Capítulo XIV

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Ana

Me despierto en el garaje del coche Julián ha vuelto hacer de las suyas, hoy es viernes tengo la cita con Ben, la verdad no quiero irme pero vamos a ser realistas, ¿qué futuro tengo con un hombre prohibido?, no mucho o ninguno, la verdad es que solo quiero estar con él pero eso de que él tiene que mantenerse en su trabajo porque su padre lo desea, sé y siento que está atado a su padre de por vida y hay cosas que no me cuenta pero sé que hay algo más, mucho más de lo que me dice en "mis sueños", pero gracias a que yo también le hice lo mismo sé que lo que nos pasa no es un sueño, joder mi inyección pasa efecto mañana así que hoy en la tarde tengo una cita con la ginecóloga a las once y después a comer.
Salgo del coche para entrar a toda prisa en casa antes de que me vean mis padres solo dejo mi bolso en el coche pero cuando subo veo parada a mi madre en mi cuarto.
_ Sientate tenemos que hablar- me dice, oh oh, eso suena a regaño.
_ Buenos días madre- la digo y ella solo niega.
_ ¿ Hace unas semanas te comportas muy raro y estás diferente, ¿ estás saliendo con alguien?- mierda por eso admiro a Kailie ella es libre vive sola, yo sigo con mis padres.
_ Tal vez pero nada más acabamos de conocernos de echo hoy tengo una cita con él- la digo porque no sé como decirle que si estoy con el padre Julián follamos, duro, nos amamos pero no puede dejar su vocación porque solo quiere protegerme, no claro que no se lo diré pero ya que Ben existe pues para qué sirve si no- se llama Ben, trabaja en el restaurante de Sandra, es un buen muchacho y me gusta- se que he mentido en la última parte pero ahhh, solo quiero que no descubran lo mío con Julián.
_ ¿ Por eso no duermes en casa?- me pregunta y la miro frunciendo el ceño.
_ Solo ha sido hoy y como puedes ver sigo vestida mamá, cuando he llegado en la noche estaba tan cansada que me quedé dormida en el coche, lo siento madre no volverá a pasar- ella se acerca y me abrasa.
_ No quiero verte sufrir, no te lo mereces eres muy buena, no cambies mi vida no lo hagas.
_ Te juro que trato de no hacerlo pero a veces hay cosas que simplemente no puedo hacer madre, cosas que no puedo impedir que sucedan por más que lo quiera, me he enamorado pero de un hombre prohibido mamá- me pongo a llorar entre sus brazos.
_ Cuéntame hija- me dice y yo me siento para observarla.
_ Me he enamorado del padre Julian, sé que no debo pero ¿qué hago?, mi corazón lo ha elegido a él, todos los días trato de luchar para no sucumbir al deseo de decirle la verdad, pero es imposible madre, lo juro que lo intento todos los días, pero dime ¿como no enamorarme de él?, cuando me mira, siento que me falta el aire, me pongo nerviosa y mi corazón late a toda prisa pero cuando bajo mi mirada a su cuello me doy cuenta de la pura realidad y es que es un sacerdote madre, un hombre prohibido que no puedo ni debo mirar con los ojos de la cara ni del corazón madre.
_ ¿Desde cuándo?- me pregunta muy relajada para mi gusto.
_ Desde mucho antes de conocerlo mamá.
_ ¿Cómo..
_ En mis sueños te he hablado de mis sueños pues él es el hombre de mis sueños mamá, por eso es muy difícil para mi no amarme porque mi alma ya lo hace- la digo y ella me abraza.
_ Tranquila todo saldrá bien, solo tienes que ser fuerte, pero ahora prepárate que tenemos un culto al cual asistir- dice para luego levantarse e irse.
Me voy a la ducha a bañarme y alistarme y nos fuimos inmediatamente porque ya eran unos minutos tarde llegamos y entramos, el padre Julián ofició la misa pero con su mirada puesta en mi de vez en cuando, después del culto todos salimos y me quedo a solas con mi madre.
_ Él no te es indiferente- dice mi madre enmarcando una ceja divertida- no se que es lo que os pasa pero eso que sienten es muy fuerte y os traerá problemas si deciden vivirlo- me dice y me baja una lágrima en el ojo, me abraza.
_ Lo que daría por no sentir todo esto, pero es que me gusta todo esto que siento, quiero y seguiré sintiendo eso porque sé que soy correspondida, pero ahora me corresponde ir a mi taller, tengo cita con la ginecóloga a las once y tengo que por lo menos terminar los diseños durante dos horas- la digo ella me da un beso y me voy al coche para el taller, cuando llego encuentro a mi mejor amiga muy inquieta.
_ ¿ Qué te ocurre?- le Pregunto ya que la veo inquietante.
_ No lo sé desde que me he despertado me siento así algo me inquieta- dice y se levanta- es algo inexplicable, mi alma no ha descansado desde a noche, hoy ha sido peor en la mañana- nunca la he visto así, eso es muy extraño en ella ya que ella es de esas mujeres que nunca expresan lo que sienten.
_ Vamos acompañarme a la ginecóloga y después al restaurante a desayunar o a comer, en dos horas salimos- la digo y nos ponemos a trabajar después de dos horas nos vamos a la consulta y yo entro.
_ Buenos días Ana- me saluda mi ginecóloga con una sonrisa.
_ Muy buenos días señora Smith ya sabe vengo a por la inyección.
_ ¿ Has mantenido relaciones sexuales Ana?- me pregunta fruncido el ceño yo no respondo- puedes decírmelo- me dice y yo asiento- ¿usaron preservativos?.
_ No, nunca- Julián y yo nunca nos hemos molestado a comprarlos para no dejar rastros.
_ Tienes que hacerte primero una prueba de embarazo y después me dices los resultados- ella abre un cajón y me da el test rápido- ve al baño- joder estoy nerviosa, me muero de los nervios, me levanto para irme al baño y hacerme la prueba, después de eso salgo con él, esperando que pasen los minutos y gracias a Dios salió una raya, regreso a su escritorio y se lo entrego- bien ha tenido suerte pero para asegurarme de que no estas embarazada es mejor hacerte una ecografía transvaginal vamos- me dice y yo la sigo me quito la falda la ropa interior y me coloco en forma de parto sobre dicha camilla, solo cierro mis ojos jamás en mi vida me he sentido tan humillada, pero es por mi bien, así que ella mete este aparato en mi y lo va moviendo- no hay nada pero tienes que cuidarte más, como puedo ver es el primero, compra preservativos- me dice yo me bajo de la cama y me pone la inyección, me visto y me voy a la farmacia a por los condones pero es que utilizarlos con él sería extraño ya que lo hemos hecho siempre sin él.
_ Gracias- la dije para así marcharme, no sé qué hubiera sido de mi si estuviera embarazada, ahora me doy cuenta de lo poco que me he cuidado- será extraño hacerlo con protección, pero es que ya estoy acostumbrada a el, solo a él y con eso en medio, no sé.
_ Tranquila siempre será lo mismo, es más tengo hambre- me dice y yo sonrío, nos vamos al restaurante donde trabaja Ben, no es por mal está mono el muchacho pero no quiero a nadie más en mi vida, llegamos y nos sentamos, Ben se acerca a nosotras.
_ Hola Ana, Kailie- nos saluda y nos regala una de sus sonrisas preciosa.
_ Hola Ben- le digo, devolviendo esa sonrisa.
_ Eres tan hermosa- dice y yo le sonrío- ¿la cita sigue en pie?- me pregunta.
_ Claro que si Ben, esa tarde a las siete.
_ Perfecto- si no estuviera enamorada de Julián sería muy fácil amarte Ben- ¿ qué les apetece comer?.
_ Sopa de albóndigas- le digo y el apunta en su libreta.
_ Lo mismo con vino blanco- dice Kailie y este se va, de repente veo entrar a Julián al lado de un hombre semejante a él, son tan parecidos solo que el hombre es un pie más alto y con el mismo físico y el pelo blanco, cuando Kailie ve hacia donde miro se tensa, es extraño nunca la había visto así, pero mi mirada se vuelve hacia esos ojos plata que me derriten cada vez que los veo y me pongo nerviosa y de repente el recuerdo de la noche de ayer viene hacia mi mente, "si vas a esta cita, solo pensarás en mi, en que yo te folle, saldrás del salón y estaré esperándote en los almacenes para follarte como es debido, pero tu hambre de mi no acabará solo con ese polvo, me buscarás en mi casa el sábado y te follaré hasta que se vaya el sol", creo que ese chico quiere acabar con la poca cordura que me queda, me levanto a saludarlo, Kailie sigue muy tensa así que agarro su mano, están frías.
_ Padre Julián- me acerco y le beso la mano, nuestras miradas no se apartan, el ambiente se vuelve tenso.
_ Señorita Ana, te presento a mi padre, Paul Gordón- dice señalandole- papá ella es Ana, un corista de la iglesa- no saludamos en con un apretón de manos.
_ Un placer- le digo sintiendo una corriente en el cuerpo pero no es la misma que la que me produce su hijo, sino una corriente de miedo y terror.
_ El placer es mío preciosa- me dice mirándome a los ojos, su mirada no es como la de su hijo, su mirada no me gusta nada me da mucho miedo.
_ Bueno padre Julián tenemos que volver a nuestra mesa- le digo despidiéndome para volver a besarle en la mano, seguimos mirándonos y una sonrisa pequeña que rápidamente borró en mi rostro aparece porque siento la atenta mirada de su padre que no me gustaba nada a él también le sentí tenso y solo negó con la cabeza para hacerme entender que no es el momento, volvimos a nuestra mesa.
_ ¿Porqué no nos permiten comer con ustedes?- pregunta su padre, pero no se lo puedo negar aunque veo tensión en el cuerpo de mi Julián y Kailie.
_ De acuerdo señor Gordon- digo.
_ Paul, llámame Paul, preciosa Ana- dice yo me tenso pretando la mano de Kailie no me gusta que me llamen como él lo hace, solo él tiene ese derecho, solo Julián y veo cómo su hijo se tensa, su mirada se vuelve furiosa y veo que su mandíbula se tensa, está cabreado.
_ Llameme Ana, solo Ana, no me gusta que me llamen de esa forme- le digo mirándole y después miro a mi Julián que esboza una pequeña sonrisa llena de orgullo.
_ Bueno siéntese padre, señor Gordon- dice Kailie y la veo sin ninguna expresión en la cara; nos sentamos Ben trae nuestro pedido.
_ Aquí está todo preciosa- joder qué les pasa con llamarme así, no tienen derecho a llamarme así, miré a Julián que estaba sentado frente a mi, tenía la mandíbula tensa, no quiero que se enfade conmigo.
_ Ben cariño, ¿puedo pedirte un favor?- le pregunto.
_ Lo que quieras preciosa.
_ Esa palabra preciosa no me gusta nada y me enferma que me llamen así, llámame Ana cariño, ¿de acuerdo?- le digo con una sonrisa y veo a Julián esbozando una sonrisa mientras bebé su vaso de agua.
_ Claro, cariño- me dice con una sonrisa y yo se la devuelvo- bueno los dejo, señores ¿ van a querer algo?- pregunta a los hombres.
_ Si, quiero una sopa de ternera con arroz blanco, ¿ papá?- le pregunta a su padre.
_ Lo mismo- dice su padre y Ben se va, nos pusimos a comer mientras en la mesa reinaba un silencio intenso.
_ Y dime señor Gordon, ¿ qué hace usted aquí?- Kailie, siempre tan directa.
_ Estoy aquí para ver a mi hijo, también tengo otro motivo por el cual quedarme- dice mirándome a mi y veo cómo su hijo se tensa.
_ ¿ y se puede saber cuáles son estos motivos?- le pregunta Kailie
_ Oh cariño eso es un secreto que tengo bien guardado.
_ Vaya pues me alegro por ti espero que todo te salga bien- eso se vuelve muy tenso así que tengo que cortar esa tensión.
_ Bueno señor Gordon usted es muy joven para ser el padre de el padre Julián ¿ a qué edad lo tuviste?- pregunto y veo cómo la zorra digo la camarera trae la comida junto con Ben.
_ Le tuve a los quince años con su madre era mi mejor amiga, todos nos dieron la espalda, Cara era preciosa y murió después del parto.
_ Aquí está su pedido- dijo Ben colocando el plato del padre de Julián mientras que la zorra digo la camarera dejaba el plato de mi Julián.
_ Hola padrecito- saludó la muy zorra digo camarera, mientras que yo comía no dejaba de sujetar mi cuchara con rabia, de repente siento la mano de Kailie en mi muslo apretandolo- ¿ quién es ese galán que está con usted padre?.
_ Oh soy su padre- dice Paul.
_ ¿Vaya es usted tan joven qué edad tiene?.
_ Cuarenta y dos- dice con una sonrisa, es un hombre muy frío lo veo en su mirada.
_ Señor déjeme decirle que está usted como Eros quiere, ahora sé de donde sacó tanta belleza el padrecito- dice para pasar un dedo en su hombro esbozando una sonrisa, Julián se tensa y me mira soltando un suspiro con un asentamiento con la cabeza para que me calme pero no se puede estar calmado en una situación así.
_ ¿No te enseñaron a respetar a los curas o es que naciste así de zorra?- le pregunta Kailie ella la observa con el ceño fruncido.
_ A mi me respeta Kailie que de zorras somos dos- Kailie se levanta con el plato de comida y se lo hecha en la cara esa se queja, zorra.
_ Soy una zorra pero no ando de coqueta con el cura y su padre, por Dios no le temes ni a Dios- oh oh, eso también me ha dolido.
_ Kailie calmate- la digo y ella se sienta- ahora porfavor traigale su comida a Kailie sino quieres perder el trabajo, con su permiso me voy al baño- les digo y me levanto para irme, entro en el baño e intento relajarme, toda esa situación me supera no estoy acostumbrada a todo eso.
_ Ana- me llama Julián detrás de mi- mi preciosa Ana- dice acercándose a mi para besarme la frente, coger mi cara entre sus manos y yo junto mi frente con la suya- mi preciosa Ana.
_ Solo tú tienes el derecho de llamarme así- le digo y nos besamos desenfrenadanente nos separamos para vernos- quiero ser tuya- le digo mientras siento ese picor en mi clitoris y ese deseo se parece en mi- quiero estar contigo porfavor- le suplico joder ¿cuándo he llegado a eso?.
_ No podremos vernos mi padre está aquí, mantente alejada de él porfavor, como te dije está enfermo y sabes que es muy peligroso, solo quiero mantenerte a salvo mi vida- dice y yo asiento con la cabeza y él vuelve a besarme de repente entra Kailie y nos separamos.
_ ¿Están locos?- nos pregunta elevando un poco la voz- cualquiera puede verlos o peor su padre- dice para acercarse a mi y arreglarme el pelo y yo limpiar el pintalabios en la boca de Julián ambos sonreímos- Ana sal mientras yo hablo con Julián- dice yo asiento pero antes de irme Julián me coge de la cintura y me besa- Ana- vuelve a decir yo me aparto, regreso a la mesa donde está el padre de Julián mientras come y parece hablar con alguien pero está solo, me imagino que es una de sus paranoias.
_ Hola- saludo y me siento para seguir comiendo, él me observa lo sé porque siento otra vez les corriente de miedo en mi espina dorsal.
_ ¿ y dime Ana?- le miro- ¿ tiene novio?- vaya no me esperaba eso.
_ No señor, pero estoy conociendo a alguien- le digo con una sonrisa forzada.
_ Qué mal, porque me gusta mucho y estoy soltero desde que murió la madre de Julián he estado con mujeres pero nunca nada serio.
_ ¿Y qué te hace pensar que ahora lo querrás?.
_ Tú, me gustas de verdad y haría cualquier cosa por ti- me dice vaya esa confesión no me lo esperaba.
_ Como te acabo de decir estoy conociendo a alguien y esa persona no solo se ha ganado mi corazón sino también mi alma, si hubiera llegado antes tal vez, me tomaría la palabra- le digo con una sonrisa él me la devuelve.
_ Tranquila me doy por vencido por ahora- dice mientras que Julian se acerca junto con Kailie.
_ ¿ en qué te das por vencido papá?.
_ En ella, me gusta y la quiero para mi- dice y veo cómo se tensa Julián y Kailie también- pero ella me ha dicho que ya está con alguien y eso me molesta pero tengo que aceptarlo.
_ Ahora dime, ¿cree usted que algún día Julián pueda tener su propia familia?- le pregunto mirándole a los ojos, su mirada está llena de ira ahora.
_ No, el ha nacido para ser sacerdote yo le he criado para esta misión, cualquier mujer que se interponga entre mi hijo y su fé sufrirá las consecuencias de mi ira- dice frío para tomar su vaso de agua.
_ ¿ No crees que él tiene el derecho a elegir su futuro?- le pregunta Kailie y ese la mira cun una sonrisa lobuna.
_ No mientras lleve mi sangre- maldito controlador, ¿ahora entienden a mi Julián?, cómo puede él decidir si tiene un padre así, ese tío es un maníaco del control, controla a su hijo pero sé que hay algo más; terminamos la comida en un total silencio y veo en la mirada de mi Julián mucha tristeza, su padre tiene un total poder sobre él y eso no me gusta, sé que el se siente en deuda pero no me parece todo eso nada bueno algún día tendrá que tomar su propia decisión.
_ Bueno tenemos que irnos tenemos trabajo que hacer- decimos y nos despedimos para así regresar al trabajo.
_ Su padre me da miedo- digo mientras conduzco.
_ Solo mantente alejada de él- me dice Kailie y yo asiento.

Bajo las Garras De Un Santo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora