Ana

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Después de ese sueño volví a dormir, de repente abrí los ojos y Paul estaba sentado sobre el sofá observándome.
_ ¿ Dónde estuviste a noche?- me pregunta en un tono frío.
_ Salí al parque, quería distraerme un poco y pensar- dije casi en un susurro.
_ ¿ En qué?.
_ En que si voy a seguir con esa relación que tengo con Ben, no lo amo, creo que me quedé con él durante todo este tiempo porque estuvimos juntos en el instituto, crecimos juntos y creí estar enamorada cuando en verdad lo veo como un hermano.
_ ¿Sabes que siempre voy a apoyarte verdad?- me pregunta acercándose a mi- decidas lo que decidas siempre voy a estar contigo, si no quieres estar con él y deseas huir dime y te compro el billete- me dice y yo lo observo.
_ No quiero que te separes de mi- le abrazo- todos pueden abandonarme pero tú no me abandones Paul- le digo y el asiente- eres mi mejor amigo y serás el primero en saber lo que me pasa.
_ Tú también eres mi mejor amiga y te diré todo lo que me pasa- yo asiento- Antes de venir tuve un sueño en donde yo era un asesino psicópata, tenía un hijo un tal Julián sacerdote era amantes y yo era un asesino hasta que la vi a ella, a la luz de mi alma, a Kailie.
_ Yo también tuve ese sueño de echo quería hablarte de ello- él me observa- en el concierto lo conocí, me invitó a cenar ayer y la verdad estoy enamorada- le digo y observo su reacción- espero no me odies pero después de la cena, estuvimos juntos.
_ ¿ Cómo de juntos?- se mueve inquieto.
_ Perdí mi virginidad con él y no es lo peor.
_ ¿Hay algo más peor que que tu hermana sea desvirgada por un marciano?- dice con ironía y yo quiero reírme.
_ Cuando lo hacíamos su mejor amigo estaba presente mirandonos- él se levanta y da vueltas- y me gustó.
_ ¿ Qué te gustó?- pregunta alterado- ¿ él o que os mirara?- me mordí el labio.
_ Me gustan los dos he llegado a la conclusión de que los amo y estoy dispuesta a todo por ellos si ellos también lo están, a demás los dos son sacerdotes- espero su reacción, lo único que hace es sentarse mirarme y abrazarme.
_ Solo espero que nada acabe como en mis sueños- yo también hermano.
_ Ahora cuéntame, ¿qué te traes con Kailie?- le pregunto separandome de él.
_ Sabes que me gusta esta condenada desde que la vi por primera vez y quiero darme la oportunidad de estar con ella, no soporto las relaciones en las que he estado antes, no paso ninguna día en el que no piense en ella, yo solo deseo estar a su lado siempre- me dice y yo sonrío.
_ ¿Te cuento un secreto?- él asiente como un niño- ella no te es indiferente- le digo, cuando quiere responderme Kailie entra en mi cuarto en ropa interior, con ligas y tacones, mirando ne sé que cosas en sus manos.
_ Ana, creo que- se queda allí cuando ve a mi hermano y se sonroja, miro a mi hermano con una sonrisa, sus ojos grises se están oscureciendo- necesito que me ayudes con la crema en la espalda- dice en un susurro pero el que se levanta es mi hermano y se la lleva inmediatamente.
¡Ohh han crecido tanto!.

Me levanto para darme una ducha e irme a por el desayuno pero antes de salir de mi cuarto busco mi celular que no encuentro por ningún lado, así que cojo el teléfono del hotel y llamo a mi celular la persona contesta.
_ Hola- nadie responde- hola ese es mi teléfono y lo necesito.
_ Hola preciosa Ana- Victor, mi corazón comienza a latir a toda marcha, mis pezones se endurecen y mi boca se hace agua mientras que un escalofrío recorre toda mi espina dorsal, joder estoy excitada.
_ Yyy...yo- aclaro mi garganta, apenas puedo articular palabra- necesito mi teléfono y de paso mi ropa interior.
_ El teléfono puedes venir a por él en la tarde pero las bragas, nos las quedamos preciosa- dice y yo sin querer me muerdo el labio.
_ No es justo- hago un puchero aunque no me vean- yo misma las diseñé, las hice con mi dinero- escucho cómo suelta una carcajada y escucho otra por de bajo.
_ Ohh mi precioso pecado- Julián, joder aprieto mis piernas, si mi clitoris palpitaba antes ahora es insoportablemente- no las aprietes- mierda al.
_ ¿ Cómo lo sabes?- le pregunto un poco alarmada.
_ Porqué escucho cómo tragas, cuando lo haces las aprietas- ¿cómo puede conocerme en tan poco tiempo?.
_ Bueno, yo necesito mi teléfono y mi ropa interior- les digo a ambos.
_ Como dijo Vic, ven por el celular en la tarde a las cinco y tu ropa interior se queda para nosotros.
_ Pues entonces no me pondré ninguna- joder ¿en qué me he convertido?.
_ Mucho mejor- dice Victor con esa voz que me moja toda y cuelga.
_ Me levanto para irme a por la comida, intento tocarla la puerta del cuarto de Kailie pero escucho gemidos, joder, están cogiendo, pero bueno paso, teníamos que regresar a Michigan hoy pero ya no se podrá porque mi hermano tiene varias empresas aquí y debe supervisarlas así que tengo una semana más.
Voy a por el desayuno, tres horas después yo estando en la piscina del hotel veo venir a Kailie ruborizada.
_ Hola ¿qué tal la tarde?- me pregunta, esperen ¿no debería ser yo quien haga la pregunta?.
_ ¿No debería ser yo quien haga la pregunta?- ella se ruboriza y se pone al lado de mi camilla.
_  Bueno su quieres una respuesta, de marravilla- se sienta al lado mío- he perdido mi virginidad con él- se muerde el labio.
_ Yo la he perdido con Julián y no lo lamento.
_ ¿Cuando?- me pregunta con mucho interés.
_ A noche y su amigo estaba presente mirandonos.
_ No puedes ser.
_ Me he enamorado de los dos, es complicado pero yo estoy dispuesta a todo con tal de tenerlos a mi lado.
_ ¿ Y Ben?- pobre Ben.
_ Terminaré con él en cuanto regresemos.
_ Le harás mucho daño- me sale una lágrima.
_ Lo sé- sollozo- ¿pero qué hago con lo que siento?- intento relajarme- yo hago todo lo que esté a mi alcance para poder hacer feliz a todo el mundo pero ¿ qué hay de mi?, no soy feliz fingiendo que lo amo, el pobre chico ha estado conmigo desde el instituto son exigir nada a cambio creo que ya es hora de que pase página y lo dejemos estar.
_ Bueno si esta es tu decisión tienes mi total apoyo- me dice para así abrazarme, nos pasamos la tarde en la piscina entre risas, llega la hora para ir a la casa de Julián, llegó en el parque y me espera el mismo coche de siempre, cuando llego a la casa mi corazón está a mil por segundo, cuando entro a la casa, veo a los dos muchachos de poesía sin camisa mirándome.
_ Bienvenida a casa mi preciosa Ana- dicen al unisono, esa tarde será larga.

El último capítulo del maratón, como se los prometí, hasta pronto, tengan paciencia, besos.

Bajo las Garras De Un Santo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora