♧ x23

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《^.^

《Buenas tardes, Melody :3

《^.^

《¿Melody, ocurre algo?

《^.^

《¿He hecho algo malo?

《Nah, es que extrañaba esta carita ^.^ Aunque no la cambio por el gusto que me da escuchar tu voz.

Nada más enviar el mensaje obtuvo la imagen de pedido de llamada.

《¿Por qué colgaste? :c

Melody se rio tras la pantalla. Estaba siendo muy mala con el pobre Dalai.

Dalai meció la cabeza al recibir una videollamada por su parte. ¿Creía que él se equivocaría de nuevo? No volvería a cometer el mismo error tres veces.

《Acepta :ccccc Ya no tienes que cuidar tu imagen. Ya te vi :cccc

Dalai observó su alrededor. Contestar sería un error. Obviando su cola, era bien visible el hecho de que estaba en un baño, y decirle que aquel era su dormitorio no iba a ser nada convincente. "Estoy dándome un baño" Esa idea tampoco le pareció nada complacedora. No es que le avergonzara, pues estaba acostumbrado a estar desnudo.

-¡Rodrigo! -Alzó la voz para que su amigo, el que veía la televisión en el salón, le escuchara.

-¿Sí? -Cuestionó él, asomándose por una rendija por la que cupo su cabeza.

-¿Podrías ayudarme?

🧜‍♂️🧜‍♂️🧜‍♂️

-No creí que me pidieras algo así...

Rodrigo estaba sudando hasta el tuétano. Cargar con Dalai no era una tarea nada sencilla. El mitad pez medía dos metros y tres centímetros, así había sabido tras medirle antes de que saliera por primera vez a la calle. Y pesaba exactos cien kilos.

Había sido un proceso que le conllevó veinte minutos. Ahora Dalai se hallaba en cama, con su cola metida en una bolsa abastecida con un poco de agua y con una manta que la cubría.  Además, ahora tenía puesta una camiseta de manga corta color blanco con manchas negras que parecían salpicones de un pincel.

-Dalai, tendrás que inventarte una excusa para no contestar esas videollamadas, no es por mí, que gustoso te ayudo, sino por Baba.

Dalai asintió. Sabía bien que a su madre no le gustaría para nada saber lo que había estado haciendo en su ausencia. La mujer podría tomarse aquella noticia del peor modo; sufriendo un ataque al corazón.  Era posible teniendo en cuenta su edad...

-Lo sé -Dalai suspiró, regresando la mirada al celular con cierta pesadez -Tan sólo le diré que se estropeó las cámaras.

-Sí, creo que se lo creerá, pero por si acaso cubres ambas con cinta negra -Añadió él, a lo que Dalai asintió.

No le agradaba para nada tener que mentirle a Melody, pero era necesario.

Melody aguardaba ansiosa por su respuesta, tras que Dalai le hubiera pedido un supuesto tiempo para alistarse. 

Entonces, el pedido que tanto ansiaba surgió en la pantalla y ella contestó de inmediato.

La sangre se coágulo en sus mejillas al recibir la viva imagen de Dalai a través de la pantalla.

-H-hola... -Balbuceó sin querer, constreñida por una repentina vergüenza que ella no podía derrotar.

-¿Te hiciste trenzas? -Fue lo primero que preguntó él, esbozando una cálida sonrisa.

Prometo no existir  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora