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Ya quiero verte

[Narra Yuri]

Han pasado unos cuatro días desde el partido contra el Nishigaoka. Hemos tenido que enfrentar muchos obstáculos para llegar a la final contra el Toho: jugamos contra el increíble juego acrobático de los hermanos Tachibana, la enorme fuerza de Hiroshi Jito, capitán del equipo Hirado, el impecable trabajo en equipo del Furano... No fue fácil llegar hasta aquí.

Y para el colmo, Tsubasa se lesionó del pie izquierdo y el hombro izquierdo, y aún así pudo vencer a todos. Lo admiro mucho.

Ya le dije al entrenador que no jugaré en la final contra mi Wakashimazu. Voy a ver el partido junto con Hisako.

Ella me dijo que anoche sucedió algo muy bueno: el entrenador al fin lo dejó jugar en la final, y parece que tiene un tiro especial para ganar. Espero que así sea.

¡Ojo!, que no digo que quiero que mi equipo pierda, pero tampoco quiero que pierda Ken.

Porque sino tendrá que dejar el fútbol, ¡y no puede hacer eso!

Ojalá pudieran empatar...

[Narra Hyuga]

Al fin llegó la hora de demostrarles a todos quién soy yo. Voy a ganar este partido, y luego... tendré a mi bebé.

Estoy dispuesto a dejar todo mi orgullo a un lado, y jugar con todo para ser el campeón de Japón. Hisako va a estar orgullosa de mí, y cuando nazca, Eri también...

Estamos haciendo el calentamiento. Observo a Hisako desde las tribunas.

─¡Kojiro, tienes que jugar con todo!─ me tira un beso acompañado de una guiñada.

─¡Lo haré, hermosa!

─¡Hey, ¿y yo qué?!─ le grita Tsubasa.

─¡Tú también, hermanito! ¡Gana para que puedas ir a Brasil!

[Narra Hisako]

He decidido que me quedaré en Japón, ganemos o perdamos el partido. Voy a dar a luz, y tengo que quedarme en casa con mamá, Hyuga, papá (Tsubasa lo más probable es que esté en Brasil para cuando Eri nazca). Pero no me molesta, porque puedo ir a Brasil cuando tenga dinero, y también puedo viajar por todo el mundo.

Los dos deben empatar a como dé lugar...

[Narra Rika]

─¡Kazuki, debes ganar!─ le grito.

─¡Claro que lo haré, Rika-chan!

─¡Hey, ¿por qué no nos apoyas a nosotros?!─ se quejan los demás.

─¡TOHO, DEBEN GANAAAAAAAAR!─ grita mi amiga Suzuki, que tiene una voz muy potente.

─Ya nos quedó claro─ dice el resto, un poco aturdidos por la voz de Suzu.

[Narra Wakashimazu]

Estas mánagers, jaja.

Veo a Yuri animándome desde las tribunas. Le guiño el ojo y le tiro un beso al aire, dejándola bien sonrojada.

No quiero ganar sólo por ella, quiero ganar para no despedirme del fútbol...

[Narra Mizumi]

Acabo de llegar al estadio junto con Eien. Nos sentamos en dos lugares vacíos que hay cerca de la banca de nuestro equipo. Es increíble que existan estadios así de enormes, y eso que es solo un partido de estudiantes de quince años, pero parecen estadios de copas del mundo, jaja.

─¿Y cómo te fue hoy de mañana?─ me pregunta.

─Mal, ¿cómo crees que me fue?

─Sé que tienes una vida de mierda. Yo tuve un pasado medio raro...

─Jamás me cuentas nada de tu vida, Ei...

─Verás─ se arregla el cabello y los lentes─, a mi mamá la violó un tipo cuando tenía dieciocho años; mi padre es un violador que aún sigue suelto.

─Eien...

─Ella quedó embarazada de mí luego de eso, su novio terminó con ella en vez de apoyarla, y los padres la echaron de casa. Ella terminó sola, pero... de todas formas quiso tenerme. Cuando nací, se convirtió en la mujer más feliz del mundo. Cuando tenía seis años, me lo contó todo, y además, me dijo que era lo más valioso para ella, después de haberlo perdido todo...

─Yo... No sé qué decir...

─Pero está bien. Ella y yo somos muy cercanas, no hay problemas, enserio, y me alegra no haber heredado nada de "papá"─ dice entre comillas─, aunque de padre no tiene absolutamente nada, pero tú me entiendes.

─Sí, te entiendo...

[Narra Yuri]

Estoy en el baño aprovechando que faltan cinco minutos para que empiece el partido. Estoy hablando con mi hermano por teléfono.

Cada día aumentan más mis deseos de estar junto a él, de abrazarlo, de jugar con él hasta quedarme sin energías, de tener a un hermano quien me apoye en todo...

Ya quiero verte, Taro...

Esperen, tengo una idea...

Llamo a mamá rápidamente. Está por empezar el partido.

─Mamá, tengo que decirte algo que se me ocurrió...

─¿Qué pasó? ¿Es algo serio?

─No. Escucha, quiero hacer un trato contigo: quiero irme a Francia a vivir con Taro por un año...

─¿Qué? ¿A Francia?

─Sí, por favor. Te lo suplico. Si quieres, puedo ir apenas termine la secundaria...

Hubo varios segundos de silencio, entonces ella empieza a hablar:

─Está bien, pero haremos un trato.

─¿Un trato?

─Sí. Si ganan el partido, entonces puedes ir, pero si pierden, te quedarás aquí.

─Muy bien, mamá. Acepto. Me tengo que ir. Ya comenzó. Adiós─ cuelgo.

Ahora pienso: si empatamos, todos seremos felices. Tienen que empatar para que pueda ver a Taro de nuevo...

¡Upps, ya empieza el partido!