33. «ENFERMO»

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AIDAN X PERSONAJE FICTICIO
ADVERTENCIA: Ninguna. OS corto.

Aidan estaba tumbado en la cama, completamente pálido y con la respiración dificultosa, las cortinas cerradas, con Zack y Alex sentados a un lado de la cama y llorando.

—Chicos, ahora en estos, mis últimos momentos quiero compartir mi sabiduría con ustedes.—Les dijo, su voz rasposa y los labios secos.

—Dinos, por favor.—Lloró Zack, lamentado el aspecto fúnebre de su amigo—. ¿Qué podemos hacer por ti?

—Chicos, cuando muera quiero que cuiden de Diana por mí y que me entierren con mis discos favoritos y mi cafetera.

—Lo haremos, te lo prometo.—Alex apretó la mano de su amigo con fuerza al verlo toser.—Ten por seguro que lo haremos.

Pero faltaba algo importante en el drama de Aidan. Les dedico una mirada fría y optó una rigidez en su cuerpo cansado. Juntó un gran bulto de fuerza y sentó en las sábanas, recargando su espalda en el respaldo de la cama.—Y primordialmente —farbullo—destruyan a quien quiera coquetear con Diana ¡Prometedmelo!

—¡Te lo prometemos!—dijeron Máx y Zack, amigos de Aidan desde la infancia. El cuerpo de los dos temblaba junto con los gimoteos de sus labios, lloraban.

Diana cruzó sin importarle sus modales y entró a la habitación, abriendo las cortinas y la ventana para que se fuera el olor a medicinas y suciedad.

—Diana quiero que sepas que cuando deje de existir regresare a ti, bebé, como Patrick Swayze en Ghots.

La chica se giró a él. Sus brazos se colocaron en su cadera en forma de jarra y la irritación en su rostro dejó claro que no estaba lista para tener paciencia.—Por millonésima vez Aidan, solo tienes un resfriado, no te estás muriendo.—Zack y Alex tenían cara de sorprendidos por la revelación. — Hay almohadas en el ropero, pueden golpearlo pero no acabar con él, al menos hasta que termine de arreglar el jardín.—Diana caminó a la cama, dejó una nueva caja de pañuelos desdeñables en su mesita de noche y le subió las mantas hasta el pecho, besó su frente como despedida.

Aidan hizo un puchero.—Te dije que la iba a terminar.

—Sí, pero eso fue hace cuatro años, esta lleno de agujeros y hierba mala.
—Se despidió de los chicos.—Regreso en dos horas Aidan, así que hazme un favor y no te mueras.—Cogió su chaqueta lila del sillón.—Pasaré a la farmacia por tus medicinas y un par de ingredientes para mi sopa especial.

ONE SHOTS ° [A.G]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora