Mentiras

Cap 11

-Estas nerviosa?

-Bufffff un poco si..... Bueno mentira mucho.

-Jajaja no tienes por que estar nerviosa Pili, no me como a nadie.

-Eso espero jajajajaj....

Nos reímos las dos, ella sujetaba mi mano sin dejar de mirarla, Malú no sabía lo que provocaba su contacto ni yo misma lo sabía era tan extraño.

-Es que no siempre una se va a vivir a casa de Malú, mi cantante favorita.

-Tampoco es para tanto, soy una persona normal, vivo normal en una casa.

Baje la cara avergonzada, ella me la levanto para que la mirara.

-Pili.... Mírame.... No hago esto por compasión, ni eres mi obra de caridad, no te niego que me hace sentir bien por que soy una parte culpable de tu situación, pero lo hago por que en este tiempo que te he conocido, te quiero has entrado a mi corazón, me gusta estar contigo...además tienes pocas opciones o te vienes a mi casa o vuelves a Zaragoza.... También tienes la opción del coche.

Saltaron un par de lágrimas que ella atrapó con sus dedos.

-Anda vistete, mi hermano no tardara en venir a por nosotras.

Sonreí al pensar en José, había venido un par de veces a visitarme con Malú, era un chico muy Simpático me tiraba un poco la caña y Malú siempre le regañaba, aunque a veces me hubiera gustado que fuera ella, joder que me estaba pasando.

Malú saco ropa de una bolsa dejándola en la cama.

-Espero que no te moleste, me he tomado la molestia de comprarte algo.

-No tenias.... No voy a poder pagarte todo.

-Ya Pili.... Eres mi prima.

-Jajaja mi prima si mis amigas me vieran.

Malú se dio la vuelta para darme un poco de intimidad, me quite el camisón con bastante dificultad, mis movimientos eran limitados aún, quedé desnuda solo con las braguitas cogí el sujetador intenté ponérmelo sin éxito me hice daño en el intento y di un pequeño grito el cual Malú se dio la vuelta quedandose mirando mi cuerpo desnudo, por instinto me tape los pechos con mis manos aunque ya era tarde, a Malú le subieron los colores.

-Lo siento.... Te escuche pensé que te habías hecho daño... Eh por que lloras?

-No puedo.... Ni ponerme un maldito sujetador....

-No pasa nada yo te ayudo.

Se puso detrás de mí, me lo coloque por delante y ella con tranquilidad lo abrocho, note sus manos en mi piel, eran como caricias mi piel se estremeció, cerré los ojos y mi imaginación volo sin querer, me imagine sus dedos recórrer mi espalda, imagine sus labios en mi piel recorrer como nadie lo había hecho, sus manos acariciando mi abdomen sin dejar de besarme, me estremeci de tal manera que sentí mi centro palpitar y humedecerse.

-Estas bien?

Su voz me saco del trance del que me había metido mi cabeza.

-Ehhh.... Si... Si

Dejo un beso en mi cabeza y se puso delante de mí cogió la camiseta y con mucho cuidado me ayudo a ponérmela.

-Espero que te guste.

-Si si es muy bonita y los pantalones también.

-No sabía seguro que es lo que te gusta si tanga o braguitas te traje las dos.

-No importa los dos me van bien.

-Necesitas más ayuda?

-No no!!

Me puse colorada solo faltaba que me cambiará las bragas menuda vergüenza dios mio húmedas que estaban pruducto de mi imaginación, dios mío no podía estar enamorandome de ella, es una tía, es Malú y yo no se ni quien soy, soy Hetero o eso creo.

Me volví a dar la vuelta Pili se había puesto colorada si supiera como me había puesto yo hace tan solo unos minutos al darme la vuelta y verla desnuda, no pude dejar de mirar sus pechos, no podré olvidar esa imagen me hubiera abalanzado a ellos, se veían tan apetetitosos, hubiera hecho tantas cosas con mi boca con ellos pero Pili se cubrió enseguida avergonzada y a mi sacándome del trance, luego tocar la piel de su espalda, me puse tan nerviosa que era incapaz de acertar con el broche del sujetador, se lo estaba poniendo y solo quería quitárselo, no se que me estába pasando, no podía enamorarme de ella, no podía hacerle esto, ella no podía ser otra mentira más en mi vida, me hacía sentir cosas olvidadas sentimientos que solo los había tenido con Vanesa, llevarla a mi casa no iba ayudar a olvidar pero la necesitaba a mi lado.

-Ya está....

Me di la vuelta y ya estaba vestida.

-Estas preciosa.

-Gracias Malú... Puedes ayudarme con las zapatillas.

Me agaché para ponérselos cuando entro mi hermano.

-Mira que traigo para la chica más guapa!

-Unas muletas?

-Y no cualquier muletas estas están personalizadas mira pone tu nombre en la empuñadura.

-No tenías por que si aún no puedo utilizarlas.

-Tampoco te queda tanto princesa

-Que Zalamero eres hermanito.

El todo los ojos le gustaba picarme pero ahora lo que sentía eran celos.

-En nada ya te veo corriendo.

-Si corriendo de ti....

Se lo dije bajito para que Pili no lo oyera pero el si y con mucho cuidado me susurro.

-Celosa hermanita...

-Yo que va...

-No te lo crees ni tu guapa a si que espabila.

-Tengo pareja.

-Pareja no un idiota hermanita.

Me quedé callada como podía el saber que me gustaba Pilar tanto se notava, nunca le había hablado a mi hermano de mi orientación sexual por miedo a, ser juzgada igual estaba equivocada y debería hablar con él solo habia que encontrar el momento y hoy no lo era.

-Vamos princesa el carruaje ya está preparado nos vamos a palacio.

Mi hermano la cogió en brazos sentandola con cuidado en la silla de ruedas, cogimos la mochila y salimos del hospital a mi casa.

Al llegar a ella con ayuda de José la bajamos del coche al entrar en casa nos recibió una eufórica Danka que no sabía a quien hacer caso.

-Es preciosa tu perra.

-Mira Danka ahora vas a tener una veterinaria en casa.

-Ya sabía yo que en algo me ibas a cobrar tanta hospitalidad.

-Jajaja.

Nos reímos los tres, luego a acompañé a su habitación en la parte de abajo de momento no podía subir arriba.

-Te gusta?

-Es más grande que mi apartamento.

-Te lo he dejado todo lo necesario en su sitio este aparato es de los bebés para que me llames cuando lo necesites.

Te dejo un poco que te acomodes pediremos algo para cenar.

Malú salió dejándome sola en la habitación, me moví en la silla habían pocos muebles ne imagino que lo había dejado así por mi comodidad al ir con silla de ruedas no era fácil, el baño también era amplio y cómodo para mis necesidades primordiales, a un lado estaba mi maleta encima de un mueble fui a ver si estaba mi carpeta con mi pasado, la ropa no estaba, Malú ya me había dicho que lo había guardado todo, la carpeta estaba ahí, no sabía si la había visto, no me había comentado nada  y yo no me atrevía a contarle mi pasado.

-Pili a cenar!

Escuche gritar a José, lo dejé donde estaba y salí arrastrando la silla sin dar ningún golpe a nada, lo primero que me encontré fue una mujer mayor en seguida la reconocí como la madre de ellos, una mujer igual de agradable que sus hijos.