Cuestión de amor © [Cuestiones III]

32. Reunión familiar

Víctor

Dos semanas pasaron.

Gracias a las atenciones de Cinthya, recuperé la movilidad de aquellas extremidades cuyas torceduras no me permitían moverme a gusto. Aún me falta un poco para que el brazo se recupere del todo, así que tengo que soportar aún muchas cosas que quiero hacer.

Con respecto al fraude del proyecto Casias, la falsificación del testamento de Douglas y el destino de la firma, digamos que eso marcha medianamente bien. Convoqué a una reunión a la familia para informar sobre esos asuntos con los abogados. Así que esta noche luego tanto, cenaría en una mesa con muchas personas incluida Francesca a quien vi necesario citar.

Con el pasar de las horas y la llegada de la noche, decidí matar el tiempo esperando en el estudio, escuchando música para distraerme. Visto de camisa y pantalón de paño negros, zapatos clásicos, me quité la estorbosa barba, ya me acostumbré a no tenerla. A diferencia de cuando me fui, bajé bastante de peso por lo demandante del trabajo en la hacienda de mi madre, a quien por cierto tengo que ir a visitar pronto.

Mi cabeza constantemente se llena de preguntas, siempre siendo el ¿qué vendrá después?, el que gobierna cuando doy por concluido un asunto en mis planes.

—Señor Bathory, los abogados y sus hijos lo esperan en el comedor —enuncia el ama de llaves, asomándose por la puerta del estudio.

Suspirando resignado para lo que vendrá, me pongo de pie, apagando el estéreo y, siguiéndole los pasos a Hope, llegamos al gran comedor de la mansión.

Hay varias personas reunidas, como especifiqué, solo el círculo de confianza de la familia. A Francesca le pedí que viniera más tarde, debido a que primero debía hablar algo que solo le compete a la familia. Los presentes no visten elegantes, están aquí solo para recibir las noticias que estoy seguro, esperan. Cuando hago acto de presencia ninguno se pone de pie porque les pido con un ademán de no hacerlo, se limitan a saludarme con un buenas noches que acepto conforme.

Me siento con propiedad en la silla que encabeza el comedor, guardando silencio un par de segundos. Observo a mis hijos, preguntándome qué hubiese sido si no hubiera tenido este accidente, ¿estarían aquí después de todo? Me cuesta aún comprender que están conmigo, que con el pasar de los días, mi estadía en esta casa fue bien recibida, que cada que pueden me preguntan cómo estoy y me hablan de su día a día. Cuesta aceptarlo pero aquí están.

Mejor no doy largas y empiezo esta reunión.

—Primero, buenas noches a todos —enuncio, descansando los brazos en los apoyabrazos del asiento—. Como les fue informado, los cité para anunciar lo que va del proceso del proyecto Casias y lo que deparará de aquí en adelante a la constructora y la firma.

Señalo en breve con la palma hacia arriba a los abogados a mi izquierda, quienes con un asentimiento de cabeza toman la palabra.

—Buenas noches —enuncia Henry quien se pone de pie mientras se coloca sus gafas, levantando del suelo su portafolio del cual extrae un par de documentos.

Los presentes lo saludamos, esperando a que intervenga. Colocándose los lentes y revisar el contenido de los papeles, da un vistazo general.

—Comenzaré anunciando que se encontró al abogado que falsificó el testamento de Douglas Bathory. —Esto ya lo sabía, de hecho todo lo que se hablará, pero quienes no saben, como Dominic y Torrance, toman la noticia con sorpresa—. Según lo que declaró, en el testamento original, solo la constructora le pertenece a Johanna Bathory, todos los demás bienes quedaron a nombre de los hermanos Nilan, estipulando también que se le diera la vicepresidencia en la constructora a Alec, hermano de Oscar. Sin embargo, como el sujeto en cuestión falleció, Oscar tomó su lugar.