No le ganan a nadie

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[Narra Hisako]

Volví a casa con un enorme dolor de caderas. Apenas entré a mi cuarto, Tsubasa me habló:

─¿Estuviste intimando con Hyuga?

Demonios, no deja pasar nada.

─N-no, para nada, el entrenamiento fue duro, eso es todo, jeje.

─No me puedes engañar, Hisako. Yo te conozco como si fueras mi hermana gemela.

─Es que soy tu hermana gemela.

─Además, el entrenamiento termina de tarde, y cuando vas a lo de Hyuga regresas rengueando por el dolor. Es más que obvio─ me miró con picardía.

─Tsk, está bien, lo admito.

─Jejeje, ya haces cosas prohibidas, pero qué rebeldía, señorita.

─¡No te burles!

─Nah, no te preocupes. Sólo asegúrate de no caminar así durante los entrenamientos y el torneo.

─Necesito una pastilla para eso─ bajé a la cocina, y a los dos minutos volví─. Ahora debo esperar a que haga efecto para mañana. Quiero jugar con todo, e ir a Brasil.

─¡Así se habla!


Estamos entrenando en la escuela. Sanae, Yukari y Kumi están observando y animando como siempre, junto con Manabu (el cuatro ojos, jaja).

De repente, miro hacia el tejido y veo a Urabe, Kishida, Nishio y Nakayama... y hay alguien más sentado arriba de la cerca.

─¡Eu, Tsubasa, ¿qué no son Urabe y los demás?

─¿Huh? Es verdad.

─Vinieron a espiarnos, manga de traidores─ digo, cruzándome de brazos.

Ishizaki tiene el balón, pero se le va afuera y llega directo a los pies de Urabe.

─¡Hola! ¡Tanto tiempo! ¿Me pasan el balón? Muchas gracias─ saluda el mono, bien simpático.

─Si tanto lo quieres, ve por él─ le responde Urabe con una sonrisa malvada.

─¡¿Qué te pasa?!

─Lo que oíste, Ishizaki, no olvides que ahora somos rivales.

─¡¿Y eso qué tiene que ver?! ¡¿Tu mamá no te enseñó a respetar a tus colegas aunque sean del equipo contrario?! ¡Eres un grosero impertinente, Urabe!

─Vinimos a decirles algo muy importante: ya no tendremos partidos de práctica contra ustedes, ¡porque preferimos humillarlos y sacarlos a patadas en las eliminatorias del siguiente torneo! ¡Así que prepárense!

Se miraron a los ojos, incluso salen chispas de ellos. Están muy enojados, jaja.

─A ver, a ver, caballeros, no quiero ser una molestia, ¡PERO DEJEN DE PELEAR, PARECEN NIÑOS DE CINCO AÑOS!─ les digo.

─Exacto─ Yuri se pone a la par de mí.

─Ustedes...─ Kishida y Nakayama se acercan a nosotras y nos miran mal. Nakayama queda en frente de mí y Kishida de Yuri.

─¡Me voy a vengar de ti, Hisako! ¡Por tu culpa no pude jugar en el torneo de hace tres años!

─¡Lo mismo contigo!─ Kishida señala a Yuri con un dedo acusador en el pecho.

─¡Ya verán que nosotros vamos a ser los campeones de Shizuoka!─ grita Nishio.

─¿Ustedes? ¡JAJAJAJAJAJAJA! Ustedes no le ganan a nadie─ digo en un tono burlón, y coloco los brazos en jarra.

─Eso está por verse, niña─ el chico que estaba sentado en la cima del tejido salta y me queda mirando─. Mi nombre es Shun Nitta─ sonríe, dejando ver un colmillo sobresaliente.

─Ufff, lo que me faltaba: un vampiro.

─¿Eh?

─Ya tengo a un mono, un toro, una oveja, un conejo, un tigre─ justo cuando digo eso, me sonrojo, porque me refiero a mi tigresito del alma, a Potter, ¡y ahora un vampiro! ¿Qué me falta? ¿Un pitufo? Sería muy gracioso, jaja.

─Pues yo no soy un vampiro, ¡soy un halcón!─ patea el balón hacia Tsubasa, quien usa su pie para detenerlo, pero creo que la fuerza es tan grande, que su pierna queda entumida.

[Narra Tsubasa]

─¡AHORA! ¡ATAQUEN!

─¡Sí!

Los otros cuatro corren hacia mí a una gran velocidad y me rodean, aún corriendo.

─N-no puede ser.

─Son mucho más ágiles que hace unos años.

Urabe me quita el balón y corre a la portería junto con los otros, pero en vez de tirar, se lo pasa a ese jugador Nitta.

─¡Es mío!─ lo recibe.

─Es muy rápido─ digo, asombrado.

─¡Morisaki!

─¡Tomen esto! ¡El Tiro del Halcón!─ Nitta dispara un tremendo cañonazo, y entra directo a la portería.

─¡SÍIIIIIIIII! ¡ESO, NITTA!

─Prepárense, porque nosotros seremos quienes pasen al torneo: el equipo Otomo─ dice Nitta poniendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

─¡No si te mato antes de la eliminatoria! ¡Yuri, pásame la estaca!

Dios, Hisako, vas a hacer que me doble de la risa, jaja.

─Si soy un vampiro, ¿entonces por qué no me hice polvo cuando corrí a la portería? Hay un sol tremendo hoy.

─Es verdad─ una gota de sudor resbala por su sien derecha─. Pero aún así sigues siendo un vampiro, solo porque sí.

─Da igual─ los chicos se van.

─Tsubasa, ¿estás bien?

─Sí, no te preocupes, solamente se me entumeció la pierna. La fuerza de ese jugador es muy grande, ¿de dónde habrá salido...?

─De la panza de su madre─ responde Hisako sarcásticamente.

Todos los demás estallan a carcajadas.

─Cállate, Hisako. Cállate.

𝗠𝗔𝗟𝗗𝗜𝗧𝗢 𝗙𝗘𝗟𝗜𝗡𝗢 ❱ 𝗖𝗧 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora