Ethan
Hubo demasiado ajetreo en la firma Bathory y Zoellick luego de que Víctor convocara a los altos cargos para anunciar su retiro. En un principio pensé que era una treta para presionar a mi padre para que le cediera total control sobre la firma, pero con el pasar de los eventos, diría que se presentía lo peor. Muchos de los clientes cancelaron o en su defecto dejaron de solicitar servicios. Lo único que la mantenía en pie era la constructora con la parte de los contratos, por todo lo demás, era como si los clientes le rindieran fidelidad a Víctor, a parte de que la situación con mi padre estaba en la cuerda floja con respecto a las deudas que tiene, que no entiendo en qué momento obtuvo, contribuyendo a esa baja en los servicios en la firma.
Se podría decir que la marea bajó cuando del fraude del proyecto Casias se dio el fallo a favor de la constructora donde se aclaró que el trabajo fue transparente para con los mayores contribuyentes y trabajadores, sin embargo faltaba mucho por averiguar hacia a los apoderados en el proyecto, pues no se ha encontrado algo que inculpe a los que supuestamente causaron el fraude, personas que con todo lo que tienen han demostrado su inocencia. El proceso está en un limbo por lo que, por el momento, no es de gran relevancia y se podría decir que otorga algo de paz a la situación.
Por otra parte, de a pocos estoy dejando mi cargo. Me tomó tiempo buscar a alguien apto que me supliera, que a su vez mi padre confiara en él así como yo. En un principio consideré a Nathan, desde que entró en la firma tuvimos una especie de rivalidad sobre quién era el mejor, situación absurda que dejé de lado al descubrir muy tarde que esto de ser abogado no era lo mío. Tiene las capacidades, así como ese carisma para ganarse al cliente. No dudo de su destreza para ejercer labores de mayor complejidad, sin embargo está el que en estos últimos tiempos se comporte distante, trabajando más por fuera de la firma y de la mano de mi padre. Quería averiguar eso pues esa confianza que se tienen poco o nada me agrada. Considerando lo que ocurre tanto en el proyecto Casias como a mi padre, siendo producto de investigaciones por parte de los bancos, diría que algo muy turbio tiene que ver esa confabulación que se tienen, esperando que por lo menos estén trabajando juntos para solucionarlo.
Así que adopté a alguien más, un amigo de la universidad a quien ayudé a conseguir trabajo en la firma pero que se ha ganado su puesto a pulso, no como yo que con mi apellido obtuve el cargo de mi padre. En un principio no quiso aceptar porque pensó que le estaba haciendo un favor, pero conozco su labor, lo dedicado que es, a parte de que tiene una agudeza para todo lo que tiene que ver con investigación y es un genio en computadoras, cabe resaltar. Así que le propuse una prueba que en un principio rechazó, solo que luego se dejó convencer ante el reto que implicaba.
No me quedaría de brazos cruzados con lo que mi padre pasaba, así que cuando supe de las investigaciones que se llevaban en su contra, decidí contratar los servicios de Renly para averiguar en qué rayos estaba metido. De hecho fue a él a quien recurrí cuando quise saber cómo y por qué Víctor tomó la tutoría de Torrance, que aunque no hubo resultados enriquecedores, supe que lo hizo por la demanda que tenía mi padre, pensando que también yo estaría implicado.
Así que el reto que le propuse fue que averiguara todo lo que mi padre hacía. Temió como era lógico, no quería meterse en problemas, pero le aseguré que si algo pasaba me haría cargo de todo. Le facilité el trabajo dándole la información necesaria, números de teléfono, hasta de sus cuentas de redes sociales aunque poco las maneja, y hoy hice la mayor proeza; darle su computadora personal.
Si lo pongo en consideración, a este punto no sé en qué rayos estoy pensando al hacer esto, a pesar de que no hemos encontrado nada anormal, pero ese instinto que me dicta que no deje correr más el tiempo, me mantiene aquí, al lado de Renly, impaciente porque ojalá pueda descubrir algo.
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Cuestión de amor © [Cuestiones III]
RomanceCONTENIDO +18 | 3er libro de la trilogía "Cuestiones" Cuando el orgullo es tal que ciega cualquier acción, el tiempo es poco para revertir cualquier decisión. Pero cuando hay amor, se es capaz de cambiar y entrar en razón. Secretos, confesiones, tra...