𝑳𝒂 𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒊𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂.

𝙑𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤.

- Entonces, quiero que escriban una reseña del libro para la próxima semana. Espero que se esfuercen en usar vocabulario apropiado y abran más su diccionario.- explicó Sesshomaru- Como futuros licenciados, deben aprender a implementar un léxico distinto, por lo tanto...mientras más palabras nuevas escriban, más alta será la nota.- miró a su clase, inexpresivo- Seré sumamente minucioso al leer las reseñas. No me decepcionen.-

- Jamás lo haría, profesor.- Shina Hin respondió casi de inmediato, batiendo sus pestañas descaradamente. Todos en la clase tuvieron que echarse unas carcajadas, Rin inclusive, que lejos de estar celosa...ya comenzaba a sentirse mal por aquella chica de antemano.

- Me alegro que así sea...- se reprimió a sí mismo cuando estuvo a punto de llamarla "mocosa". Aclaró su garganta sin siquiera volver a seguirle el juego- Pueden retirarse.- finalizó la jornada de aquel fatídico lunes, viendo cómo todos guardaban sus cosas rápidamente para luego salir por la puerta como rayos.

Suspiró apretando el puente de su nariz y caminó hacia su escritorio para comenzar a guardar sus cosas, cuando algo llamó su atención: la misma chica se encontraba apoyada sobre su banco mirándolo fijamente con la cabeza levemente inclinada, en un intento de parecer...¿Sexy?

- ¿Se te olvidó algo?- él alzó una ceja, cruzando sus brazos. Pudo ver de reojo a su amada recogiendo sus libros en el fondo del salón, no realmente atenta a lo que estaba sucediendo cerca de ella.

- No. Sólo...- se acercó a él y posó una de sus manos en su brazo- Se ve muy guapo hoy, profesor.- le sonrió. Podría decirse que Sesshomaru encontraba esa sonrisa bastante atrayente, si no fuera porque él era inmune a esa mierda y...de hecho, la sonrisa de Rin era mucho más hermosa.

- La última alumna que se me acercó de esta manera, repitió su primer año tres veces seguidas. No te confundas, Shina.- respondió seco. Este tipo de comportamiento le daba dolor de cabeza, y es que las jóvenes harían cualquier cosa por aprobar la clase de Sesshomaru Taisho, y sumado a que era atractivo... solo es cuestión de sumar dos más dos.

- Créame, señor...esto no lo hago por una estúpida nota, realmente me gusta.-

- Y usted, señorita Hin, está realmente confundida si cree que yo me fijaría en usted.- la cortó, rompiendo el contacto tanto visual como físico- Espero que la próxima vez sea al menos un poco inteligente para darse cuenta con quién se está metiendo. Para su suerte, hoy estoy de buen humor, así que dejaré pasar este acto vergonzoso; sin embargo, la próxima vez que intente coquetear conmigo, me encargaré de que no lo olvide jamás.- Shina lo miró, confundida- Será expulsada de mi clase, y créame...no le conviene que eso pase.-

Seguidamente, observó a Shina tomar sus cosas e irse con lágrimas en los ojos; no se sentía mal por ello... solía recibir halagos y propuestas de sus alumnas, también había sido testigo de cómo salían por la puerta sintiéndose humilladas ante el rechazo del peliblanco...y es que siempre era demasiado cruel con sus palabras. En esta ocasión había sido civilizado, puesto que Rin se encontraba allí escuchando todo.

Alzó su vista al frente y la vió tomando su bolso para luego caminar hacia donde estaba él.

- Sus admiradoras van en aumento, profesor. Impresionante.- dijo mirándolo divertida.

- No me podría interesar menos.- murmuró rodando los ojos. Rin soltó una carcajada y negó con la cabeza.

- Pobre Akita, acabas de romper su corazón.-

- Repito: no me podría interesar menos.-

Rin sonrió y, luego de asegurarse que nadie los viera, besó su mejilla. Sesshomaru sonrió de lado y atrapó sus labios por unos segundos en un beso suave. La azabache se separó rápidamente sonrojada.