No debes llorar

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[Narra Hisako]

Por una parte estoy muy contenta porque tengo una vida creciendo en mi vientre, y el padre de esta criatura no va a ser nadie más que mi bello tigresito. Es una de las cosas que más he querido desde que lo conocí.

Pero por otra parte, temo lo peor: que me diga que no lo quiere, que me diga que lo quite del vientre, que ya no quiera seguir siendo mi pareja...

Lo veo, él tiene una mirada de sorpresa que notarías de aquí hasta la Antártida.

He visto varias películas de madres solteras, en las que la mujer le decía a su novio que estaba embarazada (además eran adolescentes de entre dieciséis y diecinueve años), pero él siempre decía cosas como: "¡Si vas a dar a luz a ese engendro, entonces olvídate de contar con mi apoyo!", o "¡Quítate a ese error de tu vientre si quieres seguir estando conmigo!", y las chicas cortaban con ellos, pero lo peor de todo era que sus padres las echaban de sus casas, y ellas tuvieron que vivir un tiempo con sus amigas hasta conseguir un trabajo de medio tiempo para mantener a sus hijos.

Pensar en eso me pone realmente mal. Tengo mucho miedo a lo que Kojiro me podría llegar a decir, o mucho peor: tengo miedo de que mis padres me echen de la casa...

Ante esto, me pongo a llorar delante de todos.

─Hisako, ¿por qué lloras?─ Kojiro se acerca a mí y me quita las lágrimas.

Mi impulso es abrazarlo y llorar en su pecho.

─E-es que temo...─ la voz me sale rota.

─¿Qué temes?

─Temo que dejes de salir conmigo y de ser mi novio por el bebé...─ y así las palabras me salieron.

Siento que los brazos de Kojiro me cubren. Lo miro a sus hermosos pero penetrantes ojos rubí. Realmente tengo mucho miedo...

─Hisako, ¿eso es lo que piensas? ¿Que no quiero al bebé?

Miro hacia el piso.

─Mírame a los ojos─ me toma del mentón y me gira para que lo mire─. Estás muy equivocada si crees que te voy a abandonar solamente porque llevas una vida en el vientre. Yo no soy esa clase de persona.

─Kojiro...

─Además, estoy realmente feliz de que voy a ser padre junto contigo─ acaricia mi cabello─ No te pongas así, yo me haré cargo de que ese bebé crezca muy feliz─ sin más, empieza a llorar de la felicidad junto conmigo.

Sanae y Kumi lloraban de felicidad, y Yukari sólo sonreía.

Ahora tendré que decírselo a mi hermano y a mis padres. Sólo espero que se lo tomen como Kojiro.


Cuando volvimos a ver el partido, mi hermano anotó el gol de la ventaja a tan sólo unos segundos de terminar. Ya está, le ganamos a Pepsi.

El árbitro pita el fin del partido, y con eso tenemos asegurado nuestro pase a la segunda ronda del torneo.

─¡Felicidades, hermanito!─ le grito desde las tribunas.

─¡Hisako!

─Felicidades, Tsubasa─ dice Hyuga.

─Espero que tu equipo pueda ganar, Kojiro─ le digo.

─No te preocupes. Sé que sin mí pueden ganar.

─Espero...


En los vestidores, encontré a todo el equipo. Llegó la hora de decirles la verdad...

─¿Es grave lo tuyo, Hisako?─ me pregunta mi hermano.

─No... Verán, yo...

─Ya dilo.

─Cálmate, Ishizaki.

─Estoy embarazada...

─¡¿QUE QUÉEEEEEE?!

Calma. Calma. Debes mantener la calma. Todo va a estar bien...

─Hisako, ¿dices que tienes un bebé en tu vientre?

─S-sí...

Tsubasa me abraza.

─Qué feliz que soy al saber eso, Hisako.

─Vamos a ser padrinos─ dice Kisugi felizmente.

─Tendremos a alguien más con quién entrenar.

─Así que Hyuga y tú no se cuidaron─ dice en un tono burlón, ah pero este mono se cree gracioso.

─Esto es un regalo de la vida, Ishizaki. Apréndelo, ya que tú nunca vas a tener familia, ni siquiera a una chica, jaja.

─Qué mala, Yuri─ y se hace la víctima, jaja.

─Vamos a ganar el torneo para celebrar esto, hermanita.

─¡Sí!

─Muchas gracias, hermanito, amigos...


Fui con Hyuga a su casa. Me encontré con su mamá y sus hermanos y les dije la noticia de mi embarazo, y como era de esperarse, me abrazaron a mí y a Kojiro y me felicitaron.

Pero Hyuga dijo algo muy preocupante:

-Voy a abandonar el colegio Toho...

─¡¿QUÉ?!

─Tuve un problema con el entrenador, y lo más probable es que me quite la beca estudiantil─ dio un sorbo largo a su lata de coca─. Pues sin ella, no podré seguir estudiando en ese colegio por ser privado. Por favor, discúlpenme.

─¡No pueden hacer eso!─ exclama Masaru.

─No se preocupen. No me molesta seguir mis estudios en la escuela pública. Buscaré empleo cuando me gradúe.

─Pero hijo, ¿qué pasará con tu sueño en el fútbol?

─Creo que ese sueño quedará sepultado por el resto de la eternidad dio otro sorbo largo─. De cualquier modo yo seguiré jugando para divertirme, confío en que podré jugar mientras trabajo, así que no se preocupen por mí.

─Hijo...

─No me importa renunciar al fútbol. Lo único que quiero es enfrentar a Tsubasa por última vez, y luego voy a mantener a mi bebé.

Hyuga, no puedes renunciar al fútbol... ¡Todo es culpa de ese entrenador!

Espera, ya sé. Jeje, esto va a ser divertido.

𝗠𝗔𝗟𝗗𝗜𝗧𝗢 𝗙𝗘𝗟𝗜𝗡𝗢 ❱ 𝗖𝗧 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora