Veintisiete

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Después de ver eso y salir de la clínica, fuí al aula de clases, hice como si no había pasado nada y después de que acabarán las clases, me despedí de Ana y los demás.

Pasé pensando en eso toda el día, a pesar de haber pasado un susto, mi curiosidad ganó más que el miedo de ser vista o de ver cosas peores de las que ví.

Así que agarré valor y fuí a la clínica, abrí la puerta y no vi a nadie, después de unos pocos segundos, apareció la doctora a cargo; pensé que es bueno que sea ella la que haya aparecido, ya que la persona que me dió las pastillas fué una de las enfermeras de aquí.

Esta clínica solo trabajan, una enfermera, un enfermero, un doctor de cirujía y la doctora general que está frente a mí.

-¿Que puedo hacer por tí, jovencita?

-Yo... yo busco algo para la alergia, comí piña hoy y ando varias ronchitas por todos lados.

-Bien, sientate aquí te buscaré algunas pastillas para la alergía.

-¡Gracias Doctora! ¿Está sola? Es que no escucho ni veo a nadie.

-Si, lo estoy jovencita, el doctor salió y viene en la noche, los enfermeros andan vacunando a los de primero y estoy sola.

-Ya veo, debe estar aburrida.

-Un poco, toma las pastillas, bebete esta ahorita, debo de ir a unos pasillos de aquí cerca a traer algo, debo cerrar la clínica por un momento.

-¡Está bien! -Le dije, me la bebí, ya que de todos modos debía beberme otra y sabía que no podía perder esta oportunidad, así que me levanté e hice como si estuviera a punto de desmayarme.

-¡Cuidado niña! -Gritó y me agarró del brazo, volviendome a sentar en la silla.

-Gracias doctora, por un momento pensé que iba a desmayarme.

-¿Que sientes? ¿Te sientes mal?

-Es solo efecto de mi alergia, ya me bebí la pastilla, asi que pasará en un rato.

-¿Puedes levantarte?

-Ahorita no, solo debo sentarme un ratito, pero no quiero molestar, trataré de irme a como sea.

-No seas imprudente, quedate aqui sentada, solo iré por unas cosas, cuando vuelva veré como sigues ¿De acuerdo?

-Está bien, de todas maneras no puedo levantarme ahorita.

La doctora agarró una caja vacía y se fué, yo solo me percaté que no hubiese nadie, asi que me levanté y muy cautelosa abrí la puerta la cual había visto a los chicos mal heridos  y entré, saqué mi celular y abrí la cámara, si veo algo tengo que obtener pruebas a como de lugar.

El sitio tiene bastante luz, para querer ocultarlo no está a oscuras, vi una entrada pero en vez de una puerta, estaba una gran cortina oscura, la aparté un poco y vi que había ahí.

Me quedé perpleja al ver a los chicos que había visto antes, son 5 en total, 3 varones y 2 mujeres, cada quien en una camilla, con sueros y mal heridos... como había mucha luz, comenzé a tomar muchas fotos, a cada uno de ellos y en diferentes ángulos.

Debía ser rápida antes de que volviera la doctora. Ya tenía muchas fotos, cambié la cámara a video y grabé todo el lugar, por todos lados y enfocando a todos ellos.

Iba a terminar cuando una de ellas empezó a murmurar, yo me acerqué para grabarla y oir bien lo que ella decía...

-¡Chicos, no! ¡Cuidado! ¡Haaaaa! ¡Por, por favor no me mates! ¡yaaa! ¡Ahhh! ¡Suéltame! No... no esos, esos ojos, esos ojos rojos.

Rouse: El Internado Misterioso (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora