Bajo las Garras De Un Santo #1

Victor

                     Love in this club- Usher.

Han pasado tres meses, tres meses en los que  llevamos vuviendo todos juntos, en habitaciones separadas, hemos acomodado la casa a su gusto, la ayudamos con el niño, mi hijo, ver su parecido conmigo es asombroso, tiene el color de mis ojos, no llora casi nada excepto cuando tiene hambre, Julian está tan pegado a él, sentí pena porque no era suyo pero cuando vi su mirada hacia mi hijo y el cariño que le da supe que él será un buen padre para Victor, aunque el prefiere llamarle Julian, eso me da tanta gracia cuando competimos por la atención de nuestro bebe de tan solo un mes.
Ana, de ella estamos más preocupados, ella todavía no recuerda pero hay veces en los que la escuchamos hablar en sueños llorando, su ex novio viene de vez en cuando a darla terapias, este mocoso, lo siento, Ben y ella se relaja cuando está con él, cosa que nos pone furiosos, pero cuando ella nota nuestro enojo se acerca y nos besa en la mejilla, tranquilizandonos.
Ahora mismo estamos en el cuarto del niño mirando como ella le cambia el pañal mientras le canta, una de las niñeras, una señora mayor la ayuda de vez en cuando pero segun ella es mejor ocuparse de su hijo ella misma, Victor es todo un gordito con babas y todo y sonríe cada vez que ella canta o le habla es hermoso verlos, pero siento que mi tiempo con ella se está acabando, mi tiempo con mi bebé se está acabando, por eso trato de que todo valla bien entre nosotros, como amantes hemos tenido progreso, nos hemos besado de vez en cuando pero nada más, elchillido de la risa de mi principe me saca de mis pensamientos y vuelvo mi vista a él, digno de admirar.
_ Estas mucho más pesado mi rey- dice mi precioso pecado cuando lo carga para ponerlo en su regazo para darle el pecho, esos que están rellenos por la lactancia- tan pequeño y ya tratas de morder a mami- dice con una sonrisa.
_ Esta creciendo mas de lo normal- dice Julian y Ana lo observa y veo un brillo en su mirada y de paso me mira  a mi con una sonrisa y se muerde el labio, este gesto me hace tragar diro y veo a Julian tensarse.
_ Si, está muy grande y comienza a destrozar mis pezones de paso, solo espero que a los cinco meses no sea peor- dice fruncido el ceño.
_ Puedes darle la formula- la sugiero.
_ No, ninguno de mis hijos se tomará esa leche artificial, ellos tomaran de mi leche hasta que puedan empezar de comer y cuando ya no pueda darles más tal vez lo piense- dice con un poco de enojo.

_ ¿ así que planeas tener más?- le pregunta Julian con una pizca de emoción.
_ Mi madre tuvo cuatro, mi hermena va para el segundo y yo quiero como mínimo seis- mi corazon da un vuelco.
_ Joder esto es el cielo- digo por lo bajo.
_ ¿No tienen que irse al trabajo?- nos pregunta frunciendo el ceño.
_ Si, nos vamos solo queríamos despedirnos y ver a nuestro hijo- dice Julian acercandose a ella le da un beso a nuestro hijo y la da un beso a ella en la comisura de sus labios, ella se sonroja de manera violenta y se muerde el labio inferior, me acerco a ella mientras Julian se aleja y beso a mi bebé y a ella en la barbilla muy cerca de su labio inferior y ella jadea y yo sonrío veo en sys ojos este brillo que hace mucho no vemos, joder llevo un año sin sexo y la única mujer que me interesa está aquí.
_ Hasta luego mi pecado- salgo con una sonrisa trinfadora del cuarto.
_ Hasta luego Padre-  escucho que dicen desde atrás, llego a mi empresa con una sonrisa en el rostro, me paso el día entre juntas y ordenadores, mi madre hasta ahora no da señales, me quedo dormido sobre los papeles.

Estoy al lado de un puente y mi madre está frente a mi, sopla mucho, siento el latir de mi corazón a todo pulmon, Julian y yo estamos juntos mirando hacia mi madre y en sus brazos tiene a mi bebé, mi Victor.
_ Madre suéltalo haré todo lo que quieras- la digo con desesperación y en eso veo a mi mujer corriendo hacua nosotros con su vientre hinchado.
_ Señora por favor dame a mi hijo- dice llorando acercándose a mi madre.
_ ¡Ana no!- grito a todo pulmon.
_ Tú maldita zorra, gracias a ti mi hijo dejó su vocación y se convirtió en un pecador, tú lo incitaste a pecar- grita dando un paso hacia atrás.
_ Madre, mírame, haré lo que tú quieras, volverme sacerdote si quieres pero deja vivir a mi hijo, tu nieto que en un futuro puede ser lo que tú quieras mamá, te quiero madre- la digo aunque en el fondo no sienta nada por ella pero la vida de mi hijo está de por medio.
_ ¿Me quieres?- pregunta en un susurro, Ana se acerca más- nunca me lo has dicho- y yo también me acerco a ella ya estamos junto a ella cojo al niño y ella me observa de un momento a otro ella cambia sus fracciones a enfado cuando me ve cin el bebé en brazos- eres un mentiroso pero yo te voy a hacer pagar por ello- dice y agarra el brazo de Ana y se echa hacia atrás con ella.
_ ¡No!- gritamos Julian y yo.
_ ¡Ana!- grita Julian y solo vemos cómo van hacia abajo gritando.
_ Ana- me despierto dobresaltado y me pongo a orar- señor que solo sea un sieño, no tiene que pasar nunca- sigo con mi oración y me doi cuenta de que ya es la hora para ir a la casa, Julian pasa por mi.
_ He tenido sueños todo este tiempo.
_ ¿Son malos?- me pregunta.
_ Veo a mi madre caer en un puente llevandose a Ana embarazada- digo en un susporo con el nudo en la garganta.
_ Solo es un sueño y espero que se quede allí- dice con preocupación.
_ No lo sé hermano, no es normal soñar con lo mismo tantas veces, nadie sabe nada de mi madre y yo tengo miedo de que hagan daño a nuestra familia no soportaría perderlos- digo angustiado.
_ Solo recemos por que no pase- dice dandome un apreton de mono, creerán que es un gesto raro pero tenemos una cierta forma de demostrarnos cariño entre los dos.
Cuando llegamos ya el cielo está oscuro lo primero que vemos son velas, todo bien decorado, fruncimos el ceño, vamos hacia el comedor donde nos indica el camino con los pétalos de rosas rojas y lo dejamos todo y vamos hacia allá y lo que ven mis ojos no se lo pueden creer.
_ Padres he venido a confesar mis pecados y recibir mi penitencia.

Dos capitulos o tres más y se acaba la novela, siento el retraso.