los hermanitos Arango

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Capítulo 29

En la mañana me despertó el celular sonando.

-Hola romeo, lo estoy esperando, debemos salir muy temprano para que no nos vean.

Carolina se despertó y se abrazó a mí.

-Buenos días hermosa, sigue durmiendo, yo te llamo, más tarde al celular de mi hermana.

Se aferró a mi cuerpo. La abrace. Teníamos que separarnos.

-Amor, no te preocupes, yo voy a estar bien, tengo una doctora personalizada, algo regañona, pero se preocupa mucho por mí.

-Hermosa, eso me deja más tranquilo, voy a hablar con tus hermanos, de paso miro como están.

-Amor me le llevas una chocolatina a Anamile y un pastel a Diego. Me les dices que yo estoy pendiente de ellos. Que los quiero mucho.

-Claro amor, yo les digo. Si necesitas algo, pase lo que pase, llámame, yo voy a estar pendiente, no importa la hora. Te amo. Cuídate. Y cuida al bebe.

La bese, la acomode en la cama y me aleje.

Salí a prisa por las escaleras, eran las 6 de la mañana, caminé hasta la piscina mi hermano me esperaba, estaba con Maximiliano y mi padre.

-Hola hermanito, ni te pregunto cómo amaneciste, porque traes una cara que te delata.

-Buenos días dije a todos.

-Buenos días hijo, te veo más tranquilo, espero que pienses lo que vas hacer de ahora en adelante, piensa en tu mujer y tu hijo.

-Si, por lo pronto, necesito encontrar al hijo de mi tía, necesito saber si a un vive y en dónde. Espero de tu colaboración, lo mismo de ti hermanito. Ayúdenme.

-Claro estamos para ayudarte dijo mi padre.

-Cuenta con eso dijo Sebastián. Nos dirigimos al lago. Encontramos nuestro equipaje, en el lugar que lo dejamos, Maximiliano nos sacó en una chalupa de allí. Recogimos la moto de mi hermano. Fuimos a la salsamentaría.

-Buenos días. Rosita como le ha ido.

-Bien sí señor, yo le consigne ayer a la cuenta como habíamos quedado.

-Excelente Rosita, venía a vista a mis cuñados, quería saber cómo se estaban portando.

-Bien, siente ingeniero ya se los llamo.

En unos segundos llegaron corriendo.

-Gabriel en coro me saludaron.

-Hola par de pillos. Como se han portado.

-Bien dijo Diego, Ana miles es muy voluntariosa, no hace caso.

-Ana miles como así.

-No, mentiroso, mentiras y se puso a llorar, él lo hace para perjudicarme lloro.

Sebastián no pudo controlar la risa. Lo mismo la señora Rosita.

-Ana miles espero que sean mentiras, porque no quisiste vivir con tu hermana, te enviaron para aquí, y tampoco te vas adaptar. Dime que hacemos.

-Es que esa señora es muy regañona, que coma así, que se siente así, que no hable. Muy aburridora.

-Cual señora.

-La doctorcita malgeniada de Doña Alicia, amargada, no tiene novio siquiera.

Sebastián se reía con ganas.

-Vuélvelo a repetir y yo se lo gravo y se lo envió a la Doctora amargada. Dijo Sebastián

-Vamos hacer una cosa, te vas a quedar aquí, estos meses mientras terminas de estudiar. El próximo año conseguimos una casa y nos mudamos los cuatro.

Si Ana miles saltaba y Diego igual.

-Espero que esto sea un compromiso les dije abrazándolos.

-Si nos vamos a portar bien, te lo prometo dijo Ana miles.

-Si está bien, el próximo año volvemos a vivir juntos. Dijo Diego.

Me despedí de los niños y la señora Rosita. Me fui con mi hermano al club por nuestros objetos personales, los habíamos dejado con Sandra una amiguita de mi hermano-

-Hola Ingeniero, por aquí lo han estado preguntado me dijo.

-Sí, y eso quien. Le pregunte sonriendo.

-El guardaespaldas de tu padre. Por ay anda.

Mi hermano, se quitó la camisa, y se puso una pantaloneta de baño.

-Ponte una pantaloneta y nos metemos a la piscina, pide una botella de wiski, el mejor wiski que tengan. Invita a tus amigas, a mijos vamos hacer una farra, pero que parezca horas que estamos tomado, si es posible días. Le dijo a Sandra

De repente estábamos en la piscina bebiendo mares de alcohol, cuando apareció el alemán.

-Los hermanitos Arango, nos llamó, me permiten un momento.

-No, te lo puedo creer lo tienen de niñero, que mal, hemos perdido credibilidad ante el Señor Alexander dijo mi hermano en voz alta.

Nos reímos todos. Se acercó a la piscina, me dirijo hacia él.

-Su padre está preocupado por ustedes, no contestan el celular. Su madre igual. Se están convirtiendo en un icono en uña, y me tocara extirparlos

-Tú y cuantos más. Yo llamo a mi madre le dije. Me divirtió verlo así, de niñero como dijo mi hermano, no la estaba pasando bien y a mí eso me divertía.

Salí de la piscina me comunique con ella, la tranquilice. Le dije que estaba celebrando un contrato que me había salido para trabajar fuera del país.

Tenía que, a averiguar sobre mi tía, según los datos que nos había mi padre.

Mi tía Alicia viajo a España, se casó, tuvo un hijo. La ultima residencia que tenían era en Alemania. Decidí viajar a España, seguir el sendero de la tía Alicia, estaba empecinado en encontrar a mi primo.

Mi padre y mi hermano me ayudaron a rastrear al esposo de mi tía Juan Zamora se llamaba, Llame a mi hermana para saber de Carolina.

-Hola hermanita como vas,

-hola hermanito bien, necesitas a Carolina.

-sí y también para avisarte que voy para España. Necesito que cuides a Carolina. Cualquier cosa me avisas.

-Si mi padre ya me dijo, él dice que es mejor encontrar a mi primo, tenemos que ayudarlo, no sabemos en qué condiciones este. Tarde, pero es mejor encontrarlo.

-Hola amor, como estas.

-Hola linda bien, y tu como seguiste.

-Bien amor, fuiste donde mis hermanos.

-Si amor, ese par están bien. Yo los vi muy bien.

-Qué bueno amor, me dejas más tranquila, el señor Alejandro los va a traer este fin de semana.

-Linda yo les dije que el próximo año vamos a vivir juntos los cuatro, bueno los cinco. Hermosa tengo que hacer un viaje al antiguo continente, no se cuánto me demore, voy a buscar a mi primo.

-Ya el señor Alejandro me dijo. Tranquilo, Cuídate. Te amo, no se te olvide.

-Yo también te amo, cuídate y cuida a nuestro hijo.

-Un beso y un abrazo. Te amo.

-besos, muchos besitos.

-Amor cierra los ojos, cierra los ojos por favor, sin hacerme trampa me dijo

-cierro los ojos, me pareció un disparate, pero los cerré. Ya amor ya los cerré.

Escuche el sonido de un beso a través del celular. Se sintió, tan real, me quede algo confundido.

-Te amo, aquí te estaré esperándote, junto con nuestro hijo. Dijo

Enci Silva

LA CAIDA DEL CIEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora