𝘾𝙪𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖𝙞𝙨𝙞𝙚𝙩𝙚.

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Así es mis tinistas, estoy de vuelta. No hay excusas más que la falta de inspiración, porfa no me maten😭  por otro lado...voy a subir un nuevo fanfic que me trae locaaaaa y sé que lo van a amar!!! Así que estén atentas. Obviamente es sobre nuestra pareja favorita🥰

Sin más preámbulos, el capítulo.

——

Habían pasado varios días desde la noche que Rin recordaría por toda su existencia. Aún por momentos, el baile que compartió con su amado Sesshomaru se reproducía en su cabeza, sacándole una sonrisa.

Por otro lado, sus palabras no paraban de provocarle cierto malestar. ¿En serio pensaba en renunciar a semejante puesto solo por ella? ¿O, tal vez, había alguna otra razón por la cual él quería desligarse de su ocupación como profesor? Todos aquellos interrogantes le quitaban el sueño. Sin embargo, Sesshomaru se mostraba muy decidido y tranquilo respecto al tema, como si no fuera la gran cosa. Miles de veces había querido hablar con él sobre eso pero no se había animado: conocía demasiado bien al peliblanco como para saber que preferiría evadir una charla que, tarde o temprano, sería inevitable. No obstante, intentó olvidar aquello y concentrarse en lo bien que su novio la estaba haciendo sentir esos últimos días.

Luego de la visita a casa de sus suegros, Sesshomaru se había mostrado más cariñoso que de costumbre; de igual modo, su deseo sexual se multiplicó por mil: la noche anterior la había mantenido despierta toda la madrugada haciéndola correr de mil maneras que jamás experimentó antes, el sexo se había vuelto mucho más placentero que en otras ocasiones...pues parecía que su amado no podía saciarse de ella nunca.

Aquel domingo por la mañana ambos despertaron con los primeros rayos de sol. La pareja bajó a desayunar entre charla y charla, comentando que el día sea veía maravilloso para salir a recorrer alguna feria lejana; Rin preparó algunos hotcakes de esos que tan deliciosos le salían y Sesshomaru vertió un poco de café en cada taza para llevarlas a la mesa.

Con algunas frutas picadas en un plato, la azabache se acercó a su novio para besar su frente y sentarse a su lado, cuando escuchó las puertas del ascensor abrirse dejando ver a Izayoi e Inu No junto con Inuyasha. Rin sonrió emocionada y corrió a abrazar a sus encantadores suegros quienes la recibieron con los brazos abiertos. Por otro lado, Inuyasha la observaba con un deje de nostalgia, aún intentando procesar que la chica de sus sueños era, de hecho, su nueva cuñada.

Sesshomaru, quien estaba sentado aún en la cocina, los observaba casi sin parpadear. La imagen de su amada compartiendo un momento familiar con sus padres era digno de admirar...no solamente porque le era muy satisfactorio lo positivo que había resultado todo el asunto de la presentación, sino también sabía lo mucho que su adorada azabache sufrió por la falta de cariño desde que sus padres murieron.

Se sentía afortunado.

— Padre, Izayoi...Inuyasha.— el peliblanco por fin se levantó de su asiento y caminó hacia ellos— No esperaba tenerlos aquí.—

— Lo sentimos, pero nos pareció una linda idea venir a proponerles salir a comer. Ya saben, a algún lindo restaurante.— dijo Izayoi.

— Oh, me encantaría...— sonrió Rin— Sin embargo, sería riesgoso para ambos que nos vieran juntos. La relación prohibida y eso.— suspiró, siendo rápidamente abrazada maternalmente.

— Claro, habíamos olvidado eso.— Inu No hizo una mueca, colgando su abrigo en el perchero de la entrada.

— Pero, podríamos comer aquí. ¿Verdad amor?— la joven miró a Sesshomaru esperanzada.

— Sí, claro.—

— Yo puedo cocinar.— continuó ella.

— Yo te ayudaré, cariño.— Izayoi se separó de su nuera, tomando su mano para arrastrarla a la cocina.

𝑳𝒂 𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒊𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora