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//Hola mis pocos lectores :3 Sé que todavía no es jueves, el día que publico nuevo capítulo, pero quise publicar uno :3 Espero lo disfruten. De todas formas habrá nuevo capítulo el jueves.

Melody versión anime:


Regresaba a aquel cuestionario, a aquella barra parpadeante que aguardaba por la contraseña. Eran múltiples las dudas de si debía o no seguir adelante. La idea de bloquear a aquella niña todavía seguía latente en sus pensares. Su sexto sentido le decía que aquella era la solución correcta, pero... ¿Siempre debía de ser así? Habían sido múltiples las veces en que había bloqueado a personas que exponían su interés en conocerle, pero por su condición siempre procedía del mismo modo. Era estúpido, por no decir absurdo, el tener una cuenta de Facebook con la intención de charlar cuando nunca se daría al caso en que se conocieran en persona. Era normal que al fin siempre se lo sugirieran.

El tritón permaneció cabizbajo, sumido en sus pensares, en la pantalla que no dejaba que se oscureciera, en aquella línea vertical que no dejaba de parpadear. Volteó la cabeza y observó más abajo, su cola en un suave movimiento, su parte imperfecta, aquel pedazo de escamas del que por veces tanto deseó deshacerse.

Ante cualquier pensamiento, sus dedos se perdieron en el teclado virtual y finalmente accedió a su cuenta, siendo asaltado al instante por varios mensajes, pero él sólo prestó atención al chat que era adornado por la imagen de un violín. 

《Oh my god!
¡¿Es en serio?! O.o
¡¿En serio eres real?!

Una espina se atravesó en su esófago al leer aquel mensaje y por inercia se fijó en su cola. Su rostro palideció. ¡Había sido descubierto! Dedujo con sumo pavor, percibiendo al instante un agudo temblor que inició en su pecho y se expandió por todo su cuerpo.  Tuvo que sujetar el aparato con ambas manos pues éstas habían comenzado a sudar muchísimo. 

Tranquilo. Se dijo a sí mismo, de vuelta a aquellas letras. Todo se resolvía con un sencillo proceso.  Sin duda debía bloquear a aquella niña que había descubierto su secreto.

Su corazón sufrió otro salto al escuchar el sonido de una campanita procedente del aparato. Tragó saliva y tuvo que armarse de valor antes de leer lo que en la pantalla ya se exhibía.

《¡Eres un ángel! ☆.☆

-¿Eh?

Dalai regresó su mirada a su cola, sintiéndose sumamente confuso.  No eran alas la singularidad que poseía su cuerpo.

《¿Cómo?

Había respondido, ignorante de sus anteriores miedos, ignorante de cualquier mal que por su ignorancia pudiera agredirle más tarde.

《¡Eres guapísimo! ^.^ ♡

Releyó una y otra vez el mensaje, hasta que su mente lo procesó, y sólo entonces, en una reacción tardía, su rostro se convirtió en un tomate. Su quijada tembló, pero más explosivo fue el temblor que azotó sus manos. Por puro milagro logró retener el aparato a salvo.

Prometo no existir  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora