Hisako Ozora es la hermana de Tsubasa. Es una chica con una enorme determinación, es divertida, y tiene un humor bastante variado.
Ambos se mudan a la ciudad de Nankatsu, Shizuoka, donde conocerán a muchos chicos que se convertirán en grandes amigos...
Tsubasa tiene el balón y tira directo a la portería, pero ese grandulón lo detiene con su estómago.
─Imposible...
─Ja, lo siento, pero mientras yo esté aquí, ¡nadie anotará! ¡Prepárate!─ hace un despeje largo hacia nuestra portería, donde uno de los jugadores del Naniwa lo recibe y dispara, consiguiendo el primer gol del partido.
─Diablos, ese grandote es muy bueno─ digo.
Misaki dispara hacia una de las esquinas de la portería.
─Por su enorme complexión, no podrá detener un tiro bien angulado.
Pero se equivocó: Nakanishi pudo detenerlo con una sola mano.
─¡Se los dije, ninguno de ustedes anotará!─ realiza otro pase muy largo, pero Yuri logra interceptarlo, y realiza un pase hacia Kisugi, quien también intenta disparar, pero el idiota del portero logró atraparlo.
─Ni siquiera Kisugi pudo anotar, no lo creo─ dice Izawa sorprendido.
─Y sí, bobo, si Tsubasa y Misaki no pudieron, obviamente Kisugi no lo iba a hacer tampoco─ le hablo.
─¿Nos llamas debiluchos?
─Sí.
─¡Con esto, he demostrado ser mucho mejor que Wakabayashi!
─¡¿Q-qué dijiste, grandulón?! ¡Nadie es mejor portero que mi gansito!
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Le robo el balón a la defensa del Naniwa y voy corriendo a la par de Yuri hacia la portería. Nos abrimos paso entre los demás jugadores a través de pases preciosos. Estoy yo sola frente a él, e intento un tiro desde fuera del área grande. Él lo atrapa pero el balón se le escapa de las manos y entra directo en la red.
─¡GOLAZO DE HISAKO!
Todos se acercan y me abrazan. Cómo amo que ellos me abracen.
─Yuri y Hisako son increíbles.
─Pero no se olviden de nosotros─ les dice Tsubasa, refiriéndose a él y a Misaki.
─Ustedes son el dueto dorado, pero ellas son el... Ammm, ¿alguna idea?─ pregunta Morisaki.
─El dueto dorado femenino─ sugiere Potter, o sea, Urabe.
─Dueto plateado─ tira Ishizaki.
─Pues sus habilidades son igual de asombrosas que las de Tsubasa y Misaki, así que no es tan plateado─ dice Takasugi.
─Pues ya se nos va a ocurrir algo. Tenemos que ganar este partido─ nos recuerda Tsubasa.
─¡Síiiiiiiiii!
En el primer y segundo tiempo, logramos anotar tres goles más. Gol de Kisugi, Izawa y Misaki, mis niños. Ese portero ya no es un problema.
Ahora Tsubasa tiene el balón y corre hacia la portería, pero...
─¡PREPÁRATE PORQUE YA NO VOLVERÁS A USAR TU PIERNA DERECHA NUNCAAAAAA!─ Nakanishi está apunto de aplastar a Tsubasa con sus manos, pero él salta y anota desde el aire.
El árbitro pita el final del partido.
¡Wiiiiiiiiiii! ¡Ganamos! ¡Cinco a uno!
─¡Ese es mi hermanito!─ revuelvo su cabello.
─Jajajaja.
─¡Muy bien, Tsubasa!
─¡Bravo, Tsubasa, felicidades!─ grita una niña desde las tribunas. No es Sanae... Espera, conozco esa voz...
─¡Hisako, soy yo, Yayoi!
─¡YAYOI-CHAN!─ les juro, estoy muy feliz de ver a esta niña─¡Cuánto tiempo!
Estamos Yayoi y yo en el parque charlando. Verán, ella y yo somos amigas desde antes que Tsubasa y yo nos mudáramos a Shizuoka. Me contó que a ella la transfirieron a Musashi, en Tokio, y que es mánager del mismo equipo. Su capitán, Jun Misugi, es uno de los jugadores más talentosos del país. Es lindo, pero nadie se compara con Hyuga...
Okey, lo admito: estoy súper loca con él.
Ese cabello negro, esos ojos color rubí, ese cuerpo, y siempre anda con ropas muy sensuales...
─Ha pasado mucho tiempo, amiga.
─Sí. ¿Qué has hecho?
─Pues, jugar fútbol al igual que mi hermano.
─Jajajaja, era muy obvio, ¿no?
─Síp.
─Hablando de Tsubasa, tengo que decirte algo muy serio─ me toma de las manos.
─¿Qué, te me quieres declarar?
─Jajaja, no, es otra cosa... ¿Viste nuestro capitán?
─Sí.
─Que nunca juega un partido completo... Eso se debe a que tiene un problema serio del corazón...
─¡¿QUÉ?!
─Lo que oíste.
─Qué horrible...
─Él dice que quiere ganar la final, pero el doctor dijo que cualquier golpe podría ser fatal... Quiere jugar el partido completo contra ustedes, pero si hace eso, no volverá a jugar fútbol nunca... Lo único que te pido es que cuando llegue nuestro partido, lo dejes ganar, y también quiero que le digas a Tsubasa─ sus manos apretan más fuerte las mías.
Esto es muy fuerte... Pero no tengo otra opción...
─Lo lamento, Yayoi, pero no lo puedo dejar ganar...
─¿Q-qué?
─Nosotros queremos ir a Brasil cuando acabe el torneo, pero sólo podremos ir si ganamos... Estoy segura de que Misugi querrá que juguemos con nuestro máximo poder, y lo haremos. Pero tranquila, tendré cuidado con él─ le sonrío.
