Cap 29

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Mi móvil suena, Manuel mandándome la ubicación, en un par de horas nos veríamos, me puse muy nerviosa como un flan temblaba y mis manos sudaban, por fin iba a conocer a mi posible padre, joder después de tanto tiempo buscando sin éxito, cerrandome puertas.

Mis padres adoptivos  habían salido hacia un par de horas, a mi padre le habían dado el traslado a Madrid, sus últimos días antes de jubilarse lo haría cerca de mi, pero no querían quedarse en casa de Malú, era entendible, cracias a Pepi habían encontrado una casa cerca de ella que complia sus necesidades, los tres habían hecho buenas migas y ella les iba acompañar a verla y hacer las gestiones necesarias.

Malú estaba en los estudios grabando llevaba días de retrasos también por mi culpa así que estabamos solos yo y Danka que cuidaba de mi.

Me duche, fui al armario no sabía que ponerme, tampoco podía ponerme muy elegante y calzarme unos tacones debido aun a mi poca movilidad pero tampoco debía ir al restaurante en chandal, elegí unos vaqueros negros, una blusa y encima una americana, zapatillas planas para andar mejor.

Llame a Malú antes de salir, quería hacerla participe de mi situación.

Tardo  un poco en contestarme cuando lo hizo por su voz parecía asustada.

-Amor estas bien?

-Si si perdona por la insistencia, ha llamado Manuel he quedado con el y su padre.

-Pili eso es maravilloso donde?

-Aquí cerca en un restaurante comere con ellos.

-Estarás hecha un flan?

-No te miento Malú estoy que tiemblo.

-Van tus padres contigo?

-No ellos han salido con tu madre por lo de la casa y no quiero molestarlos tampoco se sentirían bien con la situación.

-Tienes razón, pero no quiero que vayas sola y yo ahora me es imposible ir Rubén me mata, no puedo abusar.

-Tranquila cariño, esto debo hacerlo sola, solo era para que lo supieras.

-Quieres que llame mi hermano por lo menos que te lleve?

-No, así voy dando un paseo y me despejó.

-Mantenme informada por favor.

-Tranquila, te quiero Malú.

-Yo más tonta.

Volgué guarde en mi mochila el móvil y las llaves y con mi muleta salí a la calle a mi velocidad tardaría casi media hora, durante el trayecto mi cabeza iba a mil, unas veces pensaba en dar la vuelta que esto no era buena idea y que siguiera como era mi vida antes, pero cuando me di cuenta ya estaba en la puerta del restaurante y volví a temblar.





Hacia diez minutos que había llegado junto a mi padre al restaurante, los dos estavamos nerviosos pero mi padre más para el era muy fuerte mas treinta años después descubrír que posiblemente su hija muerta estaba viva.

Habíamos hecho una reserva para tres, el restaurante no estaba muy lleno, así mejor podríamos hablar sin mucho agobio.

Ya estabamos sentados nos pedimos una cerveza mientras esperábamos a Pilar, le di un trago cuando la vi en la puerta parada.

-Mira Papá es ella.

Mi padre miró a la puerta y cuando la vio le paso lo mismo que a mi quedó sorprendido al ver el terrible parecido entre mi madre y ella.

-Dios mío.... Si parece  a tu madre....

-Te lo dije papá.

-Que le pasa va con muletas?

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