Prometo no existir [Completa]

♧ x6

//Espero disfruten del capítulo :3

《Hola, mi Océano :3

Qué hermoso era despertar de aquel modo. Aquellas palabras produjeron en su vientre un agradable cosquilleo. 

《Hola, Honguito :) ¿cómo estás?

《Honguito ☆.☆ Me gusta ese apodo, aunque aborrezco mi cabello.
Estaba un poco de bajón, pero ahora que me hablas ya me siento mucho mejor. ♡

Dalai sonrió. Se sentía satisfecho de tener el poder de elevarle el estado de ánimo. De algún modo se sentía importante para Melody.

《Me alegro :) ¿y qué estabas haciendo?

《Pues chantajeando a mis hermanos para que me dejaran en paz, sólo para poder hablar contigo :3 He estado todo el día queriendo hablarte, pero ya sabes, clases e.e

《Entiendo.

Quería tanto poder comprenderla... Rodrigo se había expresado del mismo modo, y en una ocasión le dijo que él era todo un afortunado por no tener que asistir, claro que pronto se lamentó al ver la tristeza que había provocado en su amigo. Él... No se sentía mínimamente afortunado por tener que vivir aquella condenada vida, por... No existir.

《¿A ti te gustan las clases?

Dalai suspiró. Él no quería mentir, pero aquellas preguntas le obligaban a hacerlo.

《Normal.

Podría haber añadido lo bien que se pasaba con sus compañeros, lo linda que le parecía su vecina de pupitre, lo tanto que se reía, lo mucho que les reñía el profesor, las buenas notas que sacaba, lo horrible que era la comida que ofrecían, pero... No quería aumentar las mentiras. Trataría de reducirlas tanto cuanto pudiera.

《Me imagino que sacas buenas notas. Por lo poco que pude ver de ti pareces ser un tipo bastante inteligente e.e

La imagen cambió. Un nuevo intento de llamada...

La verdad es que sus intentos habían comenzado a parecerle tiernos.

《No me considero una persona inteligente.

《Modesto es tu apellido e.e

Un segundo intento de videollamada surgió en su pantalla. Dalai sonrió al tiempo que presionaba el botón rojo. Se sentía como un villano de película, sonriendo como tal.

《Deja de llamarme ^.^

《Esa carita es mía e.e Y no, no dejaré de intentarlo, quiero verte, mi Océano. 

《No me gustan estas cosas de las videollamadas.

《¿Por qué? ¿Tienes miedo que publique tu hermosa carita por internet? No soy tan tonta como para compartirte ^.^

Él se apretó las mejillas al sentir como el ardor crecía en estas. Se desconocía.  Nunca se consideró un ser tímido, pero la verdad es que comenzaba a creer lo contrario, eso o es que la chica tenía un don para encenderlo. 

《No, no es eso.

《¿Entonces? e.e

Una nueva encrucijada, una difícil pregunta que a él se le hacía muy complicado responder.

《¿No me dices? e.e

La muchacha del otro lado estaba impaciente por conocer su respuesta. Se hallaba sentada en la cama, hecha una oruga, mientras que con una mano aplastaba los dedos de uno de sus pies. Desde que hubiera comenzado a platicar con el misterioso chico, no había dejado de sonreírle al aparato como una loca; incluso su hermano la había apodado como tal al verla en una ocasión.  Desde entonces se encerraba en el cuarto que compartía con sus tres hermanos. Claro que esa tranquilidad no era gratuita, ésta tenía el icónico precio de un saco de gominolas para cada uno; lo máximo que de ella podían obtener.