Hisako Ozora es la hermana de Tsubasa. Es una chica con una enorme determinación, es divertida, y tiene un humor bastante variado.
Ambos se mudan a la ciudad de Nankatsu, Shizuoka, donde conocerán a muchos chicos que se convertirán en grandes amigos...
Ese nuevo portero del Meiwa... es muy hábil en sus movimientos.
Pero además de eso, tiene como una especie de aura que hace que sienta atracción hacia él. Ese cabello negro largo, esos ojos color avellana, esas curvas...
He estado viéndolo tanto tiempo, que mis mejillas empiezan a arder.
─Hey, Yuri─ Taro hace que recobre el conocimiento.
─¿Eh?
─Te quedaste mirando a ese portero─ me dice Urabe.
─¿Cuál portero?─ pregunto, tratando de hacerme la distraída.
─No me acuerdo de su nombre... Ay, a ver...
─Ken Wakashimazu─ responde mi hermano─. Él era mi compañero cuando estaba en el Meiwa, aunque no convivimos mucho debido a que él estaba lesionado en el hospital.
─Ah, con que así se llama─ digo en mi cabeza. Ken Wakashimazu...─No, no lo estaba mirando.
─¿En serio?
─Hey, Ishizaki, si quieres puedo hacer que te duela el cuerpo mucho más que cuando te duele luego de escalar árboles.
─N-no era para que te pusieras así.
─Ella es igual a Hisako─ se ríe Urabe.
─Por cierto, ¿dónde está?─ pregunta Taki.
─Si no mal recuerdo creo que fue al baño─ le responde Tsubasa.
[Narra Hisako]
Les mentí diciendo que iba hacia el baño. En realidad fui a la enfermería a ver a Hyuga. Estaba durmiendo como un tigre con una toalla en la frente. Es una imagen horrible de ver, pero a la vez adoro ver su rostro todo rojo...
─Dígame cómo está, doctor.
─Pues la fiebre está bajando un poco, pero no sé si sea buena idea dejar que juegue en la final.
─Pobrecito─ apreté su mano. Estaba caliente.
Salí de ahí lo más rápido posible, no sea cosa que los del Meiwa me vean a solas con su capitán.
Ahora es nuestro turno de jugar contra el equipo Musashi. Yo contra Misugi.
Se ve bastante guapo, pero como dije antes: nadie supera la belleza de mi tigre.
─Tsubasa, Hisako, quiero que jueguen con toda su fuerza─ nos habla Misugi.
─Lo haremos, querido príncipe del campo─ tomo su mano y la beso como si fuese un caballero. Soy tan caballerosa con los chicos lindos.
─Jeje, tampoco es para tanto─ ríe avergonzado.
El árbitro pita el inicio del partido. Kisugi e Izawa se desbordan hacia la ofensiva, pero uno de los jugadores del Musashi les roba el balón con una barrida y se lo pasa a Misugi, quien empieza a correr con el balón. Las chicas de las tribunas gritan como toda una fangirl. Qué insoportables que son.
Los defensas de mi equipo tratan de marcarlo, pero se mueve a una gran velocidad, hasta que llega a mí. Trato de quitarle el balón. Es todo un duelo entre un mediocampista y una defensa.
─¡¿Qué esperas, Hisako?! ¡Quítame el balón!
─Espera a ver lo que te tengo preparado, principito.
En ese momento, Tsubasa se acerca y somos los dos contra él en un intento desesperado de quitarle el balón.
Hasta que...
Tsubasa, sin querer, le pega un codazo en el pecho, del lado del corazón.
Misugi se agarra el pecho, del lado del corazón, adolorido.
─Mi-misugi...
─¡Tsubasa, despierta!─ le grita Misaki, y él le pasa el balón.
─Misugi, ¿estás bien?─ lo ayudo a levantarse.
─Muchas gracias, Hisako. Pero en la cancha no se ayuda al menos que sea alguien de tu mismo equipo.
─Lo sé, pero tú...
─Estoy bien─ me dice con firmeza.
─Si tú lo dices...─ veo cómo empieza a correr detrás de Tsubasa.
Debo ser más cuidadosa, al igual que Tsubasa.
Misaki está por recibir el balón, hasta que Misugi lo intercepta y se lo pasa a su equipo. ¡Mierda, es muy hábil!
El primer tiempo terminó con dos goles a uno a favor del equipo Musashi. Tsubasa y yo estamos un poco... confundidos. Misugi es muy fuerte..., además de que su liderazgo es mucho mejor que el de mi hermano, y su trabajo en equipo es impecable.
Me es muy difícil creer que ganaremos este partido. Estamos en problemas.
Además... no queremos lastimarlo.
[Narra Misugi]
Le pedí a Yayoi que habláramos en un lugar privado. Tengo que decirle algo que me hace hervir la sangre.
─¿Qué querías decirme, capitán?
Me acerco a ella y le doy una bofetada en la mejilla.
─¿Pe-pero qué...?─ se toca la mejilla, que quedó violeta.
─¡¿Cómo te atreviste a decirle a Tsubasa y a Hisako de mi problema del corazón?! ¡No tenías por qué hacer eso! Por tu culpa ellos perdieron el deseo de enfrentarme. Este es MI partido, ¡y ya no quiero que vuelvas a interferir!
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─¡Lo... lo lamento mucho, capitán! ¡En serio!─ se va corriendo, totalmente destrozada.
