a alguien, pero no lograba saber a quién. Mi hermana Alicia quiso verla.

-Deja mirar, tiene rasgos familiares, se parece al alemán. Dijo mi Hermana

-Sí, ese es el alemán, giremos la imagen, es el. Dijo Sebastián

-Si ahora si se parece. Les confirme

-Necesitamos hacer una prueba de compatibilidad con él. Dijo mi Padre

-Fácil, yo le llamo, le pongo una cita. Tengo dos alternativas para obtener su ADN, con un pinchacito o con su cabello, les aseguro que obtengas los dos. ¿Cómo se llama mi primo?

-Jean Paul Zamora Arango. Dijo mi tía

-El alemán se llama Juan Pablo Zamora. Si puede ser él. en ingles seria Jean Paul Zamora. Les dije

-Necesitamos esa prueba. Dijo mi padre

Mi hermana lo llamo, no le contesto, al medio día la llamo, le puso una cita en el parque los almendros. Mi hermana llego, nosotros la vigilamos desde una tienda de artesanías que había cerca, mi tía emprendió una charla con la vendedora de nunca acabar, le compro varios artículos.

Llego el alemán se acercó a mi hermana la saludo.

-Señorita Alicia. Gusto en volverla a ver.

-Señor juan que bueno verlo, como le dije por teléfono, necesito un favor, lo dijo señalándole la silla para que se sentara.

-Dígame, en que puedo ayudarle.

-Lo está vigilando, el señor Alexander se va a dar cuenta que nos reunimos.

-Sí, es que andamos en una pequeña misión, pero como dijiste que era urgente.

-Si me urgía pedirte un favor, quieres un helado, yo, si quiero de chocolate.

El alemán compro dos helados, mi hermana aprovecho y saco un aparatico pequeño para tomarle la muestra de sangre, se sentaron los dos a comer helado.

-Desde la época de colegio no degustaba un helado en el parque.

-Qué bueno, recordé tu época de adolecente. Bueno que era eso tan urgente que necesitabas.

Le sonrió alzo la mano por encima de la cabeza, le dijo algo en el oído, aprovecho y le dio un pinchazo, en la parte del cuello.

-Ay, se quejó. Se llevó la mano al cuello

-Que paso. Le dio la muestra disimuladamente al vendedor de helados

-Me aruñaste con algo. Dijo el alemán

-No sería con la pulsera, deja mirar, y enredo su pulsera en el cabello.

-Ay se enredó en tu cabello, pero que torpe, espera un segundo le paso el helado al vendedor.

-No ahora si somos el blanco de atención de todos. Dijo el alemán un poco enojado.

-No te muevas mira más se enredó, espera me la quito. Ya mira, ahora si te la desenredo. Dijo Alicia

Aprovecho y metió su pulsera al bolso, con varios cabellos enredados.

-Qué pena contigo, señor cuanto le debo de los helados. Dijo mi hermana

Pago los helados. Mientras el alemán se acomodaba la camisa. Mi hermano arranco en su moto, se encontró más adelante con el vendedor de helados infiltrado y le dio la muestra de ADN, Alicia se despidió del alemán y se fue.

Nos encontramos con mi hermana en el laboratorio de la universidad, ella tenía amigos allí, mando a analizar las muestras, aproveche para felicitarla.

-Que bien hermanita, aprovechaste que le gustas al alemán. Ahora si vamos a aparentar con él, ahora todo tiene sentido, necesitaba que te casaras con él, así todo quedara en familia. Esa era la jugada del gran Alexander

-Ni lo digas, él es nuestro primo, estoy tan segura. Dijo Alicia

Enci Silva

LA CAIDA DEL CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora