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Melody releyó una y otra vez el artículo. También buscó más información en internet, mas no había nada más acerca del asunto. Se encontró con un grupo en Facebook, el que había sido creado hace un par de horas y ya tenía más de cien mil seguidores. Todos estaban en ascuas aguardando el momento, así leía en los cientos de comentarios. 

▪︎¡Yo no podré verlo! :'cccc ¡Qué rabia!

Habían varios comentarios semejantes. Otros preguntaban sobre el aspecto del tritón, y algunos se burlaban, diciendo que aquello eran todo mentiras para sacarles dinero.

¡Dalai es el tritón!

Las palabras de Rodrigo se repetían una y otra vez en su cabeza. Era mentira, aseguraba ella, sintiendo que perdía la noción de la realidad. Dalai no podía ser un tritón, ¡él era humano! ¡lo conocía! No podía haber conocido a un tritón... No había besado a uno. Dalai no podía ser un tritón. 

Se llevó la mano a la cabeza.  Sentía náuseas.

No, no. Se repetía en su cerebro.  No quería caer en aquella loca realidad. Aquella imagen de Dalai con una cola de pez no podía ser real. ¡Aquella escama no podía ser suya! ¡Los tritones no existían!

Permaneció en la cocina, sentada en el suelo, repitiendo la misma búsqueda insaciablemente, buscando alguna fotografía de ese tritón, pero no había nada salvo lo que ya existía.  Esa tal Claudia no había expuesto ninguna imagen de su nueva adquisición.

La joven estremeció al escuchar el chirrido que emitió la puerta al abrirse.  Rodrigo entró lentamente, sin decir nada y se sentó frente a ella en una posición fetal.

-Rodrigo... -Murmuró, incapaz de preguntarle una vez más a qué se refería. 

Tenía la urgente necesidad de que le dijera que todo era falso, que aquella era en verdad una broma pesada.  ¿Dalai, un tritón? ¡¿es que acaso el mundo había perdido la cabeza?!

-Melody...

La joven respingó. No esperaba que fuera a hablar.

-¿Sabes hacer compras por internet?

-Ah, sí... -Asintió con lentitud. 

-¿Podrías entonces comprar dos entradas para ver a Dalai?

-¿Hablas de lo del tritón? -Cuestionó ella.

-Ese tritón es Dalai, Melody -Hubo cierta crudeza en su voz.

-Dalai no es ningún tritón -insistió ella, apretando sus manos contra sus antebrazos -¡Dalai es...!

-¡Dalai no es humano! -Gritó, ciertamente agresivo. Era el dolor hablando por él -¡Dalai es un tritón!

Melody selló sus labios, sintiéndose de repente muda. ¿Por qué Rodrigo seguía insistiendo en lo mismo? Dalai no era ningún tritón, él era humano, era su amado Océano. 

Océano...

¡Él no podía proceder de allí!

-Ya... Melody, compra esos billetes -Arrojó la billetera a sus pies -Ahí tienes mi tarjeta de crédito. Usala.

Melody no sabía siquiera lo que estaba haciendo. Proceder con aquella compra era irreal. No existía ningún tritón, aquello era un derroche de dinero, le seguía diciendo su subconsciente. Pero aún con ese pensamiento taladrando su cerebro hizo lo que Rodrigo le pidió. 

-Ah...

-¿Sucede algo? -Los ojos de Rodrigo la enfocaron con seriedad, acompañados de genuina preocupación.

Prometo no existir  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora