Cap 28

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Manuel tampoco pudo dormir esa noche, aunque su mujer lo alentó de que les tenía que decir la verdad a sus padres, se merecían saber que su hija a la que creían muerta desde que nació seguía viva que un médico mal nacido se la habían rebatado y que en aquella caja donde piensan y su madre lleva flores frescas todas las semanas a su tumba.

Se levanta temprano una ducha refrescante para despejar su mente, desayuna con su familia como cada mañana para despedirse como todos los días, su mujer llevará a las niñas al colegio y luego se irá a su puesto de trabajo cajera en un banco.

Manuel llama a sus trabajadores indicándoles que hoy por la mañana por motivos personales no pasará por la clínica si no es necesario, ellos no ponen nimgun problema son lo bastante capacitados para seguir adelante por unas horas sin su jeje.

Manuel va directo a casa de sus padres, aunque ellos están jubilados son de los que se levantan temprano y se acuestan.

Su madre esta ya en la cocina preparando la comida, aunque su hermano se había independizado le gustaba comer con sus padres, Raquel ya se había ido al instituto.

Le dio dos besos a su madre y esta que no es nada tonta algo se intuyo.

-Manuel que haces tu aquí a estas horas?

-No puedo venir a ver a mi guapa madre?

-Manuel! Nos conocemos, algún problema en la clínica?

-No está todo bien.

-Necesitas dinero hijo, sabes que tus padres están aquí para lo que necesites?

-Lo se mamá pero estamos bien ahora tranquila, la clínica va bien y ya sabes desde que Adela trabaja hemos respirado.

Manuel había tenido problemas económicos tiempo atrás, la crisis hizo que su mujer perdiera su empleo, con sólo un sueldo dos niñas y muchas facturas, menos mal que sus padres estuvieron ahí igual que su hermano, nunca se hubiera perdonado hechar el cierre a la clínica pero eso ya eran tiempos pasados ahora era otro problema.

-Y Papá?

-Comprando el pan, no tardara.

Me sente en la mesa de la cocina con un café que me había preparado mi madre, hablamos de cualquier cosa hasta que mi padre llegó a casa y también se quedó sorprendido al verme.

-Manuel hoy no abres?

-Si papá pero necesitaba hablar con vosotros.

Mi padre frunció el ceño se sirvió otro café y se sento.

-Ya estamos todos nos vas a decir que pasa?

-A ver cómo empiezo.....

-Manuel hijo arranca me estás poniendo nerviosa, no iras a  separarte?

-No por dios mamá.

-Nos tienes en ascuas.

-Yo apenas tenía tres años, apenas me acuerdo de nada de aquella época solo lo que vosotros me habéis contando.

Me miraban extrañados sin entender por dónde iba a parar.

-Cuando mi hermana murió...

Mi madre levantó la cabeza hablar de ello le dolía ya podían pasar mil años.

-Que pasa con tu hermana?

No sabía cómo preguntarlo así que lo solte de golpe.

-Estáis seguros que murió?

Mi padre me miró y mi madre se levantó agarrando las tazas de la mesa sin decir ni una palabra.

-Por que preguntas eso?

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