Cap 14

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Ya era medio día cuando me desperté, Pilar seguía abrazada a mi cuerpo su cara escondido en mi cuello, notaba su respiración en el, yo tenía una de mis piernas encima de su cadera, había dormido súper bien con ella, hacía tiempo que no dormía así tan feliz.

Intente levantarme si despertarla sin éxito, al notar mi cuerpo separarse del de ella, ella mas se agarraba al mío.

-No te vallas....

Me dijo con una voz de dormida pero muy adorable.

-Vengo enseguida hago el desayuno y vuelvo.

-Mmmmmm....

Me solte de su agarre, salí de la cama con una de mis camisetas y unas braguitas, fui directa a la cocina, encendi la cafetera y puse varias tostadas en la tostadora, zumo recién hecho, luego volví a la cafetera, puse dos tazas y leche.

Estaba de espaldas y no lo escuche acercarse a mi.

-Que bien huele es para mí?

-Más quisieras tu, si quieres ya sabes donde está todo.

-A tu novio nada y para esa zorra si.

-No la llames así imbécil.

-Has dormido con ella?

-Y a ti que mierda te importa!

Ya me estaba cansando sus gilipolleces y alce un poco la voz.

-La invalida no te ha dejado satisfecha?

Ignore su pregunta y segui a lo mio, puse las cosas en la bandeja y cuando las tenía en la mano para ir a la habitación, me agarro por la espalda tirándolo todo al suelo, haciendo un gran estruendo.

-Eres idiota!!

Me agarro de las manos poniéndomelas a mi espalda.

-Sueltame gilipollas!! Me haces daño!!

Su intención era otra, intento besarme, aparte la cara mordió mi cuello.

-Sueltame!!

-Vamos Malú no seas una estrecha!

Se arrimaba a mi cuerpo restregando su miembro ya erecto, me dio asco, me dio la vuelta empotrandome contra la encimera, estaba de espaldas a él, me tenía atrapada, intente forcejear, tenía más fuerza que yo, se restregaba, una de sus manos apretaban uno de mis pechos mientras mordia y lamia mi cuello, lo único que podía hacer era gritar, intentó bajarme las bragas y me temí lo peor, entones escuche su grito, aunque no sabía si era mejor o peor.

-Sueltala!!!





Malú había salido de la habitación, me quede con una sonrisa boba, me estaba enamorando locamente de ella, estaba recordando los besos de ayer, lo mucho que me habían gustado.

Escuche un ruido fuerte, y luego gritos, estaban discutiendo otra vez, era inaguantable, decidí levantarme cogí las muletas y salí despacio, lo que escuche no me gusto nada, no se como camine  tan deprisa, entre en la cocina, el estaba pegado a ella, Malú gritaba, intentaba bajarle las bragas y grite.

-Sueltala!!!!

El la soltó y se dio la vuelta, al verme a la entrada de la cocina y empezó a reírse.

-Llegas a tiempo, nos lo podemos montar los tres.

Empezó acercarse a mi con una sonrisa maliciosa, sus ojos aun tenían los efectos de las drogas.

-No la toques!!

Grito Malú pero el no hizo caso, ya lo tenía encima las muletas cayeron al suelo, estaba aterrorizada, Malú se abalanzó a él dándole puñetazos, de un empujón se la quito de encima, la agarro de la camiseta y le dio una bofetada y la tiro al suelo, el labio le sangraba, me agaché como pude y agarre una de las muletas y le di el la espalda, pero caí al suelo, se dio la vuelta furioso.

-Serás hija de puta!!

Me levanto del suelo dándome un golpe en la espalda, yo gritaba Malú gritaba, nuestros gritos hicieron que no lo escucharamos entrar.

José se abalanzó a él, estaba como ido empezó a darle golpes por todas partes, Sergio lo único que podía hacer era cubrirse, Malú agarro a  su hermano.

-Para José para!! Vas a matarlo!

-Se lo merece!! Nadie toca a mi hermana ni a nadie de mi familia!!

Sergio se levantó hecho un cuadro lleno de sangre por su cara, Malú vino a abrazarme las dos llorabamos asustadas.

-Largate!! Si no quieres que te mate cabron!!!!

Sergio medio tambaleándose salió de la cocina subiendo las escaleras escuchamos un portazo.

-Coge ropa y de Pili nos vamos a casa de mamá!

Malú se levantó y sin decir nada salió de la cocina, José vino hasta a mi, había dolor en sus ojos, me cogió en brazos me sacó de la cocina me llevó hasta mi habitación dejándome sentada en la cama, saco una maleta y fue poniendo en ella mi ropa, no me miraba tampoco hablaba.






Tuve mucho miedo, nunca había visto a mi hermano así, tan fuera de sí, cuando me mandó a por mi ropa no rechiste baje la cabeza y fui a mi habitación, metí algo de ropa a toda prisa, baje enseguida tenía miedo de volver a tropezar con Sergio.

José había hecho la maleta a Pilar.

-Ya está....

-Al coche.

Cogi mi maleta y la de pilar, saque a Danka que miraba asustada a través del cristal del coche, subimos todos al coche, en el solo había silencio nadie se atrevía a hablar, menos mal que casa mi madre estaba cerca.

Salimos del coche, José con pilar en brazos y yo con las dos maletas, mi madre al vernos se asustó.

-Dios mío hija que ha pasado? Estas sangrando en el labio?

Vino corriendo hacia a mi, José dejó en el sofá a Pilar y entonces fue cuando sacó lo que llevaba dentro.

-Me vas a decir ahora con que mostruo tienes de novio!!

-Pero hijo que pasa?

-Que te lo diga tu hija!! Si no llego, dios mio!!

Se pone las manos en la cabeza dando vueltas por el salón, mientras mi madre traia hielo para ponérmelo en el labio para que no se hinchara, sus manos temblaban, mire a Pilar llorando, a mi hermano se le salían las lagrimas, no se merecían tantas mentiras de mi parte.

-Sergio no era así......

-No lo justifiques Malú!! Casi os viola a las dos, me da igual que estuviera con los efectos de la droga, no voy a, dejar que vuelvas con el, esto termina aquí nunca me ha gustado ese tío!

-No es tan fácil jose.... Os voy a contar la verdad..... El y yo solo somos pareja por contrato...

-Como ha sido capaz Vero?

-No mamá fue Rosa, Vero se entero hace unos días.

-Maldita Rosa!

Gruño mi hermano.

Espeze con mi relato, con mis mentiras, les conté lo de Vanesa y no les extraño para nada, les conté mi miedo y mi cobardía, como Rosa se apoderó de ese miedo mío, toda mi relación con el era mentira, mi historia con Vanesa como fue muriendo como mis ilusiones, como Sergio era otro y fue cambiando, les conté lo de Pilar, el accidente como nos dejo tiradas, tenía que hacer pausas me atragantaba con mis lágrimas, no era una historia fácil mi vida plagada de mentiras, sus caras eran un poema conforme iba hablando, no me interrumpieron en ningún momento, cuanto termine se hizo un silencio por unos minutos los cuales se me hicieron interminables, esperaba gritos por parte de ellos pero no José fue el primero en reaccionar y vino abrazarme llorando como un niño, dolido por no haberlo visto y no haberme ayudado, en ese momento mirándolos a todos tomé una decisión tenía que terminar con esta pesadilla el problema és que no sabia como, pero esta vez tenía a mi familia a mi lado y sobre todo la tenía a ella a Pilar.

Mentiras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora