𝗠𝗔𝗟𝗗𝗜𝗧𝗢 𝗙𝗘𝗟𝗜𝗡𝗢 ❱ 𝗖𝗧 ✔

Hyuga VS Misugi

[Narra Hisako]

Comí galletas horneadas acompañadas de un vaso de leche. Estaba delicioso.

Pero cuando llegué al pasillo, me dieron ganas de vomitar de nuevo.

Me incliné ante el inodoro otra vez y dejé salir hasta el intestino, okey no, pero vomité todo.

─Hisako, esto es muy serio. Tienes que ir al doctor, inmediatamente. Llevas varios días vomitando así y desmayándote sin sentido─ dice mi hermano preocupado.

─Cálmate, no es nada.

─¿Por qué vomitas así? Se supone que eres saludable, al no ser que vayas a lo de Hyuga a comer porquerías.

─No. Nosotros comemos sano.

─Más bien te lo comes a él─ me sonríe, pervertido.

─Tú debiste comerte a Misaki.

─¡Mi-misaki es mi amigo!

─Tu amigo con derechos, jeje.

─Basta.

─Bueno, ya. El punto es que aunque comiera porquerías con él, eso no explicaría los desmayos.

─Tienes razón.

─Bueno. Mañana es el partido de mi tigresito contra el príncipe. Ya le pedí permiso al entrenador para que lo pueda ver.

─Buena idea, tienes que descansar de tanto entrenamiento. Relájate un poco en el partido, y reza para que juguemos contra Hyuga.

─Síp.

Al fin llegó el partido. Ambos equipos entran a la cancha. Puedo ver a mi tigresito con ese uniforme tan sexy.

─¡TIGRESITO!─ le grito.

─¡HOLA, HISAKO!

─Se ve tan kawaii─ me muero de amor.

Tengo una excelente vista desde aquí. De aquí voy a poder ver a mi Kojiro jugando contra el príncipe del campo.

Misugi, por prescripción médica, va a jugar treinta minutos (en el segundo tiempo), mi bebé tiene que jugar con todo en la primera mitad para ganar.

[Narra Tsubasa]

Estamos en medio del entrenamiento. Trato de dominar un nuevo tiro que me enseñó Roberto en su libro: el Tiro con efecto. Debo generar un efecto vertical, en lugar de horizontal para lograrlo. Es un tiro prácticamente infalible ante los porteros. Da la ilusión al portero de que pasará por encima del travesaño, pero hace una curva y baja en el último momento. Es un tiro muy difícil. ¡Pero para mí, nada es imposible!

[Narra Hisako]

¡Mi bebé logró anotar tres goles!

─¡ESE ES MI POLLO, CARAJO!─ grito a todo pulmón.

Hyuga hace la señal de la victoria, y me guiña el ojo. ¡Casi me derritoooo!

Entonces, el Musashi hace un cambio... ¡Misugi va a entrar a la cancha!

Ten cuidado, tigresito.

En tan sólo dos minutos de haber entrado, ¡ya le anotó un gol a Ken! Es tremendo, desde primaria lo ha sido.

─¡Así se hace, capitán!

Esa es la voz de Yayoi. Uy, me había olvidado de ella, es muy amiga de Misugi. Eso significa que en este partido vamos a ser rivales.

─¡Hyuga, tú puedes, tigresito!

[Narra Hyuga]

No puede ser... Pudo anotarle un gol a Wakashimazu.

Esto no se termina, Misugi. Estoy furioso.

En el segundo tiempo, nuestro equipo estaba perdido, ¡y el Musashi tenía el control absoluto del balón!

Afortunadamente, Ken pudo proteger la portería de cada tiro que hacían, hasta que...

Un jugador del Musashi centra, y otro trata de rematar con la cabeza, pero Ken logró desviarlo con el puño, aunque casi le pega una piña en el mentón, jaja.

Sin embargo, Misugi salta y remata con una chilena, ¡Wakashimazu no llega...!

Nos anotaron otro gol, no puede ser.

[Narra Hisako]

Esto va mal. Muy mal. En cualquier momento nos pueden empatar o incluso remontar el partido y ganarlo.

Hyuga tiene el balón, pero Misugi se le pega como sombra y trata de quitárselo, corren por toda la cancha, como si no hubiese nadie más.

De repente...

Misugi se cae al suelo. No cabe duda de que su corazón está llegando a su límite.

El Musashi y el Toho se pelean por el balón, el Toho logró reforzar sus defensas, y el Musashi no puede hacer nada...

Hyuga tiene el balón, y el Musashi se acerca a quitárselo.

─¡KOJIRO, PÁSASELO A TAKESHI!─ le grito.

Kojiro se lo pasa, pero el árbitro pita el fin del partido. ¡Mi tigresito ganó! ¡QUE VIVA EL TOHO!

Puedo ver a Yayoi llorando, pobrecita, me da tanta pena. Misugi tuvo que salir de la cancha por lo de su corazón.

En fin, una vez que me levanté del asiento, volví a sentir un dolor de cabeza fuerte. Sólo tengo ganas de dormir un poco.

Voy a felicitarlo en cuanto lo vea. ¡Mi hermano y él se enfrentarán de nuevo!

Pero joder, solo quiero irme a mi casa y tirarme en la cama.